
Cada persona presenta un ritmo particular de crecimiento y desarrollo. El área de lectoescritura (el proceso de aprender a leer y escribir) no escapa a esta determinación; cada niño posee su propia velocidad de aprendizaje y esta puede variar aún más en niños bilingües.
Detectar a tiempo y eficazmente las dificultades que un menor tenga en esta área mediante una evaluación temprana puede representar una mejora significativa para su bienestar. Por estas razones el diagnóstico, evaluación y tratamiento pueden ser decisivos en el desarrollo de los niños y es imporante conocer a fondo los efectos de este proceso.