¿Alguna vez has tenido una conversación con un/a miembro de tu familia y de repente intervienen miembros que no estaban en la conversación inicialmente? ¿Te ha pasado que has sentido la necesidad de intervenir para ayudar en un problema que no era originalmente tuyo? ¿Hay ciertos temas que son tabú con los cuales de repente se genera el silencio o la evitación en la familia? ¿Hay miembros en la familia que parecen atascados/as en sus problemas? Si tu respuesta es sí a alguno de estos interrogantes, quizá la terapia familiar sea para ti y tu familia.

La terapia familiar es una modalidad de terapia en el cual se trabajan las dinámicas familiares que giran en torno a uno o varios problemas. Aunque pueda parecer que alguien o varias personas tienen un problema obvio en la familia, la terapia familiar busca ver cómo reaccionan todos/as los/as miembros de la familia al problema identificado (¡quizá se descubra algún problema que no lo esté y que no sea tan obvio!). La terapia familiar interviene sobre el sistema (es decir, la familia en su conjunto) y no sólo sobre una de las partes (aunque pueda ser el motivo que traiga una familia a terapia). La terapia familiar tiene un enfoque relacional: se ve cómo impacta la forma de relacionarse unos/as con otros/as en la gestión, resolución o mantenimiento de un problema o crisis. Algunas veces, se puede analizar cómo los propios intentos de resolución de un problema se pueden tornar problemáticos… ¡aunque no sea vuestra intención!

Hay muchas modalidades y escuelas dentro de la terapia familiar, cada una con un particular enfoque (algunas más enfocadas en conducta, otras en formas de pensar y otras en emociones; Midorri Hanna, 2018). La terapia familiar ha tenido un desarrollo amplio de muchas décadas y ahora hay terapeutas familiares que integran toda la riqueza de las diferentes visiones para poder atender a una familia desde diferentes focos y teorías. ¡Quizá alguna te sorprenda!

La terapia familiar busca la diferencia; formas diferentes de hacer. También es posible que se busque la excepción al problema: para ver qué sí es capaz de hacer tu familia o un/a miembro particular de la misma. Se verá a tu familia como un gran sistema, como un organismo, cuya tendencia natural es a adaptarse al cambio según las circunstancias y las etapas de la vida van evolucionando. Algunas familias se quedan bloqueadas en este proceso. Es como si se quedasen en un episodio previo e intentasen que las cosas se queden como están. Piensa en una mariposa que se queda en el capullo siguiendo como si fuese sólo una oruga: esto le va a generar fricción y evitará su evolución. Cambiar, aunque pueda sonar positivo, también puede sacudir y remover. El hecho de que las cosas se queden como están puede dar una sensación de control, de familiaridad, de predictibilidad e incluso de lo que “sienta bien o está bien”. Volviendo al ejemplo de la mariposa: es como si la oruga decidiese quedarse en el capullo porque el contorno le es conocido, puede parecer que protege y los movimientos del mismo son predecibles. En terapia familiar se quiere descubrir qué lleva a tu familia a buscar quedarse donde está y los efectos que está teniendo sobre tu familia o algún miembro de la misma.

Qué es la terapia familiar y en qué casos se recomienda 2

Problemas comunes que se abordan (adolescentes, separación, conflictos intergeneracionales)

La terapia familiar busca identificar problemas que una familia no puede resolver por su propia cuenta ya sea porque no tienen las habilidades necesarias o porque sí las tienen, pero se ven superadas emocionalmente a la hora de ponerlas en práctica (Taibbi, 2022). Ya sea que haya habilidades adquiridas o no, se pone especial foco en las dinámicas y formas de relacionarse que no permiten a una familia avanzar.

¿Qué tipos de problema se ven con mayor frecuencia en terapia familiar? La terapia familiar se puede utilizar para tratar un muy amplio abanico de problemáticas y retos, según se puede ver en la página oficial de la asociación estadounidense de terapia marital y familiar¹. Los temas comunes que se traten dependen de la clínica y del tipo de familias que atienden. Algunos que se ven en varias clínicas incluyen las siguientes:

  • Dificultades en la crianza de los hijos, tanto niños como adolescentes. Incluye posibles desacuerdos entre los padres con respecto a pautas de crianza, inconsistencia en la puesta de límites y el permitir consecuencias naturales a comportamientos negativos…
  • Dificultades en la resolución de conflictos y la comunicación. Incluye la comunicación indirecta, estilos de gestión de conflicto que alejan más de lo que acercan y dificultades a la hora de gestionar emociones, entre otros.
  • Problemas en el ámbito de la pareja que pueden tener un efecto o sobre la pareja y/o sobre la familia en su totalidad. A veces los problemas de la familia reflejan de vuelta no sólo desacuerdos en la crianza entre los padres, sino algo más profundo sobre la intimidad y vínculo entre la pareja.
  • Afrontar el reto de las transiciones y adaptaciones que pueden ocurrir en la familia (una nueva fase vital, mudanzas, una reestructuración de la unidad familiar por muerte o por separación y divorcio…).
  • Problemas de comportamiento concretos de niños y adolescentes (conducta agresiva/disruptiva, trastorno negativista desafiante…).
  • Problemas relacionados con el cuerpo en niños/as y adolescentes: enuresis, encopresis, asma…
  • Problemas de salud mental, trauma y enfermedad de alguno de los miembros de la familia (esto incluye problemas en la conducta alimentaria, depresión, ansiedad, autolesiones, abuso/agresiones, enfermedades crónicas…)
  • Problemas de abuso de sustancias. Cuando alguien consume en una familia, hay dinámicas que rodean el comportamiento de la persona que está abusando de las sustancias.
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Beneficios de acudir en familia a terapia

Quizá te preguntes si hace falta que venga toda la familia a una sesión si pudiese parecer que no afecta un problema o transición de igual forma a todos/as los/as miembros. Sin embargo, quizá la cosa cambie al ver algunos de los beneficios que puede ofrecer la terapia familiar (London waiting room, NHS, 2024), ya que van más allá de la resolución de un problema concreto:

  • Mejora en la comunicación.
  • Fortalecimiento de relaciones familiares.
  • Toma en cuenta diferentes perspectivas que ayudan hacia un entendimiento más global y comprehensivo.
  • Enseña habilidades de manejo de conflicto.
  • Anima y apoya el cambio.
  • Provee un espacio seguro.

Cómo trabajamos en consulta

La terapia familiar puede incluir sesiones en las cuales se cita a toda la familia, sesiones en los cuales sólo se ve los padres, sólo a los/as hermanos/as e incluso individualmente a un/a miembro de la familia de ser necesario. Es posible que también haya un esfuerzo coordinado con otros/as profesionales de la salud mental a la par que se ofrece terapia de familia. Puede ser que algún/a miembro esté necesitando de ayuda psicológica y/o psiquiátrica adicional.

El foco en las sesiones de terapia familiar será ver cómo os comunicáis y cómo intentáis resolver problemas juntos. El/la terapeuta tendrá como misión ayudaros a ver, sentir o hacer las cosas de forma diferente (dependerá de su enfoque). No necesariamente os dirá qué hacer (aunque puede); algunas veces os animará a parar de hacer algo para ver qué hacéis de forma alternativa (Taibbi, 2022). El rol del/de la terapeuta es de ser un/a facilitador/a del cambio, y animará a la familia a intentar resolver los problemas de formas novedosas. Formas que idóneamente no perpetúen el estancamiento y el malestar innecesario, y formas que os encajen para poder sacar a relucir lo que sí que funciona en la familia y reducir aquello que no funciona.

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¿Cuándo pedir ayuda profesional?

Si consideras o consideráis que vuestra familia está estancada en vuestros propios intentos de solucionar el problema y que esto os lleva de forma repetida y consistente a encontronazos que os alejan más de lo que os acercan…o por el contrario os acercan demasiado (sin límites), sería muy positivo dar una oportunidad a la terapia familiar. Hay familias, según Pittman (1995), en las cuales se dan crisis situacionales o desgracias inesperadas (pérdida de un familiar, derrumbe económico, desastre natural), otras tienen crisis de transición (desde el nacimiento de los/as hijos/as hasta tener que hacer frente a un nido vacío), otras tienen crisis estructurales (esto quiere decir que hay crisis por la propia estructura de la familia y lleva estando mucho tiempo presente; puede que tenga picos de intensidad) y otras tienen crisis por desvalimiento (en los cuales un/a miembro de la familia está en una situación de dependencia). Si crees que estás afrontando cualquiera de estas crisis y tu familia se está viendo superada, no dudes en citarte con un terapeuta familiar.

Referencias.

¹ https://www.aamft.org/AAMFT/Consumer_Updates/Consumer_Updates.aspx
London Waiting room (julio de 2024). Family therapy. Tomado de: https://londonwaitingroom.nhs.uk/family-therapy
Midorri Hanna, S. (2018). The practice of Family Therapy. Key elements across models. Routledge.
Pittman, F. (1995). Una teoría de las crisis familiares. En Pittman, F. Momentos decisivos Tratamiento de familias en situaciones de crisis (p.25-67). Paidós Terapia Familiar.
Taibbi, R. (2022). Doing Family Therapy. Craft and creativity in clinical practice. The Guildford Press.

Daniel F. van de Poll
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Daniel F. van de Poll
Psicólogo
Adultos, parejas y familias
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