Con la vuelta al cole y el inicio del nuevo curso, puede que algunos papás hayáis recibido por parte de los profesores la sospecha de que vuestr@ hijo@ tenga dislexia. Puede que otros ya lo sospecharais, debido a los errores de lectura y escritura que veíais cometer a vuestr@ hij@, o por las grandes dificultades que presentaba en esta área.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje caracterizado, entre otras cosas, por dificultades de decodificación del lenguaje escrito, afectando así a la lectura y laescritura. Es una condición permanente de origen neurológico no relacionada con una falta de capacidad intelectual, cuya gravedad puede variar de una persona a otra, o incluso en la misma persona a lo largo del tiempo. Afecta al 10% de la población (según la Asociación Europea de la Dislexia), y es importante recalcar que no es una barrera para el éxito: lo corroboran algunos famosos que la padecieron, como el fundador de Apple, Steve Jobs, o el cantautor español Pau Donés.

¿Qué hago si sospecho que mi hijo/a tiene dislexia?

Algunas banderas rojas que nos pueden indicar que nuestr@ hij@ tiene dislexia son, en niños más pequeños, el factor hereditario, dificultades para aprender el abecedario o para memorizar rimas y canciones; y a partir de los 5-6 años, dificultad para separar una palabra en sílabas, dificultades para identificar el primer sonido de una palabra, o errores frecuentes de lectura y escritura, como sustituciones u omisiones de letras o de palabras, escritura o lectura de letras en espejo (b/d, p/q) y falta de comprensión lectora. A menudo, el rendimiento en matemáticas también puede estar afectado.

Lo primero que debemos hacer ante la sospecha de dislexia es hablar con el/la tutor/a de nuestr@ hij@, para comprobar si estas dificultades simplemente son propias del aprendizaje de la lectoescritura. Si no fuera así, lo indicado es obtener un asesoramiento profesional, para obtener un diagnóstico y la ayuda necesaria, ya que cuanto antes comience la intervención, más le podrá ayudar.

Las pruebas que se deben realizar son: de visión y de audición (por su médico u oculista), de inteligencia (por un psicólogo), de lenguaje (logopeda) y una batería completa de rendimiento académico (por un logopeda). Esta evaluación nos ayudará a descartar problemas fisiológicos comparará la capacidad intelectual con el rendimiento académico en lectura, escritura y matemáticas; y si presenta otros trastornos que puedan afectar a la lectoescritura, como déficit de atención, o un retraso del lenguaje. La información obtenida se comunicará al colegio, para que se hagan las adaptaciones curriculares que sean necesarias.

¿Quién puede ayudar a mi hij@ con dislexia?

En España, el profesional encargado del diagnóstico y la intervención en la dislexia es el logopeda. Durante las sesiones de logopedia, vuestr@ hij@ recibirá una intervención especializada en lectura con una aproximación multisensorial: será positivo que trabaje con letras y palabras de manera visual, auditiva y táctil. Algunos ejemplos de actividades con este enfoque son trazar una letra en arena mientras dicen su sonido, o leer en voz alta una palabra dada, construir esta palabra con letras en fichas de madera, y, finalmente, escribir esta palabra.

Es importante que el aprendizaje sea progresivo: primero, deben aprender los sonidos que corresponden con cada letra, o conjunto de letras (ch, ll), luego a combinar estas letras en sílabas y palabras cortas, para luego aplicar estos conocimientos a palabras más largas, y finalmente, proceder a la lectura de textos. De nada nos sirve que nuestro hijo aprenda a distinguir si una palabra se escribe con “b” o con “v”, si no ha aprendido qué sonido produce la letra “b”. Esto se aplica al aprendizaje de la lectoescritura en un segundo idioma, en el que también será importante, no solo que nuestr@ hij@ conozca los sonidos de cada letra o combinación de letras antes de leer palabras, si no que primero tenga conocimiento del vocabulario de las palabras que está aprendiendo a leer.

Los padres también podemos ayudar en el desarrollo de la lectoescritura de nuestr@s hij@s. Algunas actividades que según su edad podemos hacer son:

  • Jugar al “Veo, veo, una cosita que empieza por la letrita…”
  • Jugar a contar cuántas palabras se nos ocurren que empiecen por la letra “x”.
  • Leer a diario un libro adecuado a la edad de nuestr@ hij@. Podemos comentar lo que está ocurriendo en la historia, para trabajar también la comprensión lectora; y, cuando ya empiezan a leer, podemos leer una página cada uno para hacérselo más llevadero.
  • Leer y memorizar rimas y canciones.
  • Construir letras o palabras con plastilina.
  • Jugar a construir palabras con la última sílaba de la palabra anterior: mesa- sapo- poder- dermatitis…
  • Jugar a juegos como el “Scrabble”.
  • Animarles a hacer crucigramas o sopas de letras.

Algunos recursos en español que podemos encontrar en internet son:

Aplicaciones para móvil o Tablet

Siempre será de ayuda que nuestr@s hij@s sientan nuestro apoyo y que celebremos sus pequeños esfuerzos y avances. Aunque la meta de la lectoescritura pueda parecer lejana o imposible, es importante que recuerden que nos tienen a su lado y que el éxito es posible.

Alba Sánchez Blake
Departamento de Logopedia
Alba Sánchez Blake
Logopeda
Niños, adolescentes y adultos
Idiomas de trabajo: Español e inglés
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