Alba Sánchez Blake es diplomada en Logopedia desde 2009. En la actualidad, trabaja en un colegio británico como logopeda, con niños con dificultades en el habla y en el lenguaje; y colabora con los profesores en la detección y asesoramiento de dificultades del lenguaje y del aprendizaje. Combina el colegio con trabajo clínico en Sinews, donde realiza evaluaciones e intervenciones logopédicas en niños y adultos.

Los padres de Martina acudieron a consulta con una gran duda: ¿tiene mi hija dislexia? Martina es una niña perspicaz e inteligente, tiene un vocabulario extenso y es muy hábil con el lápiz para hacer dibujos detallados. Aun así, desde que comenzó primaria, muestra grandes dificultades en la adquisición de la lectura y de la escritura, y parece no seguir el ritmo de sus compañeros.

Dylan es un ávido lector. Siempre que puede se sumerge en sus libros, y cuenta con muchos detalles lo que ha leído cada día. Sin embargo, a la hora de entender problemas matemáticos y de realizar operaciones de cálculo, muestra desinterés, no termina de aprenderse las tablas de multiplicar, y siempre parece estar despistado escribiendo los números en un orden incorrecto. La madre de Dylan nunca ha sido buena con los números, y eligió un recorrido académico lejano a las Matemáticas en cuanto pudo. ¿Podría ser que Dylan padeciera de discalculia?

¿Qué es un Trastorno Específico del Aprendizaje?

El Trastorno Específico del Aprendizaje (TEAp) es una discapacidad que produce dificultades en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas que involucran la lectura, la escritura y/o las matemáticas. Estos trastornos son una condición permanente de origen neurológico, no relacionados con una falta de capacidad intelectual, cuya gravedad puede variar de una persona a otra, o incluso en la misma persona, a lo largo del tiempo.

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Los TEAp afectan aproximadamente al 10% de la población (según la Asociación Europea de la Dislexia), por lo que puede haber entre dos y tres alumnos con TEAp en una clase de 25 alumnos. Aparte de las barreras académicas, las personas con TEAp también pueden experimentar barreras en el manejo de su tiempo, con sus habilidades organizativas, y con la percepción o interacción social. Los TEAp más comunes son la dislexia, que afecta a la lectura y a la escritura; la disgrafía, que afecta a la parte mecánica de la escritura; y la discalculia, que afecta al procesamiento de números y a las matemáticas.

Estos trastornos pueden aparecer de forma independiente o combinada, es decir, un mismo individuo puede padecer uno de los trastornos o varios de ellos. Un diagnóstico y una intervención tempranos ayudarán a paliar las dificultades de las personas con TEAp, proporcionándoles un mejor pronóstico a nivel académico, mayores posibilidades a nivel profesional, y, por lo tanto, más probabilidades de realizarse a nivel personal, con un mayor bienestar general. Las evaluaciones de estos trastornos se realizan desde el primer ciclo de primaria hasta la etapa universitaria.

¿Qué NO es un TEAp?

Según el DSM-5, las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por:

  • Discapacidades intelectuales,
  • Trastornos visuales o auditivos no corregidos,
  • Otros trastornos mentales o neurológicos,
  • Adversidad psicosocial,
  • Falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica,
  • Directrices educativas inadecuadas,

Tipos más comunes de TEAp, rasgos y banderas rojas

Dislexia

La dislexia es el TEAp más común, afectando aproximadamente al 80% de las personas con un trastorno específico del aprendizaje. Está caracterizada por dificultades en la lectura, la escritura, la ortografía o la comprensión lectora.

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Algunas banderas rojas que nos pueden avisar de la existencia de la dislexia son:

  • Dificultad para aprender el abecedario, y para recordar qué sonido es representado por cada letra.
  • Dificultad para memorizar rimas o canciones.
  • Vocabulario reducido o comienzo de habla tardío.
  • Cuando ya han empezado a leer: saltarse palabras cortas, sustituir unas palabras por otras, baja comprensión lectora.
  • Lectura o escritura de letras en espejo, y confusión entre las letras p, q, b y d.
  • Factor hereditario: uno o más miembros de la familia ya han sido diagnosticados con dislexia.

Disgrafía

La disgrafía se asocia a dificultades en tareas escritas. Puede afectar a distintas habilidades, desde no saber sujetar el lápiz de manera adecuada hasta presentar dificultad para dibujar figuras, escribir o copiar letras y números.

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Suele ser difícil decodificar y leer lo que ha escrito un estudiante con disgrafía. Algunos rasgos que presentan en su escritura son:

  • No recordar o no saber representar la forma de las letras.
  • No controlar el tamaño de lo que está escribiendo.
  • Presentar muchas faltas de ortografía.
  • Escribir letras escritas en espejo.
  • Olvidar el uso apropiado de mayúsculas y minúsculas.

Discalculia

Las personas con discalculia presentan barreras con la comprensión de cantidad, números y conceptos matemáticos. Aproximadamente el 3% de la población padece discalculia. Para los individuos que la padecen, puede ser difícil seguir y repetir secuencias, e identificar los datos clave en un problema matemático necesarios para resolverlo.

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¿Cómo obtener un diagnóstico?

Para el diagnóstico de un trastorno específico del aprendizaje será importante la colaboración del docente, tanto para informar como confirmar sobre banderas rojas observadas dentro y fuera del aula. Según el DSM-5, las dificultades en la lectoescritura o en las matemáticas deberán persistir durante un periodo de 6 meses, a pesar de intervenciones dirigidas a estas dificultades. También es importante destacar que se deben tener al día las pruebas de audición y optometría, para descartar dificultades en estas áreas.

Una vez identificadas estas dificultades, el siguiente paso es recibir asesoramiento profesional. Primero, se realiza una entrevista en la que se recopilan datos médicos y el historial familiar del estudiante. Después, se realizará una evaluación por parte de un psicólogo y de una logopeda, eligiendo las pruebas según los datos obtenidos en la entrevista.

  • El psicólogo se encargará de evaluar las funciones ejecutivas de la niña (como razonamiento fluido, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, capacidad verbal y visoespacial), obteniendo así su capacidad en estas áreas y su Cociente Intelectual (CI). Si se considera necesario, el psicólogo también evaluaría las áreas emocionales, sociales y de atención.
  • La logopeda realizará una batería de rendimiento académico, evaluando lenguaje oral (comprensión y expresión), lectura, escritura y matemáticas.
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Finalmente, se compararán los resultados obtenidos por ambos profesionales para obtener un diagnóstico. Toda la información recopilada durante la entrevista, la evaluación y el diagnóstico se entregará a los padres en un informe. Los profesionales involucrados en la evaluación deberán dar a conocer a los padres la intervención más adecuada a su hijo (sesiones de logopedia, un study-coach o psicoterapia), y las adaptaciones curriculares correspondientes a sus necesidades.

¿En qué consiste la intervención de un TEAp?

A pesar de que no exista una “cura” para los trastornos del aprendizaje, existen diferentes maneras de mejorar las habilidades de lectura, escritura y matemáticas. El tratamiento consistirá en el fortalecimiento de estas habilidades, construyendo desde la base, favoreciendo un aprendizaje progresivo de forma multisensorial, haciéndolo lo más atractivo posible al paciente.

Construir desde la base significa, por ejemplo, no enseñar a leer palabras si aún no se conoce el sonido que produce cada letra, o no enseñar a sumar a un niño que no conoce la diferencia cuantitativa entre un 2 y un 4. Hacerlo de forma multisensorial significa que no solamente se utilizarán lápiz y papel, si no que se buscará utilizar todos los sentidos en el aprendizaje. Un ejemplo de este método pedagógico sería practicar a escribir letras o números dictados en espuma de afeitar, involucrando así el oído (para escuchar la letra o el número dictado), la vista (para observar que lo que el paciente hace con su dedo es adecuado), el tacto (al sentir la espuma de afeitar) y el olfato (al percibir su olor).

En España, las logopedas son las encargadas de la intervención clínica en las dificultades de la lectura y la escritura. Las dificultades matemáticas pueden ser intervenidas por una logopeda o por un tutor especializado en estas dificultades. Como parte de la intervención se incluirán asesoramiento y pautas a la familia, adaptaciones curriculares, y, si se considera necesario, terapia ocupacional y/o educación especial. La psicoterapia también puede ser útil para trabajar problemas emocionales y de comportamiento que pudieran acompañar a un TEAp.

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No debo confundir un TEAp con:

  • Déficit de Atención (TDA o TDA-H): el Trastorno de Déficit de Atención, con o sin hiperactividad, causa dificultades académicas, pero estas no tienen por qué ir ligadas a las habilidades en lectura, escritura y matemáticas, si no a la capacidad de atención del alumno.
  • Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): un TEL afecta a la capacidad de comprensión y expresión verbal. Por tanto, la capacidad de comprensión y expresión escrita estarán afectadas también en los individuos con esta condición, al igual que la resolución de problemas matemáticos. Aun así, no tendrían por qué estar afectadas las áreas de decodificación de letras para la lectura, la parte mecánica de la escritura o el área de cálculo matemático.
  • Autismo (TEA): ¡ojo con no confundir las siglas! Las personas con Trastorno del Espectro Autista muestran dificultades en la comunicación e interacción social, e intereses restrictivos o repetitivos. Estas dificultades pueden repercutir en el ámbito académico, pero no tienen por qué conducir a un TEAp.
  • Dificultades secundarias al bilingüismo: el bilingüismo por sí solo no provoca dificultades a nivel académico. Lo único es que, los estudiantes bilingües, al igual que los monolingües, pueden presentar trastornos del aprendizaje.

Los Trastornos Específicos del Aprendizaje se descubren por un rendimiento académico bajo causado por dificultades en la adquisición y el desarrollo de las habilidades de lectura, escritura y matemáticas. Estas dificultades se pueden paliar, y es posible conseguir un rendimiento académico adecuado si se realizan un diagnóstico y una intervención personalizada, y dirigida a las dificultades de cada individuo en concreto.

Alba Sánchez Blake
Departamento de Logopedia
Alba Sánchez Blake
Logopeda
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