Pregunta

«Nuestra familia se muda de nuevo, los chicos de 12 y 10 años ya han vivido dos cambios de país, siento que esta vez es más difícil al ser preadolescentes. ¿Algún consejo sobre cómo ayudarles?»

Respuesta

Las mudanzas internacionales siempre son difíciles, especialmente cuando el arraigo al país de origen es fuerte. No obstante, el haber vivido dos cambios de país previos puede constituir un factor protector para que los chicos afronten mejor la transición a una nueva cultura. Por un lado, porque ya han experimentado lo que supone dejar atrás un lugar especial. Las duras emociones producidas por las despedidas ya no son nuevas. Esto no significa que no vayan a aparecer, pero por lo menos, podrán ser más conscientes de que con el tiempo acabarán desapareciendo.

Por otro lado, porque ya han vivido nuevos comienzos y procesos de adaptación. Gracias a ello, es posible que hayan desarrollado habilidades y estrategias útiles a la hora embarcarse en el próximo cambio. Sin embargo, es cierto que el hecho de que los niños se encuentren cerca de la adolescencia puede suponer una dificultad añadida.

Durante la infancia, los niños tienen la principal prioridad de estar cerca de su familia la mayor parte del tiempo. Pero en la preadolescencia, el grupo de iguales empieza a ganar una mayor importancia. Pasar tiempo con amigos y realizar actividades junto a compañeros son cuestiones que suelen pasar a situarse en primer plano. Por lo tanto, conviene ser especialmente cautelosos con la preparación para el cambio, teniendo muy en cuenta las despedidas de los amigos.

A su vez, el proceso de integración en el sistema educativo del país de destino puede convertirse en un mayor reto. A nivel académico, el contraste de la exigencia puede ser más drástico que en las mudanzas previas. Especialmente para el niño mayor, que se encuentra en transición a la educación secundaria.

A nivel social, se adentran en edades en las cuales se inician los procesos de desarrollo de la identidad, sobre los cuales tienen un gran impacto las relaciones con los iguales. En este sentido, los niños preadolescentes comienzan a señalar en mayor medida sus diferencias y a compartir sus similitudes, creando pequeños grupos en base a cuestiones con las que se sienten identificados (aficiones, gustos, estilos…). En este contexto, parece importante prestar atención ante la posible sensación de los chicos de ser “los diferentes”, “los raros” o los que “no encajan”. La integración social constituye un reto que debe ser abordado para lograr tanto su bienestar emocional, como el adecuado desarrollo de su identidad.
Además, en la preadolescencia, se inician muchos otros cambios: cambios físicos, mayor necesidad de autonomía de los padres, mayor contacto con las tecnologías y redes sociales… Es posible que, en la cultura de acogida, estos cambios se aborden de una forma diferente a la cultura del país previo o a la cultura de los padres. Por ejemplo: puede ser que en una cultura sea más habitual que los niños de estas edades jueguen a videojuegos que en otra. Se aconseja en estos casos adoptar las costumbres del país de acogida (de manera flexible), para lograr así una mayor adaptación al estilo de vida y al comportamiento social de dicha cultura.

Otros tips para facilitar una mejor experiencia de la mudanza a tus hijos son:

  • Prepara con antelación el cambio: asegura una buena despedida de familiares y amigos para facilitar el proceso de duelo.
  • Intenta generar expectativas realistas sobre lo que pueden encontrar en el país de acogida, enfatizando lo positivo.
  • Comunícate con tus hijos, hazles saber que entiendes lo difícil que es para ellos.
  • Proporcionales un espacio para expresar sus emociones y pensamientos. Se honesto/a con ellos y trata de transmitirles seguridad.
  • Aborda con ellos los posibles miedos: ¿Cómo será el colegio? ¿Cómo son los niños allí? ¿Y si no hago amigos?
  • Mantén vivo el vínculo con tu cultura y tu familia para fortalecer su sentido de identidad. A su vez, adapta la rutina y algunas costumbres a la cultura del país de destino para favorecer la adaptación.
  • Ayuda a tus hijos a hacer nuevos amigos propiciando encuentros con otros niños que también tengan una experiencia vital internacional.
  • Comunícate con las instituciones educativas para que profesores y otros profesionales se involucren en su proceso adaptativo.
Emma Chancellor Díez
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Emma Chancellor Díez
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés
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