Como dice la canción: “¡Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén”! Un año más tachando su lista de deseos y envolviendo paquetes. Pocas cosas hay tan mágicas como ver la ilusión en sus ojos cuando se despiertan la mañana de Reyes y ven todos los regalos debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, aunque nos encanta satisfacer sus deseos, también nos gustaría que aprendiesen jugando. Muchas familias nos han preguntado nuestra opinión profesional acerca de este tema. Es por eso que hemos dedicado una entrada de nuestro blog a elaborar una pequeña lista de juegos que, a la par que divertidos, les ayudan a estimular sus funciones cognitivas.
  • LINCE: Comenzamos con un juego ideal para estimular la atención selectiva de los peques de la casa- Consiste en un tablero redondo con imágenes y unas fichas en las que aparece una sola imagen. El juego consiste en extraer una ficha y encontrar lo más rápido posible la imagen que aparece en ella. Gana la ronda el primero que lo encuentre. ¡Ideal para una tarde en familia! (4-7 años).
  • CUBEEZ: Imaginen un híbrido entre Mr. Potato y un cubo de Rubik y tendrán una ligera de cómo funciona Cubeez. Cada jugador dispone de tres cubos con diferentes ojos y bocas. Ganará la ronda quien antes consiga crear la cara que aparece en la carta del mazo. Además de lo divertido que resulta, conseguiremos trabajar una gran variedad de funciones cognitivas como la atención selectiva visual, la orientación espacial y la motricidad fina. (A partir de 6 años).
  • JUNGLE SPEED KIDS: La versión infantil de este juego de mesa clásico es perfecta para estimular los reflejos y la memoria visual de los más pequeños. El objetivo del juego consiste en conseguir recordar la posición de las cartas de animales para poder formar el mayor número de parejas posible y así salvarles de las garras del león. Gana el jugador que más parejas haya conseguido voltear. Otro aspecto interesante de este juego es que nos permitirá trabajar la inhibición conductual, puesto que cuando un jugador levante dos cartas y no tengan el mismo animal, no podrá participar en el juego hasta que vuelva a ser su turno. (A partir de 5 años).
  • CONCEPT KIDS: Este juego es, sin duda, uno de los más recomendados para trabajar la formación de conceptos y el razonamiento abstracto. El objetivo es conseguir que el resto de jugadores adivinen un animal, señalando los iconos que aparecen en el tablero. Una de sus principales ventajas es que no requiere el uso del lenguaje verbal, ni del aprendizaje de la lectura. Por tanto, es ideal para niños a partir de 4 años.
  • ANIMAL SOBRE ANIMAL: Una versión de la clásica Jenga adaptada para el público infantil, que pondrá a prueba su capacidad de concentración y sus habilidades visoespaciales. Es uno de esos básicos que nunca pasa de moda, consiguiendo atrapar a toda la familia. (A partir de 4 años).

Los juegos de mesa son una estupenda forma de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, pues aquello que recordarán cuando sean mayores no es aquel juguete tan fascinante que les trajeron los Reyes, sino todos esos momentos especiales que pasamos en familia.

Escrito por Alba Ferrero.