Análisis Psicológico del libro "Invisible", de Eloy Moreno
«Invisible» de Eloy Moreno es una novela que aborda el complejo y devastador fenómeno del acoso escolar desde una perspectiva íntima y psicológica. A través de la historia de un adolescente que se siente invisible debido al bullying que está experimentado en su vida, Moreno ofrece una profunda exploración de los efectos emocionales y mentales del acoso. Este análisis psicológico examina diversos aspectos de la novela, incluyendo el impacto del acoso escolar, los mecanismos de defensa del protagonista, el papel de la empatía, la formación del auto-concepto, el proceso de recuperación y las consecuencias a largo plazo.
Impacto del acoso escolar
El acoso escolar, o bullying, es un fenómeno que puede tener consecuencias devastadoras en el desarrollo psicológico de un individuo. En «Invisible», el protagonista experimenta un acoso constante que lo lleva a sentirse invisible. Esta sensación de invisibilidad no es solo una metáfora literaria, sino un reflejo de la profunda deshumanización y aislamiento que sufre una víctima de acoso. La victimización continuada puede llevar a la persona a desarrollar una baja autoestima, ansiedad y depresión.
El aislamiento y la invisibilidad que siente el protagonista son representaciones de cómo el bullying puede hacer que las víctimas sientan que no tienen valor y que su existencia no importa. Este sentimiento de irrelevancia puede ser especialmente destructivo durante la adolescencia, una etapa crucial para la formación de la identidad personal.
Mecanismos de defensa y coping
Para manejar el dolor emocional del acoso, el protagonista desarrolla varios mecanismos de defensa. La invisibilidad se convierte en un mecanismo de coping, una forma de escapar de la realidad opresiva que experimenta durante este proceso. A nivel psicológico, esto puede interpretarse como una disociación, una separación entre su identidad y la realidad para protegerse del trauma emocional.
Además de la invisibilidad, el protagonista muestra otros mecanismos de defensa como la evitación y la represión. Evita todo tipo de situaciones que podrían llevar a más acoso y reprime sus emociones para no mostrar vulnerabilidad. Estos mecanismos, aunque comprensibles como respuestas a un entorno hostil, pueden impedir el desarrollo emocional saludable y perpetuar el sentimiento de aislamiento.
El rol de la empatía
Uno de los temas centrales en «Invisible» es la importancia de la empatía en la resolución del acoso. A lo largo de la novela, algunos personajes comienzan a reconocer el sufrimiento del protagonista, lo que subraya el poder transformador de la empatía. Este reconocimiento y la compasión resultante son pasos cruciales para combatir el bullying. Los observadores de cualquier tipo de acoso son, también, partícipes de que esta situación siga continuando para la víctima.
Desde una perspectiva psicológica, la empatía implica comprender y compartir los sentimientos de otra persona. Para las víctimas de acoso, ser visto y entendido por otros puede ser increíblemente validante y puede ayudar a reconstruir una autoestima dañada. La empatía no solo ayuda a las víctimas, sino que también puede disuadir a los acosadores al hacerles conscientes del impacto de sus acciones.
Impacto en el auto-concepto
El auto-concepto se refiere a la imagen que una persona tiene de sí misma, y está profundamente influenciado por las interacciones sociales. En «Invisible», el acoso constante distorsiona el auto-concepto del protagonista. La internalización de los mensajes negativos y humillantes que recibe lo lleva a cuestionar su propio valor y capacidad.
La lucha interna del protagonista con su identidad y autoestima refleja cómo el acoso puede erosionar la percepción que una persona tiene de sí misma. Este daño psicológico puede manifestarse en auto-crítica severa, auto-desprecio y una visión negativa del futuro. La novela muestra que la recuperación del auto-concepto dañado es un proceso largo y complejo, que requiere apoyo y auto-reflexión.
El poder de la voz y la visibilidad
La evolución del protagonista hacia recuperar su voz y visibilidad es un tema crucial en la novela. Al principio, su invisibilidad simboliza su desesperación y deseo de escapar de la situación tan desagradable que está viviendo de manera constante. Sin embargo, a medida que la historia avanza, comienza a encontrar el valor para ser visto y escuchado por el resto.
Desde una perspectiva psicológica, encontrar la voz propia es esencial para la auto-afirmación y la recuperación. La narrativa de Moreno subraya que ser escuchado y comprendido es fundamental para superar el trauma del acoso. La construcción de redes de apoyo y la capacidad de expresar emociones y experiencias son pasos vitales que guían hacia ese camino dirigido hacia la recuperación.
Consecuencias a largo plazo del acoso escolar
Moreno no solo se enfoca en el impacto inmediato del acoso, sino también en las consecuencias a largo plazo. El trauma del acoso puede tener efectos duraderos que afectan en la vida adulta de las víctimas. Estos pueden incluir trastornos de ansiedad, depresión, dificultades en las relaciones interpersonales y problemas de confianza.
La novela sugiere que el trauma del acoso no desaparece simplemente con el tiempo. La superación del bullying requiere un trabajo continuo de auto-reflexión y terapia. También destaca la importancia de la intervención temprana y el apoyo continuo para prevenir que las consecuencias a largo plazo se vuelvan más graves.
Intervenciones psicológicas
Para abordar el acoso escolar y sus efectos, es fundamental implementar intervenciones psicológicas adecuadas. Estas pueden incluir terapia cognitivo-conductual para ayudar a las víctimas a reconstruir su auto-concepto y desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. La terapia familiar también puede ser útil para fortalecer el apoyo en el hogar y mejorar la comunicación.
En el contexto escolar, es crucial promover un ambiente de inclusión y respeto. Programas de educación emocional y entrenamiento en empatía pueden ayudar a reducir el acoso y fomentar una cultura de apoyo y comprensión. Esta novela enfatiza que la lucha contra el bullying requiere un enfoque comunitario y multidisciplinar, donde todos los miembros de la comunidad escolar estén comprometidos con la creación de un entorno seguro y acogedor.
Para terminar, «Invisible» de Eloy Moreno es una obra poderosa que ofrece una representación rica y matizada de los efectos psicológicos del acoso escolar. A través de la historia del protagonista anónimo, pero víctima, Moreno explora cómo el bullying puede deshumanizar y aislar a las víctimas, distorsionar su auto-concepto y causar un trauma duradero. La novela también subraya la importancia de la empatía, la voz propia y el apoyo comunitario en la recuperación y superación del acoso.
Desde una perspectiva psicológica, no solo es una narración conmovedora, sino también una llamada a la acción para abordar el bullying de manera efectiva y adecuada por parte, tanto de los profesionales como del resto de la sociedad. La comprensión de los efectos psicológicos del acoso y la implementación de intervenciones adecuadas son esenciales para ayudar a las víctimas a sanar y prosperar.
Escrito por:
Lidia Fernández
¿Qué es el apoyo académico y que hace un terapeuta de apoyo?
En la actualidad el ámbito educativo se enfrenta ante grandes desafíos. Tras la pandemia de COVID 19 diversos estudios han evidenciado consecuencias negativas en el desarrollo cognitivo y el aprendizaje académico de los niños en diferentes partes del mundo. Esto se ha visto reflejado tanto en la complejidad como en la diversidad de las necesidades de aprendizaje, requiriendo nuevos enfoques para cada el alumnado. En este contexto, el papel del terapeuta de apoyo educativo se vuelve crucial para asegurar el desarrollo adecuado del aprendizaje y superar las dificultades que puedan surgir. Conocemos desde la generalidad la labor profesional de estos, sin embargo, nos confunde el abordaje que abarca su competencia profesional. ¿Qué es realmente un terapeuta de apoyo académico?
La Importancia del Terapeuta de Apoyo Académico
Los terapeutas o psicólogos de apoyo académico son profesionales especializados en el entorno educativo de la población infanto-juvenil que se centran en el análisis de las necesidades especiales y dificultades de aprendizaje enfocados en diseñar estrategias con el objetivo de la adquisición de habilidades y destreza. Con el presente objetivo, el terapeuta de apoyo académico tras el estudio de las dificultades halladas, determina y brinda una serie de herramientas, las cuales se adaptan de forma individualizada para ayudar y fomentar el desarrollo de su aprendizaje.
El trabajo del terapeuta de apoyo educativo comienza con la «Comprensión”, es decir, identificar y entender las causas subyacentes de las dificultades que enfrentan los estudiantes. Este entendimiento inicial resulta fundamental, ya que permite diseñar con mayor precisión los procedimientos y estrategias que se deben implementar para abordar eficazmente estas dificultades. Para lograr una comprensión holística del alumnado, se utilizan informes y evaluaciones breves que proporcionan una visión más amplia de las necesidades educativas del estudiante.
Este enfoque integral resulta clave en su ejecución profesional, pues permite al terapeuta de apoyo desarrollar intervenciones individuales que aborden no solo los síntomas superficiales, sino también la raíz de la que se originan. Desde este punto, comienza la planificación de estrategias adaptándose al currículo académico del alumno. Principalmente estas estrategias se implementan dentro de aquellas áreas de aprendizaje que suponen una dificultad y el alumno no dispone de suficientes recursos para su correcto afrontamiento. Ante esto, el terapeuta de apoyo aporta herramientas específicas que se adaptan a las necesidades encontradas.
Apoyo Psicopedagógico: Más Allá de lo Cognitivo
El apoyo psicopedagógico tiene sus raíces en el campo de la psicología cognitiva, enfocándose inicialmente en las dificultades de aprendizaje, especialmente las relacionadas con la regulación de las funciones ejecutivas. Sin embargo, tras la pandemia de COVID-19, las necesidades de apoyo se han visto fuertemente agravadas.
En cuanto a las funciones nombradas, como la planificación, la inhibición y la memoria de trabajo, han sufrido un deterioro cognitivo tras el periodo de confinamiento. Unido a esto, aparecieron nuevas dificultades de adaptación a la educación: La ansiedad; fue un gran detonante dentro del panorama educativo adolescente e incluso infantil. Esta sintomatología incidió sobre estas funciones, particularmente sobre la MT, debido a la ansiedad causada por el confinamiento, repercutiendo directamente sobre el rendimiento de la lectura y escritura de los estudiantes al ser clave para su procesamiento.
Por tanto, debemos tener en cuenta que, en la actualidad, el apoyo psicopedagógico, no se limita exclusivamente al sustento de funciones meramente cognitivas. Resulta fundamental entender la relación que existe entre los factores tanto emocionales como cognitivos que afectan al desarrollo del niño. Ambos factores interactúan constantemente en la ejecución de sus habilidades, reflejándose directamente sobre su rendimiento. Un claro ejemplo de esto es la situación común de enfrentarse a un examen difícil y sentir lo popularmente conocido como “ mente en blanco”. Estos síntomas de parálisis, pérdida de control e inseguridad no son más que fruto de estados de ansiedad, provocados por síntomas emocionales demostrándonos cómo la gestión emocional puede facilitar o complicar la ejecución de nuestras habilidades y la aplicación de nuestro conocimiento.
Desafíos Actuales en el Ámbito Educativo
El contexto educativo es el reflejo de aquello que se desarrolla fuera de este. Tras el periodo del confinamiento, La pandemia de COVID-19 ha impuesto retos significativos al sistema educativo:
1. Impacto en el marco socio-demográfico:
El esfuerzo de adaptación de la educación durante el periodo de confinamiento se apoyó en su mayoría en recursos tecnológicos, siendo bienes limitados para una parte de la población escolar. Esta falta de acceso ha dificultado el periodo de escolarización reflejándose en efectos predominantemente negativos sobre los procesos de aprendizaje y desarrollo, especialmente en contextos con menores recursos económicos y culturales. Este periodo ha evidenciado aún más la inequidad social, la exclusión y las barreras educativas que enfrentan muchos niños y jóvenes, subrayando la importancia de la educación desde una perspectiva más inclusiva y equitativa.
2. Rol de los Docentes
Es crucial que los docentes reflexionen sobre cómo pueden contribuir a reducir las barreras de aprendizaje, tanto cognitivas como afectivas y motivacionales. La pandemia ha destacado la importancia de apoyar a los profesores y fortalecer el uso pedagógico de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, existe el desafío de mejorar la efectividad de las capacitaciones, dado que muchos maestros encuentran dificultades en el uso de nuevas herramientas. Es necesario fomentar programas de formación que faciliten el uso de estrategias flexibles para una variedad de estudiantes y contextos de enseñanza. La propuesta de Masland (2021) sobre la pedagogía resiliente, que satisface necesidades de bienestar psicológico como la autonomía, la competencia y la afiliación, puede ser un modelo efectivo para aumentar la motivación y el compromiso.
3. Retos para los Padres:
Los padres también enfrentan desafíos, como revisar y modificar prácticas que afectan negativamente las experiencias de aprendizaje de sus hijos. La problemática actual más prevalente se encuentra en el uso excesivo de videojuegos, celulares y televisión puede agravar las dificultades en el aprendizaje y el desarrollo. En contraste, se deben fomentar prácticas que promuevan la lectura, el deporte y las artes, las cuales facilitan otros tipos de aprendizaje además de mejorar la autoestima y el autoconcepto al desarrollar estrategias de competencia. Además de esto, los mecanismos de recompensa se encuentran altamente motivados por premios dejando a un lado la práctica de la motivación intrínseca. La práctica y el encuentro de esta motivación fomenta un desarrollo más resiliente además de una mejora en la gestión de la frustración.
4. Preparación de las Instituciones Educativas:
Las instituciones educativas deben prepararse para el retorno a las aulas con mecanismos flexibles para diseñar cursos de recuperación y aceleración del aprendizaje, así como programas de apoyo emocional para estudiantes y docentes. Es esencial implementar políticas que permitan ajustes razonables para que los estudiantes puedan acceder equitativamente a recursos y oportunidades, evaluando las posibles pérdidas en el aprendizaje y el desarrollo. Estos ajustes deben buscar la nivelación de los estudiantes en los aspectos cognitivo, emocional y social.
Futuras líneas de acción para los terapeutas de apoyo
Frente a los desafíos actuales en el ámbito educativo, es fundamental que los profesionales analicemos nuevas líneas de acción y reflexionemos sobre las medidas y prácticas implementadas. La pandemia provocó un reajuste de las rutinas previamente establecidas, incorporando nuevas metodologías y recursos. Es crucial evaluar de forma crítica cómo se está adaptando el alumnado a estos cambios. Algunas de estas líneas de acción incluyen:
- Evaluar el uso de la Tecnología: Investigar si los esfuerzos de los docentes para emplear y adaptarse al uso de la tecnología han facilitado procesos efectivos de construcción de conocimiento y si esto resulta beneficioso para todo el alumnado. Es importante adaptar la tecnología como herramienta y no como base principal en el que sustente la calidad educativa.
- Sostenibilidad de las Prácticas Adaptadas: Examinar hasta qué punto los cambios y ajustes en las prácticas de enseñanza, se mantienen tras el retorno a la presencialidad. La elaboración de una rutina adaptada a las nuevas necesidades del alumnado resultará determinante para el desarrollo.
- Aprendizajes y psicoeducación en la Familia: Investigar los aprendizajes informales que han tenido lugar en las familias durante la pandemia y pospandemia, identificando cuáles de estos resultan beneficiosos o perjudiciales para el desarrollo cognitivo, social y emocional. Tras esto, los profesionales debemos ser guía y orientación en las dinámicas para fomentar una mejora en los diferentes estilos parentales y aportar psicoeducación sobre las nuevas necesidades dentro del marco educativo.
- Experiencias y Significados de la Pandemia: Indagar dentro del alumnado sobre las experiencias vividas y el significado de la pandemia y como esto les ha afectado dentro del sistema educativo para poder establecer nuevos programas de apoyo que mejoren su impacto en el aprendizaje.
La pandemia ha transformado el paisaje educativo, presentando retos que requieren respuestas innovadoras y adaptativas. Los terapeutas de apoyo académico desempeñan un papel crucial en este nuevo contexto, ayudando a los estudiantes a superar las barreras cognitivas y emocionales exacerbadas por la crisis sanitaria. Al reflexionar sobre estas nuevas necesidades y ajustar nuestras prácticas, podemos trabajar hacia una educación más equitativa, inclusiva y efectiva para todos los estudiantes. La figura del terapeuta va más allá de un refuerzo cognitivo, es el vínculo de apoyo que ayudará a remar hacia la misma dirección.
Escrito por:
Paula Taguas Labrador
El Autismo y el Síndrome de Evitación Patalógica de la Demanda
¿Qué es la "Evitación de la Demanda" y cuándo es patológica?
Todos experimentamos a veces la «evitación de la demanda», es decir, nos resistimos a hacer algo que se nos pide o se espera de nosotros. Este artículo pretende concienciar y explorar una «condición» o perfil específico que se ha identificado en el campo de la psicología, pero sobre el que todavía existe cierta controversia y falta de comprensión. El artículo se centra en los niños. También se esbozan estrategias recomendadas para apoyar a los que sufren la Evitación Patalógica de la Demanda, tanto en casa como en la educación.
La Evitación de la Demanda en personas con TEA
Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) a veces evitan situaciones que les provocan ansiedad o les suponen una sobrecarga sensorial, así como actividades que no forman parte de su rutina habitual. A veces también se resisten a cambiar de una actividad a otra o evitan actividades que les parecen inútiles. Pueden negarse, sufrir una crisis emocional o intentar «escapar».
¿En qué se diferencia la Evitación Patológica de la Demanda (EPD) de lo anterior?
En inglés se llama “Pathological Demand Avoidance” o PDA: en español: la Evitación Patológica de la Demanda (EPD). Las personas con EPD pueden evitar las situaciones anteriores por las mismas razones. Sin embargo, el EPD tiene algunos aspectos únicos:
- Muchas exigencias cotidianas se evitan simplemente porque son exigencias. Es la expectativa (de otra persona o de uno mismo) lo que lleva a una sensación de falta de control, y esta sensación desencadena aumentos de ansiedad e incluso pánico.
- La evitación puede tener un "carácter irracional": por ejemplo, una reacción aparentemente dramática ante una pequeña petición, o la sensación de hambre que impide inexplicablemente que alguien pueda comer.
- La evitación puede variar en función de la capacidad de exigencia del individuo en ese momento, su nivel de ansiedad, su salud/bienestar general o el entorno (personas, lugares, etc.).
¿De qué tipo de exigencias cotidianas estamos hablando?
- Una exigencia directa (una instrucción del tipo "¡lávate los dientes!" o "¡ponte el abrigo!" o "¡haz los deberes!");
- Una demanda interna (por ejemplo, la voluntad de hacer algo o las necesidades corporales, como la necesidad de comer cuando se tiene hambre);
- Una demanda indirecta o implícita (incluida cualquier expectativa, por ejemplo, una pregunta que requiere una respuesta, comida que se espera que comas o una factura que hay que pagar.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, una exigencia que desencadena estrés o ansiedad en las personas con EPD no es necesariamente algo desagradable: podría ser, por ejemplo, abrir los regalos el día de tu cumpleaños.
¿Cuándo se identificó por primera vez el perfil EPD?
El término fue acuñado originalmente por Elizabeth Newson en la década de 1980, pero hubo que esperar hasta 2003 para que apareciera en la investigación científica formal (Newson et al., Arch Dis Child 88:595-600, 2003). Originalmente, EPD era un término utilizado para describir a un grupo de niños que no encajaban en la presentación estereotipada del autismo reconocida en aquella época, pero que compartían ciertas características entre sí, la principal de las cuales era una resistencia persistente y marcada a las demandas. Según Newson, los niños autistas muestran rigidez ante las normas, la rutina y la previsibilidad; en el EPD, su rigidez radica en su necesidad de evitar las exigencias y controlar las situaciones, lo que a menudo puede hacer que el niño se muestre extremadamente impulsivo en sus emociones y su comportamiento, ya que reacciona ante lo que percibe como exigencias.
Mientras que los niños autistas suelen mostrar poca o ninguna sociabilidad, los niños con EPD muestran una sociabilidad superficial. Sin embargo, a menudo no reconocen los límites y les cuesta entender las normas sociales de las relaciones. Los niños con EPD, al igual que los autistas, suelen experimentar un retraso temprano en el lenguaje, pero suelen recuperarlo más tarde. Pueden tener expresiones faciales normales y establecer contacto visual; sin embargo, el contenido de su habla puede parecer extraño y, lo que es más importante, la comunicación puede verse afectada significativamente por la evitación de demandas. La característica predominante de los niños con EPD es su continua resistencia y evitación de las exigencias ordinarias de la vida. Aunque los niños autistas pueden mostrarse reacios a obedecer, a menudo lo hacen de forma no social; carecen de la empatía necesaria para inventar excusas o desarrollar estrategias de evitación. Por el contrario, los niños con EPD desarrollan múltiples estrategias de evitación, que son capaces de adaptar al adulto implicado y pueden parecer socialmente manipuladoras. (Newson, 2000).
Fuera del Reino Unido, el EPD es poco conocido. Sin embargo, en el Reino Unido, el término ha recibido cierta atención en la televisión y los medios sociales, lo que ha provocado un aumento de la presión para considerar el EPD como un trastorno diagnosticable. Actualmente, aunque el EPD se menciona en la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), se trata como un perfil específico dentro del diagnóstico general de los trastornos del espectro autista (TEA). Sin embargo, esto no significa que los clínicos no puedan utilizar el EPD como diagnóstico descriptivo junto con un diagnóstico clínico de TEA.
¿Es frecuente la EPD?
No lo sabemos. Dado que la evitación de la demanda se entiende actualmente como una característica del perfil de neurodesarrollo de una persona y no es una condición independiente diagnosticable ni existe una evaluación estandarizada para la característica, no hay datos que indiquen de forma fiable lo común que puede ser. Las investigaciones realizadas hasta la fecha han sido limitadas y a menudo poco fiables.
«No puedo» frente a «no quiero»: la diferencia entre el EPD y el Trastorno Negativista Desafiante
Sin duda, es muy estresante para los padres ver cómo su hijo evita tareas sencillas o se niega a seguir normas o rutinas básicas. Sin embargo, es esencial distinguir entre el trastorno de Evitación Patológica de la Demanda (EPD) y el Trastorno Negativista Desafiante. Mientras que el trastorno por evitación patológica de la demanda es una necesidad impulsada por la ansiedad de tener el control y evitar exigencias o expectativas, el Trastorno Negativista Desafiante se caracteriza por un estado de ánimo colérico e irritable, una actitud argumentativa y desafiante y una actitud vengativa.
Identificar con precisión si un niño tiene EPD o el Trastorno Negativista Desafiante es clave para aplicar las estrategias de apoyo adecuadas y puede ayudar a otras personas ajenas a la familia inmediata a comprender mejor las necesidades del niño. Algunas características clave del EPD que pueden ayudarnos con esta distinción son:
- Dificultad para tolerar la incertidumbre o la imprevisibilidad;
- Retraso en el lenguaje y problemas de interacción social, que son comunes entre los niños autistas;
- Cambios de humor y desregulación emocional;
- Impulsividad y conductas de riesgo;
- Obsesiones y compulsiones relacionadas con el control o la evitación.
Las tácticas que pueden utilizar los niños con EPD incluyen la distracción, la búsqueda de excusas o el desplazamiento de la culpa para evitar tareas y mantener una sensación de control sobre su entorno. Comprender estos mecanismos de afrontamiento es crucial para diseñar estrategias eficaces que les ayuden a controlar sus conductas ansiosas.
¿Cómo podría comportarse un niño con EPD en un entorno escolar?
Es posible que las estrategias utilizadas por el personal docente o de necesidades especiales para niños autistas sean ineficaces para un niño con EPD e incluso puedan dificultar las cosas. En un entorno escolar:
- Pueden tener una autoestima baja, aunque esto no sea evidente por su comportamiento.
- Como muchos jóvenes con TEA, pueden comportarse de forma muy diferente. en casa y en el colegio debido al “masking”.
- Puede que les resulte muy difícil regular sus emociones.
- Un alumno con EPD puede no parecer interesado en "hacerlo bien" y responder negativamente a los elogios, por ejemplo, destruyendo el trabajo.
- Puede decir que el trabajo es aburrido o que ya se lo sabe.
- Puede que utilicen la simpatía o que llamen la atención para evitar hacer lo que se les exige.
- Es probable que quieran hacer amistades con sus compañeros, pero puede resultarles difícil mantenerlas debido a su necesidad de control.
En cuanto a la asistencia al colegio:
- Pueden haber sido excluidos del colegio, incluso desde una edad temprana.
- Un niño o joven con EPD puede estar totalmente ausente del colegio. El 70 % de los alumnos con EPD no van al colegio o tienen dificultades para asistir. Muchos niños con EPD reciben educación en casa.
- No todos los niños con EPD tienen problemas de asistencia: algunos pueden haber pasado totalmente desapercibidos.
Estrategias de apoyo a los padres en casa
Desgraciadamente, la investigación sobre estrategias de apoyo es limitada. Sin embargo, es evidente que las personas con EPD reciben mejor apoyo con estrategias y enfoques personalizados en función de sus puntos fuertes y necesidades específicas.
Los siguientes consejos han sido recopilados de una organización estadounidense llamada Trails Carolina (Trails Carolina – Leading Wilderness Therapy For Teens and Adolescents) y de la Autism Society, del Reino Unido.
- Reducir y/o eliminar las exigencias siempre que sea posible.
- Lo más probable es que funcione mejor un enfoque de colaboración, en el que el niño sea tratado como un igual, en lugar de que los adultos actúen como una autoridad.
- Utilizar estilos de comunicación indirectos (en lugar de exigir directamente).
- Evitar posibles factores de estrés, como el contacto visual, el tacto y las posturas o posturas físicas de confrontación.
- Si el niño está angustiado, darle espacio, retirar a los espectadores o trasladarlo a un lugar tranquilo si es posible.
- Es esencial un enfoque coordinado del apoyo, en el que participen el niño, su familia, el colegio y los profesionales de la salud o los servicios sociales.
Además, se ha sugerido que las personas con EPD pueden beneficiarse de:
- Identificar y comprender su evitación de la demanda y sus desencadenantes.
- Regulación sensorial y creación de un entorno sensorial adecuado para ellos.
- Terapia, asesoramiento, atención plena y meditación.
Estrategias de apoyo al colegio o la educación
- Centrarse inicialmente en establecer relaciones y confianza con un adulto clave antes de intentar el aprendizaje.
- Centrarse en el objetivo final más que en los medios para alcanzarlo.
- Colaborar con el alumno, adoptando un enfoque centrado en el niño, centrándose en sus necesidades y puntos fuertes, y negociando con él.
- Permitir que los alumnos de EPD sigan sus intereses y pasiones, y garantizar que los temas de aprendizaje sean útiles, significativos y relevantes para sus vidas.
- Ofrecer opciones sobre qué trabajo se realiza, cuándo, dónde, cómo y con quién.
- Intente reconocer cualquier signo de escalada de estrés o ansiedad y soluciónelo antes de que el alumno llegue al punto de crisis. La angustia suele estar causada por una sobrecarga emocional, social o sensorial; sea consciente de los posibles desencadenantes del niño o joven.
- Evite las peticiones directas; utilice un tono de voz y una redacción que hagan que las peticiones se hagan de forma indirecta y permitan flexibilidad.
- Mantenga las expectativas al mínimo para poder centrarse en las que son realmente importantes. Esto puede significar tener que ser flexible, por ejemplo, con el uniforme, los horarios, los deberes y la forma de registrar los resultados y los progresos.
- Proporcione una zona tranquila, como un rincón de calma, para que los alumnos puedan utilizarla cuando se sientan abrumados.
Algunos de estos enfoques pueden requerir ajustes significativos por parte del centro escolar, pero podrían ser esenciales para garantizar que un niño con EPD siga asistiendo al colegio.
El debate actual sobre la EPD
Por último, es necesario destacar que, dentro de la comunidad autista (que incluye a las personas autistas y sus familias, investigadores del autismo, profesionales sanitarios y profesionales de la educación) existe un gran desacuerdo sobre la validez y utilidad del concepto de EPD. Sin embargo, un punto en el que existe un amplio acuerdo es que se necesita más y mejor investigación sobre la Evitación Patológica de la Demanda.
Recursos sobre EPD para profesores y padres
- Twinkl ha colaborado con la PDA Society para proporcionar algunos documentos de orientación útiles (PDA PANDA Approach: Disguise and Manage Demands | Twinkl)
- The Autism Society (Demand avoidance (autism.org.uk). Esta página incluye algunas experiencias reales en forma de citas.
Sobre la autora
Julia Jakubovics es británica. Vive en España desde hace más de 20 años. Es licenciada en Psicología y recientemente ha cursado un Máster en Intervenciones en Dificultades de Aprendizaje en Niños en el ISEP (Instituto Superior de Estudios Psicológicos). Actualmente trabaja como «Shadow Teacher» y Coach para Sinews, proporcionando apoyo psicopedagógico a niños con necesidades educativas especiales.
¿Qué es la terapia narrativa y cómo me puede ayudar?
La terapia narrativa es una forma de terapia que se basa en la idea de que las personas son los narradores de sus propias vidas y que al cambiar la forma en que cuentan sus historias, también pueden cambiar la forma en que se perciben a sí mismos y al mundo que los rodea. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la terapia narrativa, cómo funciona y cómo puede ayudarnos.
¿Qué es la Terapia Narrativa?
La terapia narrativa es una forma de terapia que se centra en la narración de historias personales y en la exploración de cómo esas historias afectan la vida y las experiencias de una persona. Fue desarrollada por el terapeuta australiano Michael White y el terapeuta neozelandés David Epston en la década de 1980. La terapia narrativa se basa en la idea de que las personas construyen sus identidades a través de las historias que cuentan sobre sí mismas y que estas historias pueden ser modificadas para promover el cambio y el crecimiento personal.
Principios Fundamentales de la Terapia Narrativa
La terapia narrativa se basa en varios principios fundamentales que guían el proceso terapéutico:
- Externalización del Problema: uno de los principios centrales de la terapia narrativa es la externalización del problema. Esto implica separar el problema de la persona, lo que permite a la persona ver el problema como algo externo a ellos mismos y, por lo tanto, más fácil de abordar y cambiar.
- Co-construcción de Historias Alternativas: en lugar de aceptar una única narrativa sobre sus vidas, los clientes son alentados a explorar y co-crear nuevas historias alternativas que puedan ayudarles a reinterpretar sus experiencias de una manera más positiva y empoderadora.
- Respeto por la Experiencia del Cliente: la terapia narrativa cree en el respeto por la experiencia del cliente y en la importancia de permitir que las personas cuenten sus propias historias en sus propios términos. Esto implica escuchar activamente, validar las experiencias del cliente y trabajar en colaboración con ellos para encontrar soluciones que sean significativas para ellos.
¿Por qué la terapia narrativa es sanadora?
La terapia narrativa se considera sanadora por varias razones fundamentales que están arraigadas en su enfoque y prácticas terapéuticas. Aquí hay algunas razones clave por las que la terapia narrativa se percibe como una forma de terapia sanadora:
1. Reconstrucción de la Identidad:
La terapia narrativa permite a las personas reconstruir su identidad al desafiar las narrativas dominantes que pueden estar contribuyendo a su malestar emocional. Al cambiar la forma en que se cuentan las historias personales, los clientes pueden desarrollar una comprensión más compasiva y empoderadora de sí mismos, lo que contribuye a un sentido renovado de autoestima y autoaceptación.
2. Promoción del Empoderamiento:
La terapia narrativa promueve el empoderamiento al enfocarse en las fortalezas y recursos del individuo. A través de la co-construcción de nuevas historias alternativas, los clientes descubren que tienen la capacidad de influir en la dirección de sus propias vidas y de enfrentar los desafíos con resiliencia y creatividad.
3. Redefinición de las Experiencias Pasadas:
Al reescribir las historias pasadas desde una perspectiva más positiva y capacitante, la terapia narrativa ayuda a las personas a encontrar nuevos significados y lecciones en sus experiencias pasadas. Esto puede conducir a una mayor aceptación y paz interior con respecto a eventos pasados que antes podían causar angustia o dolor emocional.
4. Fomento de la Auto-Reflexión:
La terapia narrativa fomenta la auto-reflexión al invitar a los individuos a examinar sus propias historias y narrativas de una manera más consciente y reflexiva. Este proceso de autoexploración puede conducir a una mayor autoconciencia y comprensión de sí mismo, lo que facilita el crecimiento personal y el cambio positivo.
5. Construcción de Relaciones Significativas:
La relación terapéutica en la terapia narrativa se basa en el respeto, la empatía y la colaboración. Esta conexión genuina entre el terapeuta y el cliente proporciona un espacio seguro y de apoyo donde los individuos pueden explorar sus historias personales y trabajar juntos para encontrar soluciones significativas y duraderas.
Aplicaciones de la Terapia Narrativa
La terapia narrativa se ha utilizado con éxito para una amplia gama de problemas y poblaciones, incluidos:
- Depresión y Ansiedad: Ayuda a los clientes a reconstruir narrativas negativas sobre sí mismos y a encontrar nuevas formas de relacionarse con sus emociones.
- Trauma: Permite a los supervivientes de trauma reescribir sus historias de supervivencia y resiliencia.
- Conflictos Familiares: Facilita la comunicación y la resolución de conflictos dentro de las familias al ayudar a los miembros a comprender y redefinir sus relaciones.
- Problemas de Identidad: Ayuda a las personas a explorar y afirmar su identidad única frente a las presiones sociales y culturales.
Algunos ejemplos de ejercicios de Terapia Narrativa
Estas son algunos ejemplos de herramientas empleados en terapia narrativa:
- Cartas de Auto-Compasión: este ejercicio implica que el cliente escriba una carta a sí mismo desde una perspectiva compasiva y comprensiva. En la carta, el cliente puede expresar amablemente sus sentimientos, reconocer sus fortalezas y recordarse a sí mismo que es digno de amor y aceptación, incluso en momentos de dificultad.
- El Árbol Genealógico de las Fortalezas: el terapeuta guía al cliente en la creación de un árbol genealógico que represente las fortalezas y recursos que han sido transmitidos a lo largo de las generaciones. El cliente puede reflexionar sobre las fortalezas de sus antepasados y considerar cómo estas cualidades positivas han influido en su propia vida.
- El Espectador Externo: el cliente adopta el papel de un espectador externo y objetivo para examinar sus propias experiencias desde una distancia emocional. Esto puede ayudar al cliente a ganar una nueva perspectiva sobre sus problemas y a separar su identidad personal de los eventos y circunstancias que han ocurrido en sus vidas.
- Creación de un Libro de Vida: el cliente crea un libro de vida que incluye momentos significativos, logros y experiencias que han dado forma a su identidad. Al reflexionar sobre estos eventos y narrativas, el cliente puede identificar patrones comunes y descubrir nuevas formas de interpretar su historia personal.
- Escribir un Diario de Gratitud: el cliente mantiene un diario de gratitud en el que registra cosas por las que está agradecido cada día. Este ejercicio fomenta un enfoque más positivo y apreciativo hacia la vida y ayuda al cliente a reconocer las cosas buenas que existen en medio de los desafíos y dificultades.
En conclusión, la terapia narrativa es una poderosa herramienta que puede ayudar a las personas a reconstruir sus historias de vida y a encontrar nuevas formas de relacionarse con sus experiencias. Al cambiar la forma en que cuentan sus historias, las personas pueden cambiar la forma en que se perciben a sí mismas y al mundo que las rodea. Ya sea enfrentando la depresión, superando el trauma o navegando conflictos familiares, la terapia narrativa ofrece un enfoque centrado en el cliente que promueve el cambio y el crecimiento personal de manera significativa y duradera.
Sobre la autora
Verónica Sarria es psicóloga sanitaria en Sinews. Está especializada en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, trabajando con adolescentes y adultos. De igual manera trata otras problemáticas como ansiedad, depresión, duelo, autoestima y problemas en relaciones interpersonales, entre otros. Su orientación es cognitivo conductual pero integra herramientas y técnicas de otras corrientes según las necesidades de cada paciente, gracias a su formación en mindfulness, mindful eating, teoría del apego y terapia sistémica (de familia).
Cómo mejorar tus hábitos alimenticios: Una guía hecha por un nutricionista que habla inglés en Madrid
La alimentación ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas debido a una variedad de factores, incluyendo cambios en los hábitos alimenticios, avances tecnológicos, disponibilidad de alimentos y cambios en el estilo de vida. También se suma el cambio en los patrones de consumo de alimentos. Con el ritmo de vida acelerado, muchas personas dependen más de alimentos preparados fuera del hogar, como comidas para llevar, comida rápida y restaurantes. Estos alimentos suelen ser convenientes, pero también tienden a ser altos en calorías, grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio, y bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Además, pueden contribuir al aumento de peso y problemas de salud relacionados.
Existen además varios errores comunes que la gente comete al comer. Aquí te menciono algunos de los más frecuentes:
Errores más comunes a la hora de comer
- Consumir alimentos procesados en exceso: Los alimentos procesados suelen ser muy palatables, sabrosos, pero altos en calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio, y bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Consumir demasiados alimentos procesados puede contribuir a la obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud.
- Consumir bebidas azucaradas en lugar de agua: Las bebidas azucaradas como refrescos, zumos de frutas y bebidas energéticas pueden ser una fuente importante de calorías vacías y azúcares añadidos. Optar por agua en lugar de estas bebidas puede ayudar a reducir el consumo de calorías y mejorar la hidratación.
- Comer rápido y distraído: Comer rápido y sin prestar atención a las señales de hambre y saciedad puede llevar a comer en exceso. Es importante tomarse el tiempo para saborear la comida y estar consciente de cuándo se está lleno.
- No prestar atención a las porciones: Muchas personas no son conscientes de las porciones adecuadas de alimentos y tienden a comer en exceso. Esto puede llevar a un aumento de peso no deseado y dificultar el control del tamaño de las porciones en el futuro.
- No incluir una variedad de alimentos en la dieta: Es importante consumir una variedad de alimentos para obtener todos los nutrientes necesarios para una buena salud. Al limitarse a unos pocos alimentos o grupos de alimentos, se corre el riesgo de no obtener todos los nutrientes esenciales. Para que una alimentación sea completa debemos consumir al menos 20 alimentos diferentes a la semana
- Saltarse comidas o hacer dietas extremadamente restrictivas: La creencia de querer estar según los cánones de belleza actuales lleva a muchas personas creen que saltarse comidas o seguir dietas muy restrictivas es la forma más rápida de perder peso. Sin embargo, esto puede llevar a desequilibrios nutricionales y problemas de salud a largo plazo.
- Depender demasiado de los suplementos: Los suplementos pueden ser útiles en ciertas situaciones, pero no deben utilizarse como sustitutos de una dieta equilibrada. Es importante obtener la mayoría de los nutrientes de los alimentos en lugar de depender exclusivamente de suplementos.
Afortunadamente, en los último años ha habido un aumento en la conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable y equilibrada para prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. Esto ha llevado a un mayor interés en la nutrición y una mayor disponibilidad de información sobre hábitos alimenticios saludables.
Cómo mejorar nuestra alimentación
Hay varias formas de mejorar la calidad de nuestra alimentación y comer más saludablemente. Entre ellos están:
- Incorporar más frutas y verduras: Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, y son fundamentales para una dieta saludable. Intenta incluir una variedad de frutas y verduras de diferentes colores en tus comidas y meriendas diarias.
- Elegir granos enteros: Opta por granos enteros en lugar de granos refinados para aumentar tu ingesta de fibra y nutrientes. Elige productos integrales como arroz integral, pan integral, pasta integral y avena en lugar de sus versiones refinadas.
- Consumir proteínas magras: Las fuentes de proteínas magras como pollo, pavo, pescado, tofu, legumbres y productos lácteos bajos en grasa son excelentes opciones para una alimentación saludable. Intenta limitar el consumo de carnes procesadas y rojas, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
- Limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares añadidos: Reducir la ingesta de alimentos procesados, como bocadillos empaquetados, comida rápida y productos horneados, puede ayudarte a disminuir la cantidad de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio en tu dieta.
- Cocinar en casa más a menudo: Preparar comidas en casa te permite tener un mayor control sobre los ingredientes que utilizas y las técnicas de cocción. Intenta cocinar con ingredientes frescos y saludables y limita el uso de aceites, grasas y condimentos poco saludables.
Hacer mejores elecciones de comida es fundamental para mantener una dieta saludable y equilibrada. Como nutricionista, intento a las personas a ayudar a adaptar sus comidas a sus estilos de vida respetando siempre los aspectos culturales, así como las preferencias alimenticias. Muchas veces en consulta me encuentro con que las personas tienen barreras para, por ejemplo, encontrar ciertos ingredientes que en sus culturas son muy importantes, o con que los horarios de las comidas son muy diferentes.
No siempre es fácil, pero en consulta siempre intento ayudar a planificar las comidas con anticipación ya que de esta manera podemos tomar decisiones más conscientes y saludables. Dedicar un tiempo semanalmente para planificar los menús y hacer una lista de compras con los ingredientes necesarios hace que nuestras comidas y cenas sean más beneficiosas para nosotros.
Una vez elaborados los menús, entre los cuales deben priorizar alimentos frescos y no procesados, debemos también leer las etiquetas de los alimentos. Al comprar alimentos procesados, es importante leer las etiquetas para conocer su contenido nutricional. Presta atención a la cantidad de calorías, grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio que contienen los productos. Normalmente los alimentos frescos y no procesados (frutas, verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y productos lácteos bajos en grasa son excelentes opciones para una alimentación saludable).
No es cuestión solo de organizar las comidas sino también controlar las porciones. Presta atención al tamaño de las porciones y practica la moderación al servirte. Utiliza platos más pequeños, comparte platos en restaurantes o guarda las sobras para evitar comer en exceso. Igual que no es bueno tomarse 3 platos de pasta, no es bueno tomarse 3 naranjas de una sentada.
Por último, bebe agua en lugar de bebidas azucaradas. Igual de importante es lo que comemos como lo que bebemos. El agua es la mejor opción de hidratación y no contiene calorías ni azúcares añadidos. Opta por agua en lugar de bebidas azucaradas como refrescos, jugos de frutas y bebidas energéticas.
Es importante ser consciente de estos errores y tratar de evitarlos para mantener una alimentación saludable y equilibrada. Al seguir estos consejos y hacer cambios gradualmente en tus hábitos alimenticios, podrás hacer mejores elecciones de comida y disfrutar de los beneficios para la salud a largo plazo. Recuerda que la clave está en adoptar un enfoque equilibrado y sostenible hacia la alimentación. Como digo en consulta, tiene que haber tiempo para todo. Para comer bien y también para darte un capricho de vez en cuando. No pasa nada por comer algo menos saludable de vez en cuando, pero hay que ser conscientes de que no podemos abusar de ello.
Sobre la autora
Adriana Martín es nutricionista clínica en Sinews. Atiende tanto a adultos, como adolescentes y niños que buscan mejorar su salud a través de la alimentación. Está especializada en salud pública y también trata TCA, SIBO, enfermedades crónicas y otras patologías, así como ganancia de masa muscular o pérdida de peso. Su enfoque no consiste en pautar menús cerrados, sino en hacer entender la importancia de la nutrición en cada etapa de la vida a través de diferentes herramientas.
La filosofía Shonagai: El poder de la aceptación ante las dificultades
Vivimos en la era del “caos” el olvido de nuestra cartera, estar atrapado en el tráfico o nuestra batería descargada puede hacer que entremos en un estallido emocional. Estas situaciones que se escapan de nuestro control son parte del estrés al que nos enfrentamos en nuestro día a día. La capacidad de mantener la calma frente a lo que podemos controlar y lo que no, es fundamental para preservar un bienestar mental y emocional saludable. Ante esto, en Japón nace el concepto “shou ga nai” que en nuestra versión occidental sería «que le vamos a hacer». Resulta muy fácil decirlo, pero ¿Como podemos integrar el concepto “shou ga nai” en nuestro estilo de vida?
Conoce el concepto “shou ga nai”
Desde la filosofía japonesa nace la expresión “shou ga nai” parte de una filosofía donde muchos de los que la practican, la reconocen como “el secreto de la felicidad”. La filosofía Shoganai tiene su origen en el budismo, por tanto, recoge un estilo de afrontamiento desde la aceptación ante las circunstancias que no podemos controlar.
Esta habilidad de mantener la serenidad ante las dificultades no niega nuestras emociones, es más, no se centra en el conformismo de nuestra realidad, si no que, preserva nuestros esfuerzos para cambiar aquello de podemos transformar. Esta dirección de nuestra energía resulta un gran factor de protección al considerado la enfermedad del siglo XXI: El estrés.
Esta nueva perspectiva refrescante nos trae una nueva estrategia de afrontamiento que nos aleja de la rumia cognitiva, los pensamientos automáticos o la parálisis por análisis, para brindarnos mayor paz en nuestras situaciones de la vida cotidiana y en la que podemos encontrar un punto de apoyo, para mirar a nuestras preocupaciones con amplitud de miras.
La integración del shonagai dentro del mundo occidental
La filosofía Shoganai bebe de los pilares del “mindfulness “donde reconocen la importancia de vivir en el presente, alejándose de “lo que podría haber hecho” en el pasado o “lo que haré” en el futuro. Este concepto se ha tratado de trasladar dentro del mundo occidental como (it is what it is) en el inglés o el popularmente conocido (C´est la vie) en Francés. En otras lenguas como el Islandés encontramos (Petta reddast).
Más allá de la globalización del concepto, la verdadera clave de esta filosofía está en la integración dentro de nuestro día a día. Y es que, dentro del mundo occidental puede resultarnos, fatalista o pesimista, el hecho de “tirar la toalla” ante las dificultades. La clave la llevan practicando los Japones, los cuales centra su esfuerzo en el respeto y la aceptación de los ciclos malos y buenos, como parte del camino.
Esta filosofía nos hace ver más allá del concepto, un estilo de vida completamente alejado de los estándares occidentales de “productividad” y lo poco permitido que nos resulta el poder “parar”. Podemos encontrar diferentes traducciones de “shou ga nai” pero tristemente resulta muy alejado de nuestra integración ante las dificultades. Un buen punto de partida para establecer un nuevo reencuadre cognitivo ante las dificultades se centra en la diferenciación entre: “Conformarse” como actitud reactiva mientras que “Aceptar” es un actitud madura y proactiva, lo que traduce en estabilidad emocional, sensación de control interno y autoconocimiento.
¿Cómo practicar la filosofía Shoganai? Estos son 4 sencillos pasos para su integración
Toma instancia de las cosas
Antes de comenzar a analizar una situación resulta clave dar un paso atrás e intentar encontrar un momento donde nuestras emociones estén más asentadas. Cuando todos recibimos una mala noticia, nos inundan pensamientos negativos e incluso catastrofistas, nos tendemos a poner en lo peor, pasando a un estado de alerta como estrategia de preparación ante el peligro. Una herramienta vital que nos puede ayudar en la práctica es la metáfora del cachorro:
“Tenemos un cachorro y vemos como no para de sentarse en nuestro sofa, a morder los cojines e incluso que comienza a dejarnos algún regalo por la casa… a través de esta metáfora, veremos cómo nos brota la frustración y rabia de tener nuestra casa impecable, sin embargo, debemos de tener paciencia y centrar nuestros esfuerzos en educar al cachorro, ya que una regañina no nos serviría de nada”
Identifica cuales están y no están en tu control
Una vez puesta en práctica la metáfora, comenzaremos a analizar aquellas cosas que han perturbado en nuestra rutina y han supuesto un estado de caos en nuestro orden. Ante su aparición, tomar perspectiva suficiente para establecer un juicio crítico. Diferenciaremos entre: ¿Lo puedo cambiar? Si, pasamos a la acción. ¿No puedo cambiarlo? “shou ga nai” en este caso, nos conviene aceptar y ahorrar nuestra energía.
Práctica la gratitud
La gratitud conforma una parte crucial para la integración de esta filosofía, de forma que, cuando nuestros esfuerzos se centran en las cosas que nos inspiran agradecimiento, fomentamos el desarrollo de una actitud positiva. En el término de esta actitud se refiere al cultivo de nuestra resiliencia como una herramienta de capacidad de adaptación ante las dificultades. Además de esto, una actitud de serenidad en una “mente en calma” nos hace encontrar nuevas soluciones en situaciones que anteriormente no habíamos contemplado.
A mayor práctica mayor dominio
Este tipo de estrategias al igual que el mindfulness, no tratan de establecerse con un objetivo de horas de práctica. La clave reside en su frecuencia, es decir, si en el día tienes 5 situaciones estresantes y pones en práctica estos sencillos pasos en las 5, estarás entrenando el dominio del flujo de pensamientos, viendo como cada vez se hacen menos presentes y que tienes mucha mayor consciencia y control sobre tus emociones ante estos. Esta continuidad de corto tiempo y mucha frecuencia es la que verdaderamente trabaja nuestra habilidad.
Conoce los 5 Beneficios para tu salud mental a través de la práctica de la filosofía “Shoganai”
- Reduce tu hormona de cortisol: Al ser la hormona responsable del estrés, el cortisol es producido por nuestro organismo en situaciones de “emergencia” para poder enfrentarnos a esas situaciones que se salen de nuestra rutina. El cortisol es tan necesario como cualquier otra hormona, ya que nos resulta indispensable para aquellas situaciones en las que se nos presenta un peligro real. Sin embargo, su mantenimiento de forma prolongada puede resultar perjudicial para la salud, fomentando la irritabilidad emocional, la falta de sentido del humor o provocándonos estallidos emocionales de ira o tristeza. Más allá de esto, nuestra calidad de sueño o nuestro sistema inmunitario se ve debilitado por esta continuidad. Ante esto, la práctica de la filosofía Shoganai puede reducir nuestra reactividad ante el estrés y, por tanto, establecer una correcta regulación de la hormona.
- Aumenta tu habilidad de resiliencia: La resiliencia es una de las habilidades más importantes a la hora de enfrentarnos a los desafíos de nuestra vida, y es que, aportar serenidad es también enfocar tu energía interior en escucharte, comprenderte y sobre todo recomponerte de esos contratiempos que nos asaltan sin avisar. La ausencia de esta habilidad puede hacer que el miedo o la pérdida de control, nos paralice llevándonos a un estado de obsesión o rumia de nuestros propios pensamientos. Está claro, que la resiliencia no va a hacer que nuestros problemas desaparezcan, sin embargo, nos da la capacidad de saber ver más allá de ellos, de continuar y saber apreciar lo bueno a pesar de las dificultades.
- Mejora la estabilidad de tus emociones: La filosofía Shoganai nos lleva a un mayor estado de conciencia enfocándose en la aceptación de lo presente, es decir, centrar nuestras fuerzas en lo que realmente tenemos, para poder así modificar nuestra realidad. Esto hace que emociones que nos llevan a la frustración se alejen, estableciendo un mayor equilibrio mental y aprendiendo a gestionar aquellas que nos aparecen con relatividad ante los hechos.
- Promueve el Autoconocimiento: La práctica del Shoganai nos lleva a un estado de resignación el cual, nos adentra a un encuentro con nuestras emociones, este encuentro desde la aceptación nos brinda una compresión más profunda sobre nosotros mismos y el reconocimiento de donde están nuestros límites de voluntad, siendo más consciente de aquellas cosas que nos predisponen en ese estado de alerta. Este autoconocimiento es una capacidad clave para saber cómo trabajar en estas situaciones estresantes.
- Mejora tu capacidad de atención con creatividad: El control de tu foco de atención hace que directamente mejore la calidad de esta. La filosofía Shoganai, no solo nos ayuda a establecer este control, si no que, con la adquisición de este, encontramos nuevas soluciones a través de la creatividad. Esta valiosa cualidad, tal y como dicen expertos se bloquea en aquellas situaciones donde hay una sobreactivación de ciertas áreas cerebrales. Cuando abordamos los problemas desde la preocupación o la presión, nuestro cerebro entra en “estado de alerta” tratando de resolver las situaciones de forma rápida y automática y por tanto limitando nuestra capacidad para encontrar soluciones creativas.
La importancia del estilo de vida para el bienestar
Después de haber conocido la multitud de beneficios que nos brinda esta innovadora filosofía, es fundamental reconocer su aplicación práctica para integrarla como un pilar de nuestro estilo de vida. El concepto de «shou ga nai» puede comenzar como una simple expresión, pero tiene el poder de transformarse en una nueva manera de percibir la vida y cada una de las circunstancias que nos rodean. Su adopción no es un proceso pasivo, sino que requiere un compromiso activo, voluntad y conciencia. Sin embargo, los esfuerzos invertidos en su práctica nos aportan la paz y el equilibrio mental esenciales para afrontar los desafíos cotidianos con serenidad. Ahora, te pregunto a ti: ¿Estás dispuesto a sumergirte en la práctica de la filosofía Shoganai?
Escrito por:
Paula Taguas Labrador
Dislexia: no hay que esperar a que los niños fracasen en la lectura
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico, caracterizado por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluido de las palabras, la memoria verbal y la velocidad de procesamiento verbal. Se deriva de un déficit en la conciencia fonológica. Es un trastorno que dura toda la vida, aunque su impacto en un individuo puede variar en las distintas etapas de su vida. «Neurobiológico» significa que está causado por ciertas anomalías cerebrales de origen genético.
Aunque el número de programas de intervención temprana en los colegios, al menos en Madrid, está creciendo, con demasiada frecuencia sólo se detecta la dislexia cuando el niño «fracasa» en el aprendizaje de la lectura y sólo se empieza a intervenir después de recibir un diagnóstico formal, normalmente en torno a los 7 años de edad. Los efectos de retrasar la prestación de apoyo hasta este momento pueden incluir, no sólo un mal rendimiento académico, sino también una actitud negativa hacia el colegio, baja autoestima y problemas de conducta.
Este artículo pretende ofrecer información a profesores y padres sobre la detección del riesgo de dislexia en niños prelectores y sobre las mejores técnicas para que los niños con dificultades aprendan a leer con éxito.
¿Cuánto saben los profesores sobre la dislexia?
Desgraciadamente, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, en España sigue existiendo una falta de formación en dislexia del profesorado en los centros de Educación Infantil y Primaria. Lo que saben los profesores sobre este trastorno varía, dependiendo más de su experiencia individual con los niños que de otra cosa. El hecho de que la dislexia sea uno de los trastornos más comunes en las aulas (en España el porcentaje de niños con dislexia es del 7-10%) subraya la importancia de abordar este problema mediante la provisión de recursos de formación e información.
Es importante disipar los mitos. Los mitos más comunes en torno a la dislexia, son, por ejemplo:
- Que el principal síntoma de este trastorno es escribir las letras al revés o leer las palabras al revés.
- Que la dislexia está causada por un problema de procesamiento visual.
- Que la dislexia está asociada a un bajo nivel de inteligencia.
- Que se puede curar la dislexia.
¿Cómo puede detectarse la dislexia en los niños antes de que alcancen la edad de leer?
Existe un consenso considerable entre varios recursos sobre cuáles son los signos precoces de que un niño puede experimentar dificultades de lectura más adelante. A continuación, figura una lista de los signos que deberían alertar a profesores y padres sobre la posibilidad de riesgo. No obstante, es importante tener en cuenta que es cuando se presentan al menos tres de estos signos, y sobre todo si persisten en el tiempo, que hay que ponerse alerta.
Muchos de los signos precoces de la dislexia se enumeran en este artículo. Otros signos tempranos (en niños de 3-5 años) incluyen:
- Dificultad para recordar los nombres de cosas familiares o para aprender los números, los colores y las letras;
- Le gusta escuchar cuentos, pero no muestra interés por las palabras o las letras de la página;
- Días "buenos" y "malos" en el colegio, sin motivo aparente;
- Dificultad para recordar secuencias, como los días de la semana, los meses, etc.
- Falta de atención o concentración;
- Falta de control motor, especialmente de la motricidad fina, por ejemplo, con el manejo del lápiz y las tijeras, o para abrocharse la ropa, atarse los cordones de los zapatos, etc.
- Conductas problemáticas en sus habilidades sociales.
En muchos colegios en los Estados Unidos se realizan cribados periódicos para detectar a los niños con riesgo de dislexia. Se realizan en el aula y se basan en un modelo que se llama “Response to Intervention” (en español: Respuesta a la Intervención). El éxito de este modelo ha sido respaldado por numerosas investigaciones.
¿Cómo pueden los profesores indentificar a los niños con riesgo de dislexia?
La detección de niños en situación de riesgo tiene más probabilidades de ser precisa si se basa, no sólo en los signos precoces mencionados, sino también en el riesgo familiar. Cuando los niños entran en el sistema escolar, los profesores de Educación Infantil tienen la oportunidad de recabar información sobre la familia del niño cuando se reúnen con los padres de los niños de su clase. Si preguntan si los padres o hermanos del niño han tenido dificultades de lectura o han sido diagnosticados de dislexia, sabrán si existe el riesgo genético. Los niños que tienen un pariente cercano con dislexia tienen un riesgo significativamente mayor de padecer ellos mismos el trastorno.
Los profesores de educación infantil tienen la oportunidad de recabar información sobre sus alumnos justo en el momento en que entran en el sistema escolar, durante la entrevista inicial que mantienen con los padres de cada niño. Se pueden enterar sobre el desarrollo del niño hasta ese momento y su comportamiento en casa. Los profesores también podrían proporcionar información a todos los padres sobre la dislexia y los signos a los que hay que prestar atención. Sin embargo, es importante que no se etiquete a los niños en esta edad tan temprana; el objetivo del cribado debería ser identificar a los niños que podrían tener problemas en el proceso de aprendizaje de la lectura. Siempre es posible que los niños identificados más tarde no muestren ningún problema o que, con un poco más de apoyo, sean capaces de alcanzar el nivel de lectura de sus compañeros. También es importante tener en cuenta que las dificultades pueden estar relacionadas con otro tipo de trastorno que no sea la dislexia.
¿Qué debe ocurrir después de realizar un cribado de los niños?
Inicialmente, la idea sería que los niños detectados con factores de riesgo recibieran apoyo y refuerzo adicionales con la fonética y el desarrollo de su conciencia fonológica, ya sea por parte de profesores de colegio, asistentes de clase o especialistas en necesidades especiales. Con el tiempo, es posible que haya que dividir a los niños en grupos con distintos niveles, aunque esto depende de la disponibilidad de profesores para impartir esa enseñanza multinivel. Evaluar a los niños desde una edad muy temprana nunca va a ser un indicador preciso. Siempre es posible que los niños que parecen mostrar signos tempranos de alerta resulten no tener dificultades con la fonética y la lectura. Evaluar a los niños periódicamente significa que se puede hacer un seguimiento regular del desarrollo de las habilidades lectoras de cada niño. De este modo, si se descubre que un niño identificado como «en riesgo» aprende a un ritmo más rápido de lo esperado, siempre se le puede trasladar a otro grupo para que reciba una enseñanza menos intensiva.
¿Cómo dotamos a los niños de las habilidades necesarias para aprender a leer en el aula?
Los pasos básicos que se deben dar para preparar a los niños para el aprendizaje de la lectura se exponen en este artículo. Algunas otras pautas a seguir son:
- Enseñar primero los sonidos de las letras (fonemas) con letras minúsculas;
- Empezar por las letras más utilizadas;
- Asociar letras con palabras mediante imágenes (por ejemplo, /b/ con la imagen de un bebé);
- Reforzar las formas de las letras haciendo que los niños las tracen en el aire, en la arena o sobre la forma impresa de la letra;
- Pedir al niño que encuentre cosas (por ejemplo, en el aula) que empiecen por esa letra.
- Cuando los niños hayan aprendido todos los fonemas de una sola letra, enséñeles a combinar las consonantes con las vocales (sílabas). En español es mejor empezar con las sílabas de consonante-vocal (ma/ti/po/cu etc.).
¿Cómo pueden los padres apoyar este proceso con su hijo prelector en casa?
Si los padres sospechan que su hijo corre el riesgo de tener dificultades de lectura (véase el apartado anterior sobre señales tempranas), no deben dudar en informar a los profesores. También es importante que compartan con los profesores las técnicas que han comprobado que funcionan o no para su hijo en casa.
A continuación hay algunas pautas más para los padres:
- Intentar ver juntos libros, cuentos o poemas todos los días. Un niño no sabe automáticamente cómo sujetar o abrir un libro, dónde empieza la historia, dónde está la parte superior del libro o en qué dirección se leen las palabras.
- Ver juntos la televisión o vídeos de aprendizaje. Los niños aprenden mucho más si ven los programas con sus padres.
- Trazar formas y letras y hacer letras con plastilina.
- Jugar al "veo-veo" con los sonidos de las letras.
- Palmar las sílabas de las palabras.
- Cantar canciones que riman o canciones sobre los días de la semana, los meses del año, etc.
- Las letras magnéticas también son muy útiles para reforzar los sonidos de las letras, las sílabas y las palabras en casa.
- Exponer a su hijo a nuevas palabras siempre que sea posible para ampliar su vocabulario.
Los siguientes recursos pueden ser muy útiles para los padres:
Family Guide from Reading Rockets | Reading Rockets – una guía que está en inglés y español.
Se recomiendan también las siguientes páginas que incluyen juegos gratuitos con los fonemas, sílabas etc.: Juegos fonológicos para practicar con niños | EDUCACIÓN 3.0 (educaciontrespuntocero.com)
Aunque a primera vista el modelo de Respuesta a la Intervención requiere una inversión inicial de recursos, especialmente humanos (profesores) para los cribados periódicos de los niños pequeños y la enseñanza multi-nivel en grupos, el argumento a su favor es que si esto significa que hayan menos niños con dificultades de lectura en una etapa posterior, se necesitarán menos recursos para los niños una vez que alcancen la edad de leer. Hay que añadir a esto el beneficio de evitar todos los problemas emocionales, psicológicos y de conducta de los niños que no reciben el apoyo que necesitan para aprender. Sea cual sea la estrategia utilizada, está muy claro que no debemos esperar a que los niños fracasen en la lectura para ayudarles.
Sobre la autora
Julia Jakubovics es británica. Vive en España desde hace más de 20 años. Es licenciada en Psicología y recientemente ha cursado un Máster en Intervenciones en Dificultades de Aprendizaje en Niños en el ISEP (Instituto Superior de Estudios Psicológicos). Actualmente trabaja como «Shadow Teacher» y Coach para Sinews, proporcionando apoyo psicopedagógico a niños con necesidades educativas especiales.
Equilibrio entre dieta y cultura: Reflexiones de una nutricionista angloparlante en Madrid
Estuve explorando cómo las diferencias culturales afectan a la dieta y la nutrición y cómo un nutricionista de habla inglesa en Madrid puede ayudar a combinar las prácticas dietéticas culturales con hábitos alimenticios saludables.
Mudarse a otro país conlleva a menudo cambios significativos en los hábitos de vida, incluidos los hábitos alimenticios. Estos cambios pueden deberse a una variedad de factores, y es importante estar preparado para adaptarse a nuevas costumbres y entornos. Los horarios de las comidas (tardías), por ejemplo, es algo que sorprende mucho a los extranjeros cuando se mudan a vivir a España.
En nuestro país, la comida tiene una importancia cultural, social y económica significativa además de desempeñar un papel central en la vida diaria de las personas. La gastronomía española es conocida internacionalmente por su diversidad, riqueza de sabores y la importancia que se le da a los ingredientes frescos y locales. Además, la socialización en torno a la comida refleja la riqueza de la tradición culinaria española.
Diferencias culturales de la comida en España
Esta tradición tan arraigada a la comida de nuestro país puede tener un impacto negativo en los hábitos alimenticios de las personas que se mudan a España. Hay que entender, que las diferencias culturales pueden tener un impacto significativo en la nutrición de las personas. Aquí hay algunas formas en las que las diferencias culturales pueden afectar la nutrición:
- Preferencias alimenticias: Las culturas tienen diferentes preferencias en cuanto a sabores, texturas y tipos de alimentos. Por ejemplo, algunas culturas pueden basar su dieta en alimentos más picantes, mientras que otras pueden preferir alimentos más suaves o dulces. Estas preferencias pueden afectar la elección de alimentos y, por ende, la calidad nutricional de la dieta.
- Patrones alimenticios: Las culturas también tienen patrones alimenticios específicos, que pueden influir en la frecuencia y la cantidad de comidas consumidas. Algunas culturas pueden tener la costumbre de hacer varias comidas pequeñas a lo largo del día, mientras que otras pueden optar por comidas más grandes en ciertos momentos.
- Significados simbólicos de los alimentos: Los alimentos pueden tener significados simbólicos en diferentes culturas. Algunos alimentos pueden asociarse con celebraciones, rituales o eventos especiales. Esto puede influir en la cantidad y el tipo de alimentos consumidos en ciertas ocasiones, lo que afecta la ingesta nutricional.
- Disponibilidad de alimentos: La disponibilidad de ciertos alimentos puede variar según la región geográfica y las condiciones climáticas. Esto puede afectar la variedad y la cantidad de alimentos disponibles en una determinada cultura, lo que a su vez influye en la nutrición de la población.
- Normas sociales: Las normas sociales en torno a la comida, como la aceptación o el rechazo de ciertos alimentos, pueden ser fuertemente influenciadas por la cultura. Estas normas pueden afectar la elección de alimentos y la cantidad consumida.
- Roles de género: En algunas culturas, los roles de género pueden afectar la nutrición, ya que las expectativas sobre quién cocina, compra alimentos o decide sobre las comidas pueden variar. Esto puede influir en la calidad y cantidad de alimentos consumidos por diferentes miembros de la sociedad.
- Tradición y transmisión intergeneracional: Las recetas y prácticas alimenticias son a menudo transmitidas de generación en generación. Las tradiciones culinarias pueden influir en la elección de alimentos y en cómo se preparan, lo que afecta la calidad nutricional de la dieta.
- Creencias religiosas: Las creencias religiosas pueden tener restricciones dietéticas específicas que afectan los hábitos alimenticios. Por ejemplo, algunas religiones pueden prohibir ciertos tipos de carne o alimentos procesados.
Cómo encontrar un equilibrio entre la dieta y la cultura
Encontrar un equilibrio entre la dieta y la cultura es esencial para promover hábitos alimenticios saludables y sostenibles. Muchas veces mudarnos a otro país es sinónimo de variaciones en nuestros patrones alimentarios, lo que puede conllevar a influir negativamente en nuestra salud. Acudir a una nutricionista española que habla inglés y ha residido en Australia, puede ser beneficioso para nosotros ya que tendrá en cuenta los siguientes aspectos:
- Respetar las preferencias culturales: Reconocer y respetar las preferencias alimenticias y las tradiciones culinarias de ambos países es fundamental. Esto implica comprender los ingredientes, métodos de cocción y combinaciones de alimentos que son significativos en esa cultura. Como nutricionista, mi labor es ayudar a combinar aspectos de ambas culturas para conseguir tener una buena alimentación.
- Adaptar las recomendaciones nutricionales: Es importante adaptar las recomendaciones nutricionales a las preferencias y necesidades específicas de una comunidad cultural. Esto puede incluir la adaptación de guías dietéticas para reflejar las opciones alimenticias más comunes y respetar las restricciones culturales o religiosas.
- Educación nutricional culturalmente sensible: Desarrollar programas de educación nutricional que tengan en cuenta las prácticas alimenticias y las creencias culturales. Esto ayuda a las personas a comprender cómo hacer elecciones alimenticias saludables dentro de su contexto cultural.
- Incorporar alimentos locales y de temporada: Fomentar el consumo de alimentos locales y de temporada puede ser beneficioso tanto para la salud como para la sostenibilidad. Además, esto se alinea con muchas prácticas alimenticias tradicionales que han evolucionado para aprovechar los productos disponibles en la región. En España contamos con una gran diversidad de producción agrícola y ganadera gracias a la cual contamos con alimentos ricos en nutrientes.
- Promover la diversidad alimentaria: Animar a la diversidad en la dieta es esencial para garantizar una ingesta equilibrada de nutrientes. Esto puede incluir la exploración de alimentos tradicionales menos conocidos pero nutritivos.
- Celebrar festivales y eventos culturales con alimentos: Integrar la comida en celebraciones culturales y eventos fortalece los lazos entre la alimentación y la identidad cultural. Esto puede hacer que las personas se sientan más conectadas con sus tradiciones y al mismo tiempo promover elecciones alimenticias saludables. España es un país con una gran diversidad de festividades en las cuales comemos alimentos tradicionales. Incluirnos en nuestra alimentación es una manera de integrarnos en la nueva sociedad.
- Abordar desafíos específicos de salud: Reconocer y abordar los desafíos de salud específicos dentro de una comunidad cultural. Algunas comunidades pueden enfrentar problemas de salud específicos relacionados con la dieta, y es importante abordar estos problemas de manera culturalmente sensible.
- Fomentar la cocina casera: Promover la preparación de alimentos en casa puede ser una forma efectiva de mantener las tradiciones culinarias y al mismo tiempo controlar la calidad de los ingredientes y las porciones.
- Adaptarse a cambios culturales: Reconocer que las culturas evolucionan y cambian con el tiempo, y que los hábitos alimenticios también pueden cambiar. Adaptarse a estos cambios culturales sin perder de vista la importancia de la salud nutricional es crucial.
En resumen, la consulta con un nutricionista al mudarte a otro país puede ser fundamental para garantizar que mantengas una dieta equilibrada, saludable y adaptada a tu nueva situación. Encontrar un equilibrio entre la dieta y la cultura implica respetar y celebrar las prácticas alimenticias tradicionales mientras se promueven elecciones que sean beneficiosas para la salud y sostenibles a largo plazo.
Sobre la autora
Adriana Martín es nutricionista clínica en Sinews. Atiende tanto a adultos, como adolescentes y niños que buscan mejorar su salud a través de la alimentación. Está especializada en salud pública y también trata TCA, SIBO, enfermedades crónicas y otras patologías, así como ganancia de masa muscular o pérdida de peso. Su enfoque no consiste en pautar menús cerrados, sino en hacer entender la importancia de la nutrición en cada etapa de la vida a través de diferentes herramientas.
¿Cómo puedo mejorar mi inteligencia emocional?
La inteligencia emocional, esa capacidad para entender y gestionar nuestras emociones, es un recurso invaluable que puede marcar la diferencia en la calidad de nuestras relaciones así como en nuestro éxito personal y profesional.
A lo largo de la evolución de la humanidad, las emociones han desempeñado un papel crucial en la supervivencia. La capacidad de percibir y responder a las emociones permitió a nuestros ancestros reaccionar de manera rápida y efectiva ante situaciones de peligro al sentir miedo por ejemplo, o fortalecer los vínculos sociales y familiares al sentir alegría al relacionarse.
En la actualidad siguen siendo un crucial sistema de señales evolutivas que sirven como indicadores rápidos de nuestras experiencias y desencadenan respuestas adaptativas. Saber gestionarlas y que sean nuestras grandes aliadas y no enemigas va a determinar la capacidad de tomar decisiones positivas, la calidad de nuestras relaciones interpersonales, la habilidad de ser resilientes y hacer frente a la adversidad, nuestro estado general de salud y bienestar así como nuestro desempeño profesional.
Daniel Goleman, un psicólogo estadounidense, popularizó este concepto a través de su libro «Inteligencia Emocional», publicado en 1995. Según Goleman:
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como la habilidad para reconocer, influir y gestionar las emociones de los demás en nuestras interacciones cotidianas.
Afortunadamente, la inteligencia emocional no es una habilidad fija, sino que puede ser aprendida y mejorada con el tiempo. Es un factor clave para el éxito en la vida, tanto en el ámbito personal como en el profesional, y según Goleman puede ser incluso más importante que el coeficiente intelectual (CI) en la determinación del rendimiento profesional y el bienestar general.
En un mundo cada vez más interconectado, donde las relaciones humanas desempeñan un papel fundamental en el éxito personal y profesional, cultivar y mejorar nuestra inteligencia emocional se convierte en una tarea esencial.
En este artículo, exploraremos 6 estrategias prácticas para potenciar tu inteligencia emocional. Descubriremos cómo estas habilidades pueden impactar positivamente en tu bienestar general, en tu toma de decisiones y en la calidad de tus relaciones interpersonales.
1. Autoconocimiento: La base de la Inteligencia Emocional
Antes de poder gestionar tus emociones, necesitas ser consciente de ellas. Dedica tiempo a reflexionar sobre tus sentimientos. Lleva un diario emocional para identificar patrones y desencadenantes emocionales, identificando y etiquetando lo que sientes en diferentes situaciones y cómo tus emociones afectan tus pensamientos, tu conducta y tus sensaciones corporales.
La autoconciencia te permite comprender mejor tus reacciones emocionales y te brinda la capacidad de gestionarlas de manera más efectiva. Esta práctica te permitirá reconocer tus reacciones automáticas y proporcionará una base sólida para el crecimiento emocional.
La autoconciencia también implica estar presente en el momento actual. La atención plena o mindfulness es una técnica efectiva para cultivar esta conciencia. Dedica unos minutos cada día a practicar la atención plena, centrándote en tus pensamientos y emociones sin juzgarlos. A medida que desarrollas la autoconciencia, te vuelves más capaz de reconocer y comprender tus propias emociones.
2. Gestión Emocional: Aprender a Canalizar tus Emociones
Una vez que eres consciente de tus emociones, el siguiente paso es aprender a gestionarlas. Practica la autorregulación emocional, identificando estrategias que te ayuden a mantener la calma en situaciones estresantes. La meditación, la respiración consciente y la práctica de la empatía contigo mismo son herramientas poderosas para manejar tus emociones de manera saludable. Establece rutinas que fomenten la estabilidad emocional en tu vida diaria.
3. Empatía: Conectar con las Emociones de los Demás
La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. Cultivar la empatía fortalece tus habilidades sociales y mejora tus relaciones interpersonales. Escucha activamente a los demás, sé consciente de sus emociones y muestra comprensión, prestando atención completa a la comunicación no verbal y verbal de los demás. Intenta comprender las experiencias y perspectivas de los demás sin juzgar.
Este acto no solo fortalece tus conexiones, sino que también te permite ver el mundo desde perspectivas diversas.
Participar en actividades que te expongan a diversas experiencias y puntos de vista puede ampliar tu comprensión empática. La lectura, el voluntariado y la participación en grupos diversos te permiten entrar en contacto con diferentes realidades y aumentar tu capacidad de empatizar con una gama más amplia de emociones y experiencias.
4. Habilidades Sociales: Construir Relaciones Saludables
Las habilidades sociales son esenciales para el éxito en la vida personal y profesional. Desarrolla la capacidad de comunicarte efectivamente, resuelve conflictos de manera constructiva y practica la asertividad. Construir relaciones saludables implica establecer límites claros, expresar tus necesidades de manera respetuosa y estar abierto al diálogo. Participar en actividades grupales puede ser una excelente manera de practicar estas habilidades.
5. Motivación: Impulso para el Crecimiento Personal
La motivación es un componente clave de la inteligencia emocional. Reflexiona sobre tus valores y objetivos a largo plazo. ¿Qué te impulsa a levantarte cada mañana? Al alinear tus metas con tus valores fundamentales, encontrarás una fuente duradera de motivación. Descubre lo que te apasiona y establece metas significativas que te inspiren y te impulsen a crecer.
La capacidad de mantener la motivación incluso en tiempos difíciles es fundamental para superar desafíos y alcanzar el éxito a largo plazo. Mantente enfocado en tus objetivos, incluso cuando enfrentes obstáculos, y utiliza los desafíos como oportunidades de crecimiento. Recuerda que el camino hacia el logro puede estar lleno de obstáculos, pero enfrentarlos con determinación refuerza tu resiliencia emocional. Celebra los éxitos, incluso los pequeños, y aprende de los fracasos.
6. Desarrollo Continuo: Un Compromiso de por Vida
Mejorar la inteligencia emocional no es un destino, sino un viaje continuo. Comprométete a aprender y crecer a lo largo del tiempo. Buscar la orientación de profesionales y reflexionar regularmente sobre tus experiencias emocionales forman parte del compromiso constante con el desarrollo personal que te ayudará a mantener una inteligencia emocional sólida a lo largo de tu vida. Cada experiencia, positiva o negativa, es una oportunidad para aprender. Reflexiona sobre las situaciones emocionales pasadas y considera cómo podrías haber manejado las cosas de manera diferente. Esta autoreflexión constructiva alimenta el crecimiento emocional.
En conclusión, la inteligencia emocional emerge como un pilar fundamental que sostiene múltiples facetas de la vida de una persona, impactando tanto en su bienestar psicológico como en su éxito en diversas áreas. Desde las relaciones interpersonales hasta el ámbito profesional y la salud mental, la influencia de la inteligencia emocional es omnipresente, delineando el camino hacia una vida más plena y satisfactoria. El viaje hacia la mejora de la inteligencia emocional es un proceso valioso que contribuye significativamente al bienestar personal y a relaciones más saludables. Al desarrollar el autoconocimiento, gestionar las emociones, cultivar la empatía, mejorar las habilidades sociales, mantener la motivación y comprometerse con el desarrollo continuo, estarás en camino hacia una vida más plena y enriquecedora.
Cultivar esta habilidad no solo enriquece la vida de cada individuo, sino que también contribuye positivamente a la construcción de comunidades más compasivas, entornos de trabajo más colaborativos y sociedades más resilientes. Así, la inteligencia emocional se revela como una herramienta esencial para abrazar la complejidad de la experiencia humana y avanzar hacia una vida plena de significado y conexión.
Sobre la autora
Verónica Sarria es psicóloga sanitaria en Sinews. Está especializada en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, trabajando con adolescentes y adultos. De igual manera trata otras problemáticas como ansiedad, depresión, duelo, autoestima y problemas en relaciones interpersonales, entre otros. Su orientación es cognitivo conductual pero integra herramientas y técnicas de otras corrientes según las necesidades de cada paciente, gracias a su formación en mindfulness, mindful eating, teoría del apego y terapia sistémica (de familia).
Explorando la Terapia EMDR: Tratamiento de Trauma con Estímulos Sensoriales
La Terapia EMDR, conocida como Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares en inglés (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), representa un enfoque terapéutico que integra estímulos sensoriales para abordar experiencias traumáticas pasadas.
¿Qué implica la Terapia EMDR?
Este enfoque terapéutico está diseñado para asistir a individuos en la superación de traumas emocionales. Durante las sesiones, el terapeuta guía al paciente para que se enfoque en recuerdos o imágenes perturbadoras, empleando movimientos oculares laterales, sonidos bilaterales o estimulación táctil.
Estos estímulos sensoriales facilitan el desbloqueo del procesamiento de memorias traumáticas, permitiendo que el cerebro las procese de una manera más adaptable.
¿En qué situaciones se recomienda la Terapia EMDR?
Principalmente, se emplea para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), aunque también ha demostrado eficacia en otros trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión, fobias y trastornos alimenticios. Además, se ha explorado su uso en casos de adicción y dolor crónico.
¿Cómo se desarrollan las sesiones de EMDR?
Las sesiones típicamente tienen una duración de 60 a 90 minutos y se estructuran en distintas fases.
Inicialmente, el terapeuta evalúa la historia clínica y las necesidades específicas del paciente. Posteriormente, guía al individuo para identificar un objetivo de tratamiento claro. En la siguiente etapa, el terapeuta facilita la desensibilización de los recuerdos traumáticos, haciendo uso de estímulos sensoriales como movimientos oculares, sonidos bilaterales o estimulación táctil.
Finalmente, se trabaja con el paciente para consolidar los resultados obtenidos y establecer un plan de acción para el futuro.
¿Cómo inciden los movimientos oculares en la Terapia EMDR?
Según la hipótesis de Shapiro, se cree que los movimientos oculares en la Terapia EMDR están relacionados con la manera en que el cerebro procesa y almacena la información. Estos movimientos oculares pueden contribuir a liberar memorias traumáticas y facilitar un procesamiento más adaptativo de la experiencia.
¿Es aplicable la Terapia EMDR en niños?
Sí, la Terapia EMDR puede adaptarse para trabajar con niños, ajustando el proceso terapéutico a su edad y nivel de desarrollo. Terapeutas especializados emplean técnicas específicas para ayudar a los niños a procesar experiencias traumáticas y superar los síntomas relacionados. Es esencial proporcionar a los niños que reciben Terapia EMDR un entorno seguro y de apoyo para manejar sus emociones durante y después del tratamiento.