¿Está tu hijo/a preparado/a para hablar?
Jarrisvette Villarreal estudió ciencias y trastornos de la comunicación en Texas en la universidad de Texas A&M en Kingsville. Trabajó como asistente de logopeda en Brownsville, Texas por 1 año y medio. Despues se trasladó a España para cursar un Master en Educación Bilingüe y Multicultural en la Universidad de Alcalá en Alcalá de Henares. Ha estado viviendo en España durante 4 años y trabajando como auxiliar de conversacion con una variedad de edades dentro del sistema escolar. Actualmente trabaja como logopeda en Sinews y está muy contenta de formar parte del equipo.
¿Nota que su pequeño aún no habla? ¿Se pregunta por qué? ¿Ha investigado mucho sobre cómo estimular el habla, pero no lo consigue? Quizá deberíamos dar un paso atrás y preguntarnos: ¿están preparados para hablar? ¿Han adquirido las habilidades prelingüísticas que sientan las bases de las palabras?
A medida que los bebés crecen, sus capacidades cambian. Los bebés son como esponjas: absorben muchas cosas durante sus primeros años de vida. Pasan de ser recién nacidos que solo duermen, a niños que caminan y hablan. No ocurre de la noche a la mañana, hay muchas cosas que suceden entre estas dos fases. “Baby steps,” como se dice en inglés, poco a poco van pasando pequeños cambios y aprendiendo a convertirse en niños que caminan y hablan. Siempre celebramos los grandes cambios, como cuando pronuncian su primera palabra o dan sus primeros pasos. Es increíble ver cómo aprenden y crecen, pero es fácil pasar por alto los pequeños cambios. Los pequeños cambios son los que los llevan a caminar y hablar, son las habilidades que sientan las bases para que se produzcan las palabras y los pasos.
Sabemos que cada bebé es diferente y se desarrolla a su propio ritmo, así que quizá no todos alcancen ese hito a la «edad indicada». Sin embargo, hay ciertas habilidades que un bebé debe adquirir antes de alcanzar ese hito. Algunos niños necesitan más ayuda y orientación para adquirirlas.

Competencias prelingüísticas
Las habilidades prelingüísticas son requisitos previos para el habla y el lenguaje. Son un conjunto de habilidades que se van desarrollando en niños con un desarrollo normal y en niños con trastornos del lenguaje. Es posible que estas habilidades no aparezcan en el mismo orden en todos los niños, pero lo harán antes de que aparezca el lenguaje. Estas habilidades son las que utilizan los niños para comunicarse antes de ser capaces de formar palabras. Para que el niño esté preparado para hablar, las habilidades prelingüísticas deben ser constantes y estables.
¿Cómo puedo saber si mi hijo está preparado para hablar?
Por suerte para nosotros, Laura Mize, logopeda, tiene una serie de podcasts increíblemente detallados que describen las habilidades prelingüísticas. Élla habla de «11 habilidades que un niño pequeño debe usar antes de que surjan las palabras». Nos ayuda a entender qué son, cómo identificarlas y por qué son importantes.
Las habilidades mencionadas en su podcast son:
- Responde a los acontecimientos del entorno: ¿se da cuenta de las cosas que le rodean? Los niños deben ser capaces de procesar las cosas que oyen y ven. Deben ser conscientes de lo que les rodea y reaccionar ante ello.
- Responde a las personas: ¿le interesan las personas? Los niños deben interactuar con la gente, responden cuando les llames por su nombre, o te buscan para que juegues con ellos.
- Desarrolla una capacidad de atención: la capacidad de atención de los niños pequeños suele ser de 3 a 6 minutos. Pueden fijarse en algo si les interesa. Se quedan con ello un rato y se dan la oportunidad de ver cómo funciona.
- Muestran atención conjunta: pueden compartir el momento. Pueden utilizar un juguete contigo y desplazar su atención del juguete a ti.
- Juega con juguetes: los niños pequeños aprenden jugando y utilizando juguetes. Los juguetes son significativos para ellos. ¿Saben jugar adecuadamente con los juguetes? Por ejemplo: hacer rodar un coche de juguete por el suelo.

- Comprenden y utilizan los primeros gestos: ¿se comunican con el cuerpo? ¿Saben decir adiós, decir sí o no con la cabeza, pueden seguir un punto?
- Entienden las primeras palabras y siguen instrucciones sencillas: ¿reconocen los nombres de personas conocidas o cosas que utilizan a diario? Si dices ”¿dónde está papá? o ¿quieres agua?”, ¿Lo entenderán
- Vocaliza: ¿son ruidosos? Los niños pequeños deben emitir sonidos intencionados con su voz, antes de poder hablar.
- Imitan acciones, gestos y palabras: copian lo que tú haces: utilizan un juguete de la misma forma que tú, aplauden cuando tú aplaudes.
- Inicia la interacción: toma la iniciativa para llamar tu atención: quieren jugar contigo, intentan que los mires o que cojas algo para ellos.
- Toman turnos: pueden juagar contigo a pasar la pelota o con un cochecito.
Estas son las 11 habilidades que debe desarrollar un niño pequeño antes de empezar a hablar. Cada una de estas habilidades son esenciales para el desarrollo del lenguaje. Los niños pequeños deben tener estas habilidades firmemente establecidas para que las palabras fluyan.
Puedes escuchar la primera parte del podcast pinchando aquí y la segunda parte pinchando aquí.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a prepararse para las palabras?
Como uno de los padres, usted es quien mejor conoce a su hijo. Sabe lo que es capaz de hacer y lo que no. Debe ser capaz de identificar si estas habilidades están presentes, son constantes y fuertes para que surja el lenguaje. Si falta alguna de estas habilidades, o no son muy consolidadas, hay que centrarse en ellas y reforzarlas para preparar a su hijo para que surgan las palabras.
Las preguntas que debemos hacernos cuando intentamos determinar cómo ayudar a nuestros hijos a hablar son:
- ¿Cuáles de estas habilidades están presentes en mi hijo? ¿Cuáles no?
- ¿Cuáles de estas habilidades aparecen constantemente? ¿Cuáles sólo de vez en cuando?
- ¿Cuáles son fuertes? ¿Cuáles necesitan más trabajo?
Debemos determinar cuáles de estas habilidades necesitan refuerzo y cuáles hay que introducir. Una vez que sepamos a qué dirigirnos, podremos trabajar con nuestros pequeños para prepararlos para las palabras.
Las habilidades prelingüísticas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del lenguaje. Los niños deben desarrollar todas estas estas habilidades antes de que empiecen a hablar. Si nuestros pequeños hablan tarde, debemos examinar esta lista y determinar qué les falta, y trabajar esas habilidades con ellos. Es importante que no nos saltemos ningún paso que nos lleve a la comunicación. No queremos presionarles para que digan palabras cuando todavía no están preparados. Tenemos que prepararlos para que lo logren, dándoles las herramientas que necesitan para el lenguaje. Una vez alcanzadas estas once habilidades, podemos centrarnos en hablar con palabras.
¿Deberíamos ir a un logopeda?

Algunas personas le dirán «no se preocupe, las palabras le saldrán solas, todavía es muy pequeño». Aunque a veces sea cierto, no siempre es así. Es estupendo que te informes y aprendas más sobre cómo ayudar a tu hijo. Tú eres el experto en tu hijo y quien mejor lo conoce, así que si tienes el presentimiento de que necesitas buscar ayuda, no hay nada malo en ello. Cuanto antes reciban el apoyo que necesitan, mejores serán sus resultados.
Reseña de película: Los renglones torcidos de Dios (2022)
El éxito literario escrito por Torcuato Luca de Tena en 1979 ha llegado a la pantalla grande tomando el mismo nombre de la novela que tanto ha conseguido enganchar a los lectores a lo largo de los años. Luca de Tena, con Los renglones torcidos de Dios, nos hace adentrarnos en un thriller psicológico en el que el lector no podrá parar de leer, pues los interrogantes se acumulan en su cabeza y difícilmente puede dejar esas preguntas para la próxima lectura. La película, por su lado, engancha a la audiencia con una serie de argumentos de la mano de la protagonista, que generan interrogantes. Los saltos en el tiempo nos harán reflexionar sobre la veracidad de los hechos.
Breve sinopsis de la película
La novela, y su homónima película, nos cuenta que Alice Gould, una investigadora privada, ingresa en un sanatorio mental por encargo de un cliente para esclarecer las circunstancias de un asesinato. Para ello, Alice se documenta sobre una enfermedad mental, la paranoia. Tras un exhaustivo estudio de este trastorno Alice decide ingresar como un paciente que sufre de ello. Recordemos que en la época en la que la novela está ambientada, la mujer tenía que pedir el permiso del marido para ciertas cosas, por lo que Alice engaña a su marido para que firme la solicitud de ingreso al centro.
A lo largo de las páginas y los minutos de la película, los lectores y audiencia irán tomando decisiones sobre la fiabilidad de lo que en un momento parecía muy evidente, la cordura de la protagonista de esta historia. Pero para el autor del libro y el director de la película, la cordura y la locura están separadas por una línea muy fina y así nos lo hacen saber a lo largo de los minutos que pasamos enfrascados en esta historia.
Símil con la realidad
Según cuenta el propio autor de la novela, para poder escribir el libro, tuvo que internarse voluntariamente durante 18 días en una institución psiquiátrica para así poder ajustarse a la realidad de lo que realmente se vivía entre esas paredes. Finalmente, en la dedicatoria que incluye en el libro quiere agradecer a toda la comunidad médica su labor y tenacidad para “enderezar” a esos renglones torcidos de dios, los pacientes que él mismo conoció y en los cuales se inspiró para crear esta novela.
El interés que puede generar esta novela, y su posterior adaptación cinematográfica, en la sociedad no solo radica en un simple pasatiempo sino que a su vez, acerca a la sociedad el avance que ha experimentado la psiquiatría y la psicología desde la época en la que se enmarca esta historia de suspense. Las distintas enfermedades o condiciones de los pacientes mostradas en la película y el libro, acercan la salud mental a todo aquel ajeno al campo de la salud, si bien en algunos casos no de la forma más acertada. El lector o la audiencia podrá experimentar cómo afecta la mente sobre la fisiología, cuáles eran las técnicas utilizadas para distintos trastornos e incluso, cómo se trataba a los pacientes de esas instituciones. A día de hoy nos podrían parecer indignas o abusivas, pero no debemos perder el foco de los grandes avances que se han conseguido en estos campos para aumentar la dignidad de los pacientes y su seguridad sin privarlos de la libertad que va intrínseca a la condición humana.
¿Por qué acudir a un nutricionista?
Según la Ley de ordenación de profesiones sanitarias (LOPS) el Dietista-Nutricionista es el profesional sanitario legalmente habilitado para desarrollar actividades relacionadas con la alimentación de las personas, adaptándolas a las necesidades fisiológicas y/o patológicas de las mismas, y proporcionar consejo y tratamiento dietético.
Actualmente vivimos en la era de la información y cada vez es más fácil encontrar en revistas, periódicos y por supuesto, en internet, consejos y recomendaciones de temática variada sobre nutrición. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que no toda la información que encontramos disponible es veraz y está actualizada. Es más, todo este torrente informativo se caracteriza por su ambivalencia, es decir, lo que en una fuente puede aparecer como beneficioso en otra aparece como perjudicial, por lo que se pueden encontrar argumentos para defender una postura, así como para desmentirla, con la misma facilidad. De ahí la importancia de acudir a un profesional Dietista-Nutricionista que nos dé recomendaciones individualizadas y siempre bajo la evidencia científica.
¿Qué es exactamente un dietista-nutricionista?
Es frecuente que cuando las personas escuchan la palabra nutricionista, lo primero que se les viene a la cabeza es “pérdida de peso” y “hacer dieta”. Sin embargo, un dietista-nutricionista es un profesional sanitario cuyas funciones van mucho más allá de todo eso, ya que es un experto en nutrición y dietética que se encarga no solo del tratamiento nutricional de un amplio rango de patologías, y abordaje nutricional en distintas etapas de la vida, sino también de la gestión de calidad y seguridad alimentaria y, algo muy importante, de la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación y el estilo de vida.
Un dietista-nutricionista te proporcionará recomendaciones individualizadas, no solo teniendo en cuenta la situación general del paciente, esto es, patología, edad, etapa de la vida y otras situaciones personales, sino también adaptar las recomendaciones a la cultura del paciente.
¿Cuándo debería acudir a un dietista-nutricionista y en qué me podría ayudar?
Estos son algunos de los motivos por los que deberías acudir a consulta:
- Cambio de hábitos alimentarios, para ayudar a la prevención de patologías relacionadas con el estilo de vida como la diabetes mellitus de tipo 2, hipercolesterolemia o hipertensión arterial, así como ayudar al manejo de las mismas una vez han sido diagnosticadas. En estos casos, la nutrición es la primera línea de actuación y en los casos en los que es necesaria terapia farmacológica, también continúa siendo una parte muy importante durante el tratamiento.
- Situaciones específicas como embarazo o lactancia, en las que la nutrición cumple un papel tan importante. En estas etapas de la mujer los requerimientos están aumentados y es esencial asegurar un buen aporte de todos los macro y micronutrientes.

- Abordaje nutricional en las distintas etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad anciana, tanto en contexto de salud como de enfermedad, y siempre teniendo en cuenta las peculiaridades de las distintas etapas.
- Alimentación infantil. Asesoramiento en la transición de la lactancia exclusiva a la alimentación complementaria, es decir, cómo y en qué momento introducir paulatinamente los distintos sólidos. También con el famoso baby-led weaning (BLW), que tan en auge está desde hace unos años: precauciones, beneficios e inconvenientes, qué alimentos y cómo cocinarlos, texturas de los mismos y mucho más.
- Mejora del rendimiento en deportistas, con el fin de adaptar las recomendaciones en función del tipo de disciplina deportiva y requerimientos individuales, así como valorar la necesidad de suplementación con el fin de mejorar rendimiento y objetivos.
- Patologías digestivas: intolerancia a la fructosa y sorbitol, sobrecrecimiento bacteriano (también conocido como SIBO), intolerancia al gluten no celíaca, celiaquía, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa.
- Tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria o cuando hay una relación negativa con la comida. El nutricionista te ayudará a aprender a comer de todo sin miedo, a desterrar mitos y mejorar la relación con la comida.
- Abordaje nutricional en otras patologías como enfermedad renal o cáncer es los que la nutrición también juega un papel esencial. También problemas hormonales como amenorrea hipotalámica.
- Aprender a comer saludable y educación nutricional. No tienes que estar enfermo o una situación específica para decidir acudir a un nutricionista. A veces simplemente una persona sana quiere aprender a comer o cambiar sus hábitos.
- Alimentación vegetariana. Ya sea por los animales, por el medio ambiente o por cualquier otra razón personal, a veces una persona decide eliminar los productos animales de su alimentación, de una manera más o menos estricta. En cualquier situación (ovolactovegetariano, vegano…) un nutricionista puede ayudarte a realizar el cambio de manera progresiva y sustituir todos esos productos animales por opciones vegetales que te permitan llevar una alimentación saludable cubriendo todos los nutrientes y evitando déficits.
En resumen, la salud es muy importante y por ese motivo deberíamos ponerla en manos de un profesional cualificado y titulado para asegurarnos que las recomendaciones dietéticas son coherentes y adaptadas en virtud de las circunstancias individuales de cada paciente.
Kit de Herramientas de la Terapia de Superhéroes para ayudar tu hij@ a lidiar con situaciones difíciles
Terapia de superhéroes, ¿eso existe?
Janina Scarlet PhD, adaptó una intervención basada en la evidencia llamada Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la convirtió en la terapia favorita de los amantes de los superhéroes, con la intención de ayudar a niñ@s y adultos a manejar sus síntomas de depresión, ansiedad, estrés postraumático y otras condiciones de salud mental. El objetivo de ACT y la Terapia de Superhéroes es ayudar a las personas a aprender a tener una relación más saludable y flexible con sus pensamientos, emociones y otros eventos privados significativos. Lo que a su vez les permitirá entender quiénes quieren ser y avanzar hacia lo que es verdaderamente valioso para ellos.
Trabajar en valores con niñ@s puede ser una tarea muy desafiante debido a su trasfondo tan abstracto. Pedirle a niñ@s o adolescentes que hagan lo que es importante por encima del dolor o la incomodidad puede parecer imposible. Afortunadamente, ahí es donde los superhéroes son útiles. Desde el marco de ACT, un terapeuta puede ayudar a un paciente a relacionarse con un superhéroe, comprender el origen de ese superhéroe y discutir cómo ese superhéroe ha superado muchos de sus propios desafíos (probablemente relacionados con lo social, emocional o psicológico) al realizar acciones que lo dirigen hacia sus valores. Motivar a los niñ@s a conectarse con la historia de un superhéroe les permitirá jugar con diferentes perspectivas que pueden ayudarlos a aclarar lo que es importante para ellos.
Entonces, ¿cómo podemos usar la terapia de superhéroes en nuestra vida cotidiana?
Idealmente, la Terapia de Superhéroes debe usarse como una guía para que los terapeutas que usan intervenciones basadas en evidencia las apliquen en niñ@s o adultos en sesión. Sin embargo, como dijo el creador de Marvel Comics, Stan Lee: “La persona que ayuda a los demás simplemente porque es necesario y porque es lo correcto, es, sin duda, un verdadero superhéroe”. Así que tomemos nuestras capas y saquemos a nuestro superhéroe interior.
1 – Busca un superhéroe con el que tu hij@ pueda relacionarse. ¿Puedes pensar en un superhéroe o un personaje con el que tu hij@ pueda identificarse? También puede ser su personaje favorito, no tiene por qué ser un superhéroe en el sentido estricto de la palabra. Puede ser cualquier personaje de su libro, película o serie favorita. Incluso puede ser un miembro de la familia o una persona en su vida que admire, o un personaje que pueda tener una historia de origen o una lucha con la que pueda conectar.
Por ejemplo, para la Dra. Scarlett fue Tormenta de X-Men. Cuando era muy joven, la Dra. Scarlet estuvo expuesta a una explosión nuclear porque vivía en un pequeño pueblo cerca de Chernóbil. Esto tuvo efectos increíblemente debilitantes en su salud. Para empeorar las cosas, sus síntomas estaban fuertemente influenciados por el clima: si hacía calor, le sangraba mucho la nariz, si estaba húmedo, le daban migrañas o convulsiones, etc. Cuando tenía doce años, su familia decidió mudarse a los Estados Unidos, pensando que la situación mejoraría estando lejos de la radiación, pero allí enfrentó otro tipo de problemas. En la escuela, sus nuevos compañer@s de clase no podían entender por lo que había pasado y tuvo que soportar un intenso acoso escolar. La llamaban “radiactiva” o “contagiosa” y sus compañer@s tenían miedo de tocarla o estar cerca de ella. Esto la hizo sentir completamente sola y deprimida. Pero todo cambió cuando vio X-Men. Los «Super Mutantes» la hicieron sentir menos sola, especialmente cuando descubrió a Tormenta, una superheroína que podía controlar el clima, un superpoder que siempre deseó tener, ya que, su propia enfermedad dependía del clima.
¿Hay algún superhéroe que pueda hacer que tu hij@ se sienta un poco menos solo en el mundo? ¿Un personaje que aman o admiran? Puede ser Batman, Superman, Harry Potter, Katniss Everdeen, incluso una princesa de Disney, un personaje de Encanto, Frozen o series de anime. Cualquier personaje que puedan pensar.
2 – ¿Cuál es su superpoder? Trata de averiguar qué es lo que le gusta tanto a tu hij@ de este personaje. ¿Qué superpoderes tienen? ¿a qué problemas se ha enfrentado y qué han necesitado para superarlos? ¿Qué características han enganchado a tu hij@ a este personaje?
Esta es una conversación que también puedes tener con niñ@s más pequeños, es posible que no sean tan claros como l@s mayores, pero si te dicen que les gusta Batman porque es bueno para salirse de aprietos, hay un par de características que puedes sacar de eso como: inteligente, bueno resolviendo problemas, rápido, fuerte. Siempre hay algo detrás de la respuesta obvia, lo cual es realmente valioso, pues estos superpoderes pueden ser la ventana a los valores de tu hij@.
3 – Diario de superhéroes. Una vez que hayas encontrado los superpoderes que tu hij@ admira, es importante que se traduzcan en acciones. Encuentra una manera en la que tu hij@ y tú puedan ser un poco más como Superman, Batman, Elsa, Katniss o cualquier personaje que hayan elegido. Para que sea más divertido, introdúcelo como misiones que tienen que cumplir y tengan un Diario de Superhéroe donde tu hij@ puede dibujar o escribir todas las misiones que ha completado como su superhéroe, para que en momentos difíciles pueda volver y recordar todo lo que es capaz de hacer.
4 – Encuentra un Mentor de Superhéroe. Cada Superhéroe tiene un compañero o un mentor que lo apoya durante sus misiones. Batman tiene a Alfred, Harry Potter tiene a Ron y Hermione, Ironman tiene a Jarvis y Katniss tiene a Haymitch. Anima a tu hij@ a encontrar un compañero o un mentor, puede ser un miembro de la familia, un amig@, una mascota o incluso un terapeuta. Sinews puede ser una gran fuente de asesoramiento, contamos con un gran grupo de terapeutas infantiles que con gusto aprovecharán la oportunidad de ser un mentor de superhéroes.
5 – Todo historia de superhéroe comienza con dificultades. Por último, pero no menos importante, recuérdale a tu hij@ que todos los superhéroes tienen una historia de origen que suele implicar algún tipo de dificultad. Batman perdió a sus padres, Harry Potter no solo perdió a sus padres, tuvo que soportar la horrible familia que le quedaba, Hulk estuvo expuesto a la radiación, entre otros desafíos. Estas historias los convirtieron en los superhéroes que son, las dificultades los ayudaron a desarrollar los increíbles superpoderes que todos admiramos. Entonces, si tu hij@s siente que la vida es un poco desalentadora, recuérdale que esto que tanto les preocupa le convertirá en un asombroso superhéroe.
Referencias:
Scarlet, J. (2017). Superhero Therapy: Mindfulness skills to help teens & young adults deal with anxiety, depression and trauma. New Harbinger.
Washington, K. (2019, April 25). What is superhero therapy?. Denver Health Blog. https://www.denverhealth.org/blog/2019/04/what-is-superhero-therapy
Maneras de amar, un libro para entender mejor tus relaciones amorosas
El amor es, sin duda, uno de los temas que más nos ha fascinado (y torturado, a partes iguales) desde el inicio de la civilización. Sin embargo, también es una de las grandes interrogantes científicas, ¿Cómo funciona el amor y, sobre todo, por qué nos enamoramos de quién nos enamoramos? En psicología una de las teorías que está buscando explicaciones, investigando y resolviendo, en parte, estos enigmas es la teoría del apego.
La belleza de esta teoría es que, si conocemos nuestro estilo de apego, podemos también resolver algunas de las contradicciones amorosas en las que caemos y acertar mejor en nuestras decisiones románticas. Como, por ejemplo: “¿por qué si, en general me considero una persona con confianza en mí mismo/a, en el momento en el que la persona que me gusta se muestra distante, me siento fatal y siento que no valgo nada?” o quizás otra persona se pregunte: “¿por qué si me enamoro con facilidad, cuando la relación empieza a estabilizarse, empiezo a encontrarle pegas y decido romper rápidamente?”
Primero, pongamos en contexto esta teoría: Inicialmente, el estudio del apego no estaba relacionado con las relaciones románticas sino con el vínculo que surge entre los bebés y sus madres/padres o cuidadores afectivos. Bowlby (1958), un psiquiatra inglés que trabajaba en un hospital con niños, acuñó este término al estudiar los efectos que la relación entre madre e hijo/a tenía en el desarrollo cognitivo, emocional y social del bebé. Aquellos niños que habían sido separados prematuramente de sus madres (porque, por ejemplo, se habían quedado huérfanos durante la segunda guerra mundial), incluso teniendo cubiertas sus necesidades físicas y nutricionales, sufrían graves consecuencias en su desarrollo cognitivo debido a la ausencia del contacto con su figura de apego.
Gracias a esta teoría aprendimos que, cuando nacemos necesitamos la protección de un adulto para que cubran nuestras necesidades físicas-como la alimentación y el abrigo- pero, sobre todo, para sentirnos queridos, atendidos y para que nos consuelen cuando se activa nuestro sistema nervioso y la respuesta del estrés.
No fue hasta mucho más adelante, a finales de los 80, cuando Cindy Hazan y Philip Shaver nos ayudaron a entender que la necesidad de apego no es algo exclusivo de los niños. La seguridad que sentimos o no, en nuestra relación romántica despierta también nuestros estilos de apego. Por decirlo de una manera sencilla, el apego que se crea en nuestra relación con nuestros padres, funciona como el molde para entender cómo relacionarnos y qué esperar de nuestras relaciones íntimas y sociales.
En este libro, ‘Maneras de amar’ de Levine y Heller (2010), analizan en profundidad cómo influye nuestro estilo de apego en las decisiones románticas que tomamos.
Las personas con un estilo de apego seguro de pequeños aprendieron que el mundo era un lugar estable, predecible y también que podían confiar en que las personas a su alrededor estarían disponibles para ellos siempre que los necesitaran. Por eso en sus relaciones románticas no suelen sentir muchas dudas, se sienten cómodos mostrándose vulnerables ante la persona que quieren y en general, se sienten merecedores de dicho afecto.
En cambio, las personas con un estilo de apego ansioso, se criaron en un ambiente en el que sus necesidades físicas y emocionales se satisfacían de manera ambivalente o intermitente: en ocasiones, estaban ahí para cuidarles y sus cuidadores afectivos entendían qué necesitaban, y en otros momentos, no estaban o no los sentían disponibles para ellos. Como sabemos que el objetivo primordial de los bebés es asegurar su proximidad a su figura de apego, los niños con un apego inseguro-ansioso, desarrollaron una estrategia muy adaptativa para conseguirlo: acercarse a su figura de apego, incluso cuando esta persona se alejaba. Ahora que somos adultos, si te identificas con este estilo, seguramente te critiques mucho porque cuando la persona que te gusta se muestra distante o ambivalente, su actitud genera mucha ansiedad dentro de ti y para calmarte buscas acercarte todavía más. Por favor, no te critiques ni te llames “desesperado/a”, recuerda, en el pasado, ésta fue una forma adaptativa de sobrevivir.
Las personas con un estilo de apego evitativo aprendieron que sus cuidadores pueden rechazarles o ser distantes con ellos. Por eso, aprendieron a sólo depender de ellos mismos y no contar con nadie más, porque si se confiaban demasiado, tenían miedo de ser decepcionados después. En sus relaciones románticas dicen querer intimidad y cercanía, se enamoran con facilidad, y no tienen dificulta en tener relaciones íntimas sexuales, sin embargo, en cuanto profundizan en una relación, les asusta perder su independencia y se muestran distantes.
Este libro ayuda a identificar nuestros estilos de apego y a partir de ese conocimiento, a tomar los pasos para buscar relaciones que “curen” nuestro estilo de apego. En concreto, se explora en profundidad las necesidades afectivas que cada estilo posee. Por ejemplo, las personas con un estilo de apego ansioso tendrán: necesidad de contacto frecuente, de estabilidad, de claridad respecto a lo que la otra persona siente, etc. Tener estas necesidades es totalmente válido y más que eso, es fundamental ser consciente de ellas y buscar relaciones románticas que estén alineadas con esas necesidades. Si somos capaces de validar nuestras necesidades, y comunicarlas abiertamente, podremos observar cómo reacciona nuestra pareja, si está preparada/o para cubrir nuestras necesidades (o no). Y, a partir de ahí será más sencillo, decidir priorizar relaciones con personas que nos ofrezcan una base segura y nos transmitan ese afecto y confianza que tanto necesitamos.
En este libro, ‘Maneras de amar’, de Levine podemos tener un primer acercamiento a la teoría del apego y cómo influye en nuestras relaciones románticas. Pero, en este libro, se quedan en el tintero varios temas, por ejemplo, en el libro no se reflejan ejemplos de relaciones LGTBQ+. Tampoco intenta ofrecer una explicación a cómo influenciarían los estilos de apego en relaciones poliamorosas o no monógamas.
En cualquier caso, espero que sea un buen comienzo para replantearte tus relaciones románticas, aprender a identificar tus patrones de elección de pareja y poner en el centro y validar siempre tus necesidades afectivas en una relación de pareja. ¡Buena suerte en este camino!
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés
Reseña de película: Separados (2006)
“Separados” es una película ideal para comprender los entresijos de las relaciones de pareja. Trata de Brooke (Jennifer Aniston) y Gary (Vince Vaughn), una pareja que decide finalizar su relación después de unos años, lo cual desencadena una serie de acontecimientos posteriores: la lucha por quién se queda el piso que compartían, y más tarde, la evolución de cada uno al lidiar con esta ruptura.
Una escena clave ocurre al principio de la película, donde la pareja discute por cosas superficiales. Brooke le recrimina a Gary que no se ha ofrecido a ayudarle a lavar los platos, y después continúa diciéndole que él nunca le compra flores o nunca le lleva a ver el ballet. Ante esto, Gary responde muy frustrado, diciendo que siente que nunca hace las cosas lo suficientemente bien para Brooke y que nunca está contenta con ello.
Este tipo de discusiones pueden ocurrir a menudo en las parejas, y hay veces que no se dan cuenta del mensaje que hay detrás de estos reproches aparentemente superficiales.
En esta dinámica de pareja se puede observar cómo los pensamientos y acciones de uno retroalimentan los del otro, y viceversa, y de ahí creando un círculo vicioso (o lo que llamamos en terapia: circularidad). En este caso, si lo reducimos a un mecanismo simple, lo veríamos de la siguiente manera:
Brooke piensa “Gary no me aprecia”, y de ahí se siente poco valorada, frustrada y desmotivada, y consecuentemente le dice a Gary que no hace nada por ella. Esto provoca el punto número 2.
Gary piensa “Haga lo que haga, Brooke no lo verá como suficiente”, y de ahí se siente incapaz, frustrado y defensivo, y consecuentemente no intenta hacer cosas que a Brooke le gustarían. Y esto retroalimenta el punto número 1.
Dentro de esta circularidad, hace falta realizar cambios para crear una retroalimentación más sana. De hecho, más tarde veremos cómo Brooke hace esto, comunicando exactamente lo que intentaba transmitir en esta primera discusión: no se siente valorada ni apreciada por Gary. De hecho, se ve cómo Gary está mucho más receptivo ante este tipo de comunicación vulnerable y directa, y no se muestra defensivo porque no lo siente como un ataque.
Desde luego, esta comedia romántica es una herramienta que puede darnos un vistazo de lo que puede complicarse la vida en pareja por dinámicas que se atascan y se pueden volver crónicas. Pero también nos puede enseñar cómo un pequeño cambio en la dinámica puede abrir puertas nuevas hacia el cambio y el crecimiento como pareja.
Te dejamos el clip de la escena de la discusión con subtítulos.
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga Sanitaria
Adultos, adolescentes, parejas y familias
Idiomas de trabajo: Español e inglés
Queridos Reyes Magos...
- LINCE: Comenzamos con un juego ideal para estimular la atención selectiva de los peques de la casa- Consiste en un tablero redondo con imágenes y unas fichas en las que aparece una sola imagen. El juego consiste en extraer una ficha y encontrar lo más rápido posible la imagen que aparece en ella. Gana la ronda el primero que lo encuentre. ¡Ideal para una tarde en familia! (4-7 años).
- CUBEEZ: Imaginen un híbrido entre Mr. Potato y un cubo de Rubik y tendrán una ligera de cómo funciona Cubeez. Cada jugador dispone de tres cubos con diferentes ojos y bocas. Ganará la ronda quien antes consiga crear la cara que aparece en la carta del mazo. Además de lo divertido que resulta, conseguiremos trabajar una gran variedad de funciones cognitivas como la atención selectiva visual, la orientación espacial y la motricidad fina. (A partir de 6 años).
- JUNGLE SPEED KIDS: La versión infantil de este juego de mesa clásico es perfecta para estimular los reflejos y la memoria visual de los más pequeños. El objetivo del juego consiste en conseguir recordar la posición de las cartas de animales para poder formar el mayor número de parejas posible y así salvarles de las garras del león. Gana el jugador que más parejas haya conseguido voltear. Otro aspecto interesante de este juego es que nos permitirá trabajar la inhibición conductual, puesto que cuando un jugador levante dos cartas y no tengan el mismo animal, no podrá participar en el juego hasta que vuelva a ser su turno. (A partir de 5 años).
- CONCEPT KIDS: Este juego es, sin duda, uno de los más recomendados para trabajar la formación de conceptos y el razonamiento abstracto. El objetivo es conseguir que el resto de jugadores adivinen un animal, señalando los iconos que aparecen en el tablero. Una de sus principales ventajas es que no requiere el uso del lenguaje verbal, ni del aprendizaje de la lectura. Por tanto, es ideal para niños a partir de 4 años.
- ANIMAL SOBRE ANIMAL: Una versión de la clásica Jenga adaptada para el público infantil, que pondrá a prueba su capacidad de concentración y sus habilidades visoespaciales. Es uno de esos básicos que nunca pasa de moda, consiguiendo atrapar a toda la familia. (A partir de 4 años).
Los juegos de mesa son una estupenda forma de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, pues aquello que recordarán cuando sean mayores no es aquel juguete tan fascinante que les trajeron los Reyes, sino todos esos momentos especiales que pasamos en familia.
Escrito por Alba Ferrero.
¿Qué hacer cuando un familiar es diagnosticado con cáncer?
Recibir noticias tan graves como la enfermedad de un familiar suele ser un hecho con un enorme potencial desestabilizador. Este hecho se agrava aún más si hablamos de cáncer, ya que esta enfermedad conlleva un enorme estigma por ser socialmente considerada una condición fatal, aunque en la práctica no siempre es así.
Muchas personas, una vez que ha pasado el impacto inicial de la noticia, luego se preguntan si hay algo que pueden hacer por su familiar, pero muchas veces surge la pregunta de cómo se puede ayudar a una persona en esta situación.
Como comentamos anteriormente en posts sobre este tema, hablar de cáncer en general es engañoso, ya que esta enfermedad, dependiendo de la ubicación, tamaño y estado de salud del paciente puede ser tan inofensiva como para no tener prácticamente complicaciones (en casos de detección rápida e intervención), o tan terminal como inoperable y mortal.
En cualquier caso, muchas de las cosas que podemos hacer por las personas que padecen esta enfermedad son las mismas independientemente del grado de gravedad de su afección, por lo que vamos a hacer ciertos puntos y luego a mencionar casos especiales.
- Entender qué tipo de ayuda necesita nuestro familiar: Todos tenemos una forma en la que nos gusta que nos consuelen, algunas personas necesitan contacto físico, las calma y las hace sentir mejor, pero otras no lo soportan y pueden sentirse incómodo con eso. De la misma forma, hay personas que aprecian la interacción regular y que los controlen para ver cómo les va, y hay quienes prefieren tener su propio espacio y tiempo a solas para manejar la ola de emociones que acompaña a este tipo de noticias. . Como no podemos leer las mentes de las personas con las que vivimos, hay un pequeño truco que casi siempre funciona: ¡Pregunte!
Dar espacio a nuestro familiar y hacer preguntas como: «¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?», «¿Preferirías que hablemos de esto a menudo o crees que sería mejor para ti lidiar con esto en tu ¿propio?» «¿Te haría sentir mejor si hiciéramos planes con más frecuencia?» son excelentes formas de empoderar a la persona con la que hablamos. Les permitimos gestionar las interacciones que tienen de la forma que les resulte más sencilla, y también tenemos la certeza de que les estamos ayudando. - Esté atento a reacciones emocionales intensas: Es muy normal que tras recibir noticias de este calibre, las emociones puedan apoderarse de la persona que las escucha. Las emociones que alguien pueda sentir pueden ser realmente variadas; tristeza, vergüenza, culpa por no haber actuado antes, ansiedad, miedo, enfado y muchos más. Compartir la carga de estas emociones (siempre al ritmo que marca el afectado, como se mencionó anteriormente) siempre las hace más fáciles de manejar. Además, normalizar este tipo de reacciones emocionales y acompañar a la persona que las sufre nunca es una mala opción.
3) Presta atención a los pensamientos distorsionados: Cuando sufrimos oleadas de emociones negativas intensas, suelen sesgar nuestra forma de pensar y podemos acabar teniendo pensamientos algo dramáticos, ilógicos y algo extremos. No es raro encontrarse con personas que piensan que lo que les sucede es un castigo por algo que hicieron mal, que su vida ya no tiene sentido o que otros no pueden ayudarlos en absoluto. Ayudar a los pacientes a eliminar estos pensamientos es el trabajo de un psicólogo, pero a veces el simple hecho de ser consciente de que existen y que nos afectan negativamente ayuda a reducir el efecto que tienen en nosotros.
En algunos casos, lamentablemente, el cáncer es terminal y, aunque las muestras de apoyo mencionadas anteriormente son igualmente importantes, estos casos tienen una particularidad.
Cabe mencionar que ante la muerte muchas veces las personas reevalúan su vida y se plantean cómo les ha ido, qué podrían haber hecho de otra manera, etc. Este es un proceso natural y deseable, en el que se contará con el acompañamiento de un profesional. siempre ayuda.
Aun así, hay un elemento que suele dar sentido a los últimos momentos de la vida de una persona en fase terminal, y es la oportunidad de despedirse de sus seres queridos. Muchas personas que mueren de forma natural no tienen la oportunidad de despedirse de familiares y amigos, y en ocasiones esto es algo que pasa factura hasta el punto de complicar el dolor de las personas cercanas. Sin embargo, expresar emociones, deseos y afectos estando todavía puede ayudar tanto a los enfermos como a sus familias a seguir adelante y afrontar el final de una forma menos dolorosa.
Siempre existen los últimos deseos y acciones a tomar, y es en estos momentos cuando los pacientes tienen la opción de hacerlo.
El cáncer es una enfermedad cada vez más estudiada y comprendida, y ya son muchos los profesionales tanto en oncología como en salud mental (psicooncología) que dedican su vida a ayudar a las personas que lo padecen. El acompañamiento en estos momentos por personal calificado siempre puede ser un alivio que permita aligerar la carga de un momento tan difícil para quienes lo necesitan.
El maltrato en la pareja
El maltrato en la pareja consiste en cualquier acto de violencia física, sexual, emocional o económica por parte de un miembro de la pareja hacia el otro con el objetivo de ejercer un control total sobre la persona.
Se considera una de las formas de violencia contra las mujeres más extendida, y según datos del gobierno de España, 14,2% de mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja. Es difícil precisar el número real de personas que sufren violencia en el ámbito de la pareja, ya que en numerosas ocasiones (ya sea por miedo a las consecuencias/represalias, no saber a quién acudir, falta de apoyo, estigmatización o esperanza de que la pareja cambie) no se denuncia. Esto es particularmente frecuente en casos en los que el maltrato es más difícil de probar o ver, como en el abuso emocional o psicológico.
¿Qué tipos de violencia se dan dentro del ámbito de la pareja?
Podemos dividir en cuatro categorías diferentes los subtipos de violencia ejercida en la pareja, dependiendo de la naturaleza del acto que se utilice para obtener la sumisión de la persona.
- Maltrato físico: Este tipo de violencia persigue provocar dolor físico, humillación y miedo a través de puñetazos, bofetadas, patadas, quemaduras, tirones de pelo, estrangulamiento, empujones o cualquier otra forma de abuso físico. Otras formas de violencia física son el uso de arma blanca de forma directa o como amenaza, la destrucción de objetos del hogar (lanzar objetos contra las paredes, pegar puñetazos al mobiliario, romper objetos preciados para la persona), coaccionar a consumir sustancias o alcohol, conducir de forma peligrosa, abandonar en lugares peligrosos para “enseñar una lección”, impedir recibir atención médica o impedir salir del domicilio.
- Violencia sexual: Consiste en obligar a la pareja a mantener relaciones sexuales (ya sea a través de la fuerza física, la manipulación o las amenazas) o practicar conductas sexuales humillantes para la dignidad de la persona sin su consentimiento. Otras formas de abuso sexual son la utilización de comentarios sexuales insultantes, la exigencia de mantener relaciones a pesar de estar enfermo o cansado, incluir a otras personas en actos sexuales sin consentimiento, grabar o fotografiar a la persona en situaciones sexuales sin permiso o utilizar dicho material de forma posterior con el objetivo de manipular o amenazar, o no considerar los sentimientos de la otra persona en situaciones sexuales.
- Maltrato emocional o psicológico: Es el uso de la manipulación emocional a través del menosprecio, intimidación, culpabilización, aislamiento, o agresión verbal para conseguir minar la autoestima de la persona y generar una sensación de miedo, inseguridad e indefensión. Es el tipo de violencia más extendido y más difícil de detectar. Los insultos, la crítica constante a la persona y sus habilidades, el control de los movimientos, la vigilancia de las comunicaciones con otras personas; desvalorizar el aspecto, opiniones, aficiones o características personales de la pareja; ridiculizar en público a la persona; mostrarse frío e indiferente o retirar el afecto; el uso de luz de gas para confundir, hacer pensar que se está loco o minimizar el abuso; aislar a la persona de sus seres queridos saboteando las relaciones o usando los celos y la desconfianza; amenazar con herir a sus seres queridos o mascotas; o amenazar con el suicidio son ejemplos de violencia psicológica.
- Abuso económico: Supone intentar que la pareja dependa económicamente del agresor controlando su acceso a sus propios ingresos, utilizar los ingresos de la persona sin permiso, tomar decisiones sobre la economía familiar o de la pareja sin consultar, restringir el acceso a su salario, o impidiendo tener un trabajo o acceder a estudios.
¿Cómo puedo saber si soy víctima de maltrato por parte de mi pareja?
En ocasiones es difícil identificar situaciones de violencia en la pareja, en especial si son formas más sutiles e insidiosas, como el maltrato emocional. Otra de las razones por las que resulta difícil de detectar es porque la escalada de violencia se produce de forma gradual, empezando por actos que son fáciles de ignorar y se van normalizando y naturalizando hasta permitir o invisibilizar formas de maltrato más graves.
Por último, los seres humanos tendemos a protegernos de ciertas realidades que nos dañan, por lo que la persona en situación de maltrato puede minimizar o negar el abuso para evitar confrontar el hecho de que la persona amada pretende ocasionar un daño con el fin de subyugar y controlar a la persona.
Para poder identificar si estamos sufriendo violencia por parte de nuestra pareja, podemos basarnos en comportamientos comunes que se dan en las víctimas de estas situaciones: empezar a ocultar cosas por miedo a la reacción explosiva y violenta de su pareja, evitar contradecir o expresar una opinión discordante, perder la confianza en la propia capacidad de decisión, sentir que se ha perdido el control de la propia vida, temor a ver o comunicarse con gente por miedo a la desaprobación o violencia de la pareja, acceder a tener relaciones sexuales sin ganas para evitar un conflicto, tolerar invasiones de la privacidad como acceder a que su pareja mire sus mensajes en el móvil, no poder tomar decisiones libres sobre cómo organiza su tiempo libre, qué come o que ropa se pone, aislarse de sus seres queridos (familia, amigos, compañeros de trabajo…), pedir permiso a su pareja para tomar decisiones, sentir que nada de lo que hace tiene valor, o miedo constante a cometer algún error que enfade a su pareja.
Otra forma de saber si estamos sufriendo maltrato es identificando el daño psicológico que este genera. El impacto de la violencia en el seno de la pareja incluye la destrucción de la autoestima, estrés crónico, abuso de sustancias o alcohol, alteraciones en el sueño y la alimentación, aislamiento social, depresión o apatía, miedo, cambios de humos abruptos, desesperanza o ideación suicida, problemas somáticos como cefaleas o desregulación gastrointestinal, sentimientos de inseguridad, vergüenza o culpabilidad constantes, o pérdida de confianza en su capacidad de funcionar como un adulto autónomo.
¿Cómo puedo lidiar con el impacto psicológico del maltrato?
Una de las formas de recuperarse del daño sufrido (una vez se esté en una situación segura que garantice la integridad física y emocional del individuo) es recibir asistencia psicológica. El trabajo de procesar emocionalmente el trauma sufrido será una piedra angular del trabajo terapéutico, pero también lo será la reconstrucción de la autoestima y confianza en uno mismo, además de trabajar los síntomas derivados del maltrato como la ansiedad, depresión o abuso de sustancias.
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés
¿Cómo identificar trastornos alimenticios en adolescentes? 12 señales que lo delatan
Los trastornos alimentarios son enfermedades complicadas que afectan a los adolescentes con una frecuencia creciente. Están clasificados como la 3era enfermedad crónica más común en mujeres adolescentes, con un tasa de aumento dramático durante las últimas tres décadas. Las causas de los trastornos alimentarios son ampliamente aceptados como una combinación de varios factores: genéticos, psicológicos y socioculturales.
Los trastornos alimentarios son patrones extensos de comportamiento impulsados por tremendo miedo, ansiedad y culpa de la persona que lo sufre.
Los tres principales trastornos alimentarios son: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón
- La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario en el que las personas mantienen un peso que está por debajo del promedio para su edad y altura. Gente con anorexia nerviosa tienen un miedo intenso a aumentar de peso, por lo tanto, siempre preocupado por la comida y con un cuerpo distorsionado imagen. Para mantenerse bajo de peso, pueden morirse de hambre, comer escasamente y con poca frecuencia, purgue los alimentos vomitando o usando laxantes, o hacer ejercicio en exceso.
- La bulimia nerviosa se manifiesta por una serie de excesos extremos y sentimientos de pérdida de control sobre la alimentación, seguidos de purgas u otros comportamientos para compensar la sobrealimentación como vómitos, ejercicio o uso de laxantes. Los atracones a menudo son hecho en privado porque la mayoría de las personas con bulimia nerviosa son de peso promedio o incluso un poco de sobrepeso, puede que no sea fácilmente evidente para los demás que algo anda mal.
- El trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de comer en exceso y en secreto, pero no intente deshacerse de calorías una vez consumida la comida. Personas con atracones trastorno puede sentirse avergonzado o sentirse culpable por los atracones, pero sienten tal compulsión que no pueden detenerse. Estas las personas pueden tener un peso medio, sobrepeso u obesidad.
Características únicas de los adolescentes y el proceso de desarrollo de la adolescencia son a menudo consideraciones cruciales para determinar la diagnóstico, el tratamiento o resultado del trastorno alimentario.
Por lo tanto, cada adolescente debe ser considerado por separado y diferenciado de pacientes adultos con trastornos alimentarios. Es importante darse cuenta de que la lista de banderas rojas que figura a continuación servir como una guía, sin embargo, puede divergir para cada adolescente.
12 señales que lo delatan
- Inseguridad corporal
Tener pensamientos negativos u obsesivos sobre el tamaño o la forma del cuerpo. Preocupaciones o quejas persistentes sobre la gordura o la necesidad de perder peso. Comparaciones con otras personas y su forma / peso. (Sin embargo, los trastornos alimentarios son posibles sin inseguridad corporal).
- Ejercicio intenso y extremo
Obsesivo por hacer ejercicio, a veces incluso a diario. También, obsesivo con el ejercicio incluso cuando está lesionado, cansado o enfermo.
- Miedo a comer delante de los demás
Evita situaciones que incluyen comer frente a otras personas o en público. Volverse más evitativo, reservado, irritable o ansioso en el contenido de la comida (ej .: dificultad en la comida familiar o salir a comer) Da excusas acerca de no poder comer con amigos o familiares.
- Placer en la comida de los demás
Prepara comidas elaboradas para otros, especialmente alimentos con alta ingesta calórica que no comerá.
5. Cambios en apariencia y vestimenta
Pérdida de peso significativa o de nuevo. Caída importante de cabello, cabello seco o piel o vello facial o corporal excesivo. Además, muda de ropa estilo (por ejemplo: ropa más grande).
- Cambios fisiológicos
Desarrolla patrones de sueño inusuales (p. Ej., Insomnio) y alta sensible a las bajas temperaturas, se siente cansado la mayor parte del tiempo, la menstruación cambia o no la tiene (amenorrea). Además, el estreñimiento, el dolor de estómago y las caries dentales pueden ser signos de tener una disfunción eréctil.
- Restricción excesiva de alimentos
Considera ciertos alimentos o grupos de alimentos completamente prohibidos. Negarse a comer o poner excusas para no comer incluso hasta el punto de saltarse las comidas. Existe una preocupación incesante por hacer dieta y calorías.
- Miedo desproporcionado
Evita ciertos alimentos por miedo a ahogarse o por miedo a purgarse después de su ingesta.
- Purga
Puede compensar la comida ingerida a través de los vómitos, el uso de Abuso de laxantes o diuréticos. Tan pronto como termine la comida, salga la mesa inmediatamente para purgar.
- Comer en secreto
Grandes cantidades de comida desaparecen en breves períodos de tiempo. Además, acumular alimentos puede convertirse en parte de la enfermedad. Una persona puede almacenar grandes cantidades de alimentos en varios lugares donde los atracones típicamente pueden ocurrir para ellos: automóvil, casa, sala de descanso, etc.
Encontrar envoltorios o contenedores que puedan indicar secreto consumo de grandes cantidades de alimentos.
- Rituales alimentarios
Cuando llega el momento de comer en público, existe una fijación por cortar la comida en trozos muy pequeños o disponer la comida de cierta manera para que parezca que están comiendo, mientras que poca o ninguna comida es consumado.
- Aislamiento
Hay retiros de amigos, familiares y actividades habituales que solía disfrutar antes. Tiende a aislarse en la habitación y ponerse de mal humor, especialmente después de comer. Hay irritabilidad constante y bajo estado de ánimo persistente.
Si tu hijo / a o un amigo cercano que te importa ha cambiado su relación con la comida, se salta las comidas, se excusa para no comer, sigue una dieta muy limitante o se concentra compulsivamente en comer, podría estar sufriendo un trastorno alimentario. Si no se tratan, los trastornos alimentarios pueden provocar enfermedades graves e incluso la muerte. Aquellas niñas con un peso corporal más bajo pueden perder sus períodos menstruales, lo que posiblemente podría provocar osteopenia, una pérdida ósea temprana que puede provocar fracturas dolorosas. Además, los trastornos alimentarios están muy relacionados con otros problemas de salud graves, como las enfermedades renales y cardíacas. Por lo tanto, es importante que exprese sus inquietudes de manera afectuosa y cariñosa. Si es su hijo, hable con un profesional, ya que los adolescentes están especialmente en riesgo y la intervención temprana es clave.
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés