COMO GESTIONAR ATAQUES DE PƁNICO

CĆ³mo Gestionar Ataques de PĆ”nico

Como me describiĆ³ un paciente, Ā«sufrir un ataque de pĆ”nico puede ser una experiencia abrumadora y aterradora. Es como si de repente me viera envuelto en un torbellino de emociones y sensaciones fĆ­sicas intensas, sin ningĆŗn aviso ni control sobre lo que me estĆ” ocurriendo. El inicio suele ser rĆ”pido y siento que el corazĆ³n se me sale del pecho, casi como si fuera a explotar.

Mi respiraciĆ³n se vuelve superficial y rĆ”pida, y me cuesta recuperar el aliento, lo que me hace sentir como si me estuviera asfixiando. Es como si mi cuerpo estuviera en alerta mĆ”xima y estuviera convencida de que algo terrible estĆ” a punto de ocurrir, aunque no pueda precisar exactamente quĆ© es. Mi mente se agita con pensamientos ansiosos y me resulta casi imposible concentrarme en otra cosa. Es como si mis pensamientos se desbocaran y estuviera atrapada en este caĆ³tico estado mental.

Todo lo que me rodea parece borroso y me siento alejado de la realidad, casi como si viviera en un sueƱo. Al mismo tiempo, mis sentidos se vuelven hipersensibles, haciendo que incluso los sonidos o movimientos mĆ”s pequeƱos me resulten abrumadores. El mundo se convierte en un lugar aterrador y sĆ³lo quiero escapar de Ć©l.

FĆ­sicamente, mi cuerpo puede temblar de forma incontrolable y me puede entrar un sudor frĆ­o. TambiĆ©n pueden aparecer nĆ”useas, que se suman al malestar y la angustia. Es como un cĆ­rculo vicioso: cuanto mĆ”s reacciona mi cuerpo al pĆ”nico, mĆ”s me aterrorizo, lo que alimenta aĆŗn mĆ”s los sĆ­ntomas.

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La experiencia es totalmente agotadora, tanto mental como fĆ­sicamente. Cuando el ataque de pĆ”nico remite, me siento agotada, como si acabara de correr una maratĆ³n. TambiĆ©n puedo sentir vergĆ¼enza, sobre todo si el ataque de pĆ”nico ha ocurrido en pĆŗblico, y me preocupa que los demĆ”s me juzguen por no ser capaz de manejar mis emociones.

En general, tener un ataque de pĆ”nico es una montaƱa rusa indescriptible de miedo, confusiĆ³n y desesperaciĆ³n. Es como estar atrapado en una tormenta de emociones y sensaciones, buscando desesperadamente la calma y la seguridad en medio del caos.Ā»

ĀæQuĆ© es un Ataque o Episodio de PĆ”nico?

Los ataques de pĆ”nico son episodios a menudo inesperados de miedo intenso con sensaciones de falta de control, malestar o terror, frecuentemente asociados con una sensaciĆ³n de estar muriĆ©ndose. Estos episodios pueden aparecer sin razĆ³n alguna o tras una situaciĆ³n estresante, y suelen evolucionar rĆ”pidamente en cuestiĆ³n de 10 minutos o incluso menos tiempo. Si bien el pico mĆ”ximo de intensidad puede ser bastante rĆ”pido en llegar, la duraciĆ³n media de un episodio de pĆ”nico ronda entre los 5 y 20 minutos, en algunas ocasiones puede durar mĆ”s, incluso horas.

Aunque no todas las personas lo experimentan igual, los sĆ­ntomas mĆ”s comunes son palpitaciones (taquicardia), sudoraciĆ³n, temblor de manos, flojedad de piernas, nĆ”useas, molestias abdominales, mareos, dolor de cabeza, opresiĆ³n en el pecho, sensaciĆ³n de ahogo y sofocaciĆ³n. En casos mĆ”s extremos, pueden llegar a producirse vĆ³mitos, desmayos, o estados de mucha confusiĆ³n y despersonalizaciĆ³n. Como en muchos casos tiende a ocurrir inesperadamente, las personas tienen dificultad para reconocerlo como un sĆ­ntoma de ansiedad, y a pensar que estĆ”n sufriendo un infarto u otro problema mĆ©dico grave.

A nivel biolĆ³gico, un ataque de pĆ”nico es una respuesta Ā«normalĀ» de nuestro organismo, pero en una situaciĆ³n inconveniente. Me explico, en una situaciĆ³n de emergencia o peligro grave, nuestro organismo pone en marcha la Ā«respuesta de lucha, huida o bloqueoĀ» (traducido del inglĆ©s, ā€œThe Flight, Fight or Freeze ResponseĀ»). Esto significa que, ante una situaciĆ³n de peligro, nuestro cerebro pone en marcha un mecanismo de supervivencia que implica la liberaciĆ³n de ciertas sustancias (principalmente adrenalina y cortisol), los cuales activan en primer lugar nuestro corazĆ³n, haciendo que lata mĆ”s rĆ”pido (palpitaciones/taquicardia). Esto hace que llegue mĆ”s oxĆ­geno a los mĆŗsculos, lo cual nos permitirĆ­a salir corriendo o defendernos. Al mismo tiempo, para suplir la mayor necesidad de oxĆ­geno, nuestra respiraciĆ³n se vuelve mĆ”s rĆ”pida y/o profunda (hiperventilaciĆ³n). Este mecanismo tambiĆ©n permite reforzar o proteger algunos Ć³rganos vitales y responder mejor ante la situaciĆ³n.

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El problema con los ataques de pĆ”nico es que el cerebro pone en marcha esta Ā«respuesta de lucha, huida o bloqueoĀ» en situaciones en las que no es realmente necesaria, lo cual nos desconcierta profundamente y provoca las sensaciones de estar volviĆ©ndonos locos o estar perdiendo el control.

ĀæQuĆ© puedo hacer si sufro Episodios de PĆ”nico?

Muchos pacientes que sufren un ataque de pĆ”nico por primera vez suelen llamar a una ambulancia, pero normalmente no es necesario ir al hospital. A pesar de ser extremadamente angustiosos y desagradables, los ataques de pĆ”nico por lo general no son peligrosos y no necesitan un tratamiento hospitalario. Para manejar episodios de pĆ”nico sin ayuda farmacolĆ³gica, se pueden llevar a cabo diferentes pautas, algunas a nivel cognitivo y otras conductuales.

En primer lugar, cuando se empieza a sentir los primeros sĆ­ntomas del ataque de pĆ”nico (palpitaciones, tensiĆ³n muscular, presiĆ³n en el pecho, sudoraciĆ³n), es muy importante hacer un ejercicio mental tranquilizador. En otras palabras, cuando se dispara el episodio, es muy normal pensar cosas como Ā«me estoy volviendo locoĀ», o Ā«me estĆ” dando un infartoĀ», o Ā«voy a perder el controlĀ», los cuales hacen que los sĆ­ntomas empeoren. Es muy importante decirnos a nosotros mismos mensajes algo mĆ”s positivos como, Ā«es solo un episodio de ansiedad, ā€œse pasarĆ” prontoĀ», o Ā«no me voy a morir ni mucho menosĀ».

TambiƩn es importante darse un tiempo y espacio para permitir que la ansiedad (exceso de adrenalina y cortisol) se disipen. Para ello se pueden realizar ciertas pautas conductuales como, por ejemplo:

  • Dejar de hacer lo que se estĆ© haciendo momentĆ”neamente.
  • Buscar un espacio tranquilo o salir a pasear pausadamente. Estar en un entorno tranquilo puede ayudar a reducir la intensidad del ataque de pĆ”nico.
  • Hacer un ejercicio de respiraciĆ³n, intentando respirar pausadamente a travĆ©s de la nariz, manteniendo la respiraciĆ³n unos segundos y luego espirar lentamente por la boca. Esto ayudarĆ” a regular la respiraciĆ³n y aportarĆ” cierta sensaciĆ³n de calma.
  • Mantener la atenciĆ³n en la respiraciĆ³n, en vez de los sĆ­ntomas o pensamientos negativos, y enfocarse en conseguir pausar la respiraciĆ³n lo mĆ”s posible. De esta manera, lograremos ir bajando las palpitaciones del corazĆ³n.
  • Utilizar afirmaciones positivas y tranquilizadoras, como "Esto pasarĆ”", "Solo es un episodio de pĆ”nico", o ā€œClaro que puedo gestionar esto!".
  • Darse tiempo suficiente hasta recobrar la tranquilidad, en vez de salir corriendo.
  • Buscar apoyo en alguien conocido de confianza, y decirle lo que te estĆ” ocurriendo. A veces, el hecho de compartir nuestros sentimientos puede aliviar. De estar solo, llamar o enviar un mensaje de texto a alguien de confianza tambiĆ©n puede ayudar. Pero recordar que lo importante es gestionar el pĆ”nico uno mismo.
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Un ataque de pĆ”nico es como un Ā«terremoto cerebralĀ» por lo que, si nos pasa una vez, nos puede volver a pasar. Es muy probable que el propio episodio de pĆ”nico sea un sĆ­ntoma de que estamos pasando por una racha de mayor estrĆ©s, lo cual nos tiene el sistema hiperactivado. Por ello, es muy recomendable, por una parte, parar a pensar que estĆ” pasando en nuestras vidas y cĆ³mo podemos reducir nuestro nivel de estrĆ©s (auto-cuidado). Es una buena idea programar una cita con un mĆ©dico para hablar sobre estos sĆ­ntomas. Las personas mayores de 50 aƱos podrĆ­an tener problemas de salud no diagnosticados.

Por otro lado, es muy aconsejable buscar ayuda psicolĆ³gica, e incluso psiquiĆ”trica, ya que si no hacemos nada y el nivel de estrĆ©s se mantiene o empeora, la probabilidad de mĆ”s episodios se eleva. Y si se estĆ”n experimentando ataques de pĆ”nico con frecuencia o Ć©stos afectan significativamente la vida diaria, definitivamente, acudir a un profesional de la salud mental lo antes posible. Terapias como la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), pueden ser muy eficaces para aprender a gestionar los ataques de pĆ”nico y la ansiedad.

Sobre el autor

Guillermo Gabarain Beristain es PsicĆ³logo y Coach en SINEWS MTI con mĆ”s de 15 aƱos de experiencia, habilitado tanto en EspaƱa como EEUU para ejercer como psicĆ³logo, bilingĆ¼e y con experiencia internacional. Formado en metodologĆ­as cientĆ­ficamente validadas, como Terapia Cognitivo Conductual, Terapia Centrada en Soluciones, MĆ©todo Gottman de Terapia de Parejas, PrevenciĆ³n e IntervenciĆ³n en Crisis, asĆ­ como en enfoques Humanista y SistĆ©mico. Su principal actividad se centra en el trabajo con adultos y parejas, y estĆ” especializada en el tratamiento de trastornos de depresiĆ³n y ansiedad, duelos complejos, problemas de adaptaciĆ³n por migraciĆ³n, trastornos por uso de sustancias y adicciones, y problemas de pareja.

Guillermo Gabarain
Departamento PsicolĆ³gico, PsicoterapĆ©utico y Coaching
Guillermo Gabarain
PsicĆ³logo
Adultos y parejas
Idiomas de trabajo: EspaƱol e inglƩs
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MetĆ”fora de la Olla a PresiĆ³n Como Entender el EstrĆ©s, los SĆ­ntomas y la Importancia del Auto-Cuidado

MetĆ”fora de la Olla a PresiĆ³n: CĆ³mo Entender el EstrĆ©s, los SĆ­ntomas y la Importancia del Autocuidado

Las metĆ”foras pueden ser tremendamente terapĆ©uticas; nos ayudan a visualizar, a tomar perspectiva, y reconocer, darnos cuenta o entender aspectos que no estĆ”bamos siendo conscientes. La metĆ”fora, como la entendĆ­an Friedrich Nietzsche y JosĆ© Ortega y Gasset, quienes defendĆ­an su carĆ”cter hermenĆ©utico, nos ayuda a describir la realidad percibida con lenguaje simbĆ³lico, mĆ”s unificador y entendible por la mayorĆ­a de los mortales. La metĆ”fora tambiĆ©n hace conectar impulsos cerebrales entre nuestras neuronas lingĆ¼Ć­sticas y visuales, lo cual tiene un beneficioso efecto secundario, que es el de ā€œactivarā€ recuerdos, esquemas mentales, o sea, generar nuevas perspectivas.

Una de mis metĆ”foras preferidas a nivel terapĆ©utico, que mĆ”s bien es una ā€œteorĆ­aā€ por su extensiĆ³n, la llamo la ā€œTeorĆ­a de la Olla a PresiĆ³nā€. Con los aƱos, he ido formulando y aƱadiendo conceptos, variables y algunas certezas cientĆ­ficas, que han hecho de ella mĆ”s una ā€œteorĆ­aā€ de andar por casa, que una simple metĆ”fora. Mi propĆ³sito en este artĆ­culo es compartir este pequeƱo recurso, el cual considero me ha resultado muy Ćŗtil a la hora de ayudar a mis clientes entender lo siguiente:

  • ĀæQuĆ© es el estrĆ©s y quĆ© nos lo provoca? Haciendo referencia a nuestra metĆ”fora, ĀæquĆ© nos hace subir la temperatura de la olla, y que se genere mucha presiĆ³n en su interior?
  • ĀæCĆ³mo nos comunica nuestro cerebro que estĆ” estresado? AquĆ­ usaremos la ā€œvĆ”lvula de seguridadā€ de la olla para simbolizar el mecanismo que nos advierte que la presiĆ³n es demasiado alta y por consiguiente permite salir vapor.
  • Por Ćŗltimo, ĀæquĆ© podemos hacer para bajar la temperatura y reducir la presiĆ³n de la olla? El propĆ³sito no es ā€œapagar la ollaā€, si no, aprender a regularla, partiendo de la base, que hay muchas estrategias en nuestras manos que nos permiten ā€œbajar la temperaturaā€, vivir con niveles aceptables de estrĆ©s, y cuidar nuestro estado de bienestar y satisfacciĆ³n.
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ĀæQuĆ© es el estrĆ©s y quĆ© nos lo provoca?

Para empezar, como muchos ya habrĆ©is intuido, la ā€œollaā€ en sĆ­ hace referencia o simboliza nuestro preciado y mĆ”s complejo Ć³rgano vital, el cerebro. La distinciĆ³n de ā€œexprĆ©sā€ o ā€œa presiĆ³nā€, resalta la capacidad de los humanos de albergar niveles de presiĆ³n o stress, tanto de origen intrapsĆ­quico, como ambiental.

HistĆ³ricamente, todo empezĆ³ con la TeorĆ­a del EstrĆ©s de Hans Selye, un profesor e investigador considerado el ā€œpadre del estrĆ©sā€, no porque Ć©l lo inventara, pero sĆ­ lo describiĆ³ desde una perspectiva biologicista. De acuerdo al D. Selye, el estrĆ©s es la respuesta de nuestro organismo a las inclemencias, variaciones, cambios y adversidades de la vida, o sea, nuestras respuestas fisiolĆ³gicas de adaptaciĆ³n al medio. Ante situaciones que percibimos como adversas, amenazantes, irresolubles o inciertas, nuestro cerebro pone en marcha lo que el D. Seyle llamĆ³ el SĆ­ndrome General de AdaptaciĆ³n (SGA), y utilizaremos un ejemplo para entenderlo mejor.

ImagĆ­nate que por un momento sales tranquilamente de tu cuarto y te encuentras con un leĆ³n. Naturalmente, tu cerebro atribuye un carĆ”cter de peligrosidad a la situaciĆ³n y por consiguiente, tu amĆ­gdala, tu glĆ”ndula pituitaria y tus glĆ”ndulas adrenĆ©rgicas se ponen las pilas y ponen en marcha la respuesta de stress. BĆ”sicamente, estas se encargan de soltar adrenalina y cortisol, los cuales hacen que tu corazĆ³n lata mĆ”s deprisa, para que llegue mĆ”s oxĆ­geno y nutrientes a tus mĆŗsculos y Ć³rganos vitales, de manera que si tienes que salir corriendo o protegerte, lo hagas de forma mĆ”s contundente. Aparte, tu respiraciĆ³n se hace mĆ”s rĆ”pida y profunda, tu estĆ³mago parece cerrarse, y otros cambios que generalmente no hacemos caso porque tenemos un leĆ³n enfrente.

Pero hasta ahora solo hemos hablado de como un estĆ­mulo externo puede desencadenar este SĆ­ndrome General de AdaptaciĆ³n, o respuesta de estrĆ©s. La realidad, sin embargo, es que como Robert M. Sapolsky explica en su libro ā€œPorquĆ© las Cebras No Tienen ƚlcerasā€, nuestro cerebro es un Ć³rgano extraordinario, y es capaz de llevar a cabo procesos y funciones cognitivas muy complicados a diario. En otras palabras, nos ayuda a sobrevivir. Sin embargo, a diferencia de algunos animales, como las cebras, por ejemplo, el cerebro humano puede llevar a cabo estos procesos complejos de forma repetitiva o inapropiada. Y por es por ello que estos procesos a veces pueden hacer mĆ”s daƱo que bien, si los permitimos.

Cabe destacar que por lo general, nuestro organismo responde de forma positiva o en sintonĆ­a ante los estĆ­mulos del ambiente y sin consecuencias negativas: es lo que llamamos el ā€œestrĆ©s buenoā€. Otras veces, sin embargo, nuestro organismo no es capaz o no sabe cĆ³mo adaptarse al medio, ya que las respuestas requeridas son desconocidas, demasiado intensas o prolongadas y las demandas superan nuestras estrategias de adaptaciĆ³n. Esto es lo que llamamos ā€œestrĆ©s maloā€ (estrĆ©s, en general).

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Una vez entendido que nuestra ā€œollaā€ (cerebro) puede calentarse en exceso y albergar estrĆ©s, ĀæquĆ© hace que se caliente la olla, o cĆ³mo calentamos nuestra olla?, o ĀæquĆ© nos causa estrĆ©s del malo? Hay muchos estĆ­mulos internos y externos que pueden ser causantes de que se nos caliente demasiado la olla. Yo tiendo a resumirlos en cuatro ā€œfactores de calentamientoā€:

  • Los ā€œdeberĆ­a deā€: este primer factor de calentamiento de la olla es de carĆ”cter interno o cognitivo. Lo llamo, ā€œlos deberĆ­aā€ porque hacen referencia a todas esas expectativas tanto autoimpuestas, como aceptadas de otros (por ejemplo, padres, sociedad, etc.). Estos ā€œdeberĆ­a deā€ puede que seamos conscientes de ellos, pero a veces no. Son parte de nuestro ā€œruido internoā€, tambiĆ©n a veces lo llamo el ā€œexigidor implacableā€, ya que es como una voz que suele decir mensajes del tipo, ā€œdeberĆ­a de tener mĆ”s Ć©xito en mi carreraā€, ā€œdeberĆ­a de estar mĆ”s en formaā€, ā€œdeberĆ­a de haber estudiado mĆ”sā€. Este exigidor interno, nos puede calentar mucho la olla, pues a menudo, son expectativas que no hemos podido cumplir o no son realistas.
  • Los ā€œtengo queā€: este factor de calentamiento hace referencia a todas esas obligaciones, responsabilidades y compromisos que hemos ido adquiriendo con el tiempo y a menudo nos acaban ahogando. ĀæEn algĆŗn momento te has parado a hacer una lista de todos los ā€œtengo queā€ en un dĆ­a? Te animo a que lo hagas y valores cuales son realmente importantes, y cuales quizĆ” son maneras de servir a otras personas, reales o imaginarias.
  • Problemas irresolubles: a todos nos pasan cosas negativas, adversidades, malas experiencias, problemasā€¦ A veces se nos juntan los problemas ā€“ mi abuela me decĆ­a que ā€œlas desgracias vienen de tres en tresā€. A veces estos problemas no tienen soluciĆ³n fĆ”cil, como una enfermedad grave, unos vecinos ruidosos, una ruptura sentimental inesperada, o una pandemia! Todas las circunstancias externas exigen adaptaciĆ³n y ello nos puede calentar mucho la olla.
  • Cambio: Me refiero al cambio que generamos nosotros mismos, por voluntad propia, pero que a menudo, no somos conscientes de lo que conlleva. Por ejemplo, tras varias mudanzas internacionales, recientemente he caĆ­do en la cuenta de cuanto tiempo y esfuerzo me lleva el proceso de adaptaciĆ³n, el cual daba por hecho. Aprender y adaptarse a otra cultura, idioma, costumbres, establecer nuevas amistades, rutinas y ritmos, conseguir estabilidad econĆ³mica, emocional, etc requieren de muchĆ­simo esfuerzo y tiempo ā€“ para mĆ­, tres aƱos mĆ”s o menos, y esto puede por su puesto generar muchĆ­simo calentamiento. Como una mudanza, hay muchos otros cambios que llevamos a cabo ā€“ casa, trabajo, nuevo colegio, vuelta de periodo de vacaciones, etc.

ĀæCĆ³mo nos comunica nuestro cerebro que estĆ” estresado?

Entiendo que esta pregunta pueda resultar un tanto extraƱa, pero pienso que puede aportar una perspectiva muy entendible y prĆ”ctica. Cuando una olla a presiĆ³n se calienta, se genera mucha presiĆ³n en su interior y en consecuencia la vĆ”lvula se abre liberando parte del vapor y de la presiĆ³n. Al hacerlo, la vĆ”lvula hace un ruido que todos reconocemos fĆ”cilmente, y corremos raudos a bajar la temperatura para que no se nos queme la comida, ni explote la olla.

De la misma manera, nuestro cerebro, cuando estĆ” sometido a altas cargas de estrĆ©s, nos manda ā€œseƱalesā€, pero que a menudo no reconocemos como tales, y generalmente, no corremos raudos a bajar la temperatura. Como les explico a mis clientes, estas seƱales son graduales, no vienen todas a la vez, y cada persona es diferente y nuestras ollas pueden dar seƱales idiosincrĆ”ticas.

Si me permitĆ­s un cierto grado de auto revelaciĆ³n, cuando mi olla se empieza a calentar demasiado, las primeras seƱales que me manda suelen incluir problemas de sueƱo (mĆ”s despertares, alguna pesadilla). Si no le hago caso a las seƱales y continĆŗo haciendo lo mismo, mi olla incrementa las seƱales, y ademĆ”s de problemas de sueƱo, me manda algunos dolores de cabeza y falta de energĆ­a. Si aĆŗn asĆ­, sigo sin hacerle caso a las seƱales, mi olla sigue sumando seƱales, y me manda una serie de pensamientos negativos que me hacen dudar de mĆ­ mismo, de lo que hago y lo que soy. Obviamente, si dejo que mi olla siga aumentando de temperatura de forma ilimitada, esto puede resultar en problemas cada vez mĆ”s graves, y sĆ­ntomas cada vez mĆ”s perniciosos.

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Pero, como he comentado, cada persona tiene su propia idiosincrasia y debe de entenderse y conocerse, y saber cĆ³mo su olla le seƱala que la temperatura estĆ” demasiado alta. Algunas personas tienen mĆ”s tendencia a los problemas de ansiedad o de depresiĆ³n, otros a problemas de apetito y alimentaciĆ³n, otros tienden a la desorganizaciĆ³n y falta de atenciĆ³n, otros tienden a la paranoia o suspicacia.

Desde mi punto de vista, lo importante es en primer lugar, saber que seƱales te manda tu olla, y segundo, que uno mismo es responsable de reconocer estas seƱales y ocuparse de bajar la temperatura de la olla.

ĀæQuĆ© podemos hacer para bajar la temperatura y reducir la presiĆ³n de la olla?

Esta pregunta puede dar lugar a infinidad de estrategias, lo cual no es el propĆ³sito de este artĆ­culo. Mi propĆ³sito es hacer hincapiĆ© en los desarrollos que se han realizado desde la PsicologĆ­a Positiva y la Neurociencia, sobre nuestra capacidad de generar y gestionar estabilidad mental y felicidad: siguiendo con nuestra Olla Express, bajar la temperatura de la olla y mantenerla lo mĆ”s estable posible.

Desde el punto de vista neurobiolĆ³gico, existen ciertos procesos neurolĆ³gicos en el cerebro que estĆ”n relacionados con la felicidad. Por ejemplo, se ha podido ver que hay algunas estructuras o nĆŗcleos identificables en nuestro cerebro (por ejemplo, el nĆŗcleo accumbens, el Ć”rea tegmental-ventral, y algunas Ć”reas del lĆ³bulo orbitofrontal, Ć­nsula, prefrontal medial y cingulada) y una serie de neurotransmisores, por ejemplo, la dopamina y la serotonina, que estĆ”n asociados con el placer y la satisfacciĆ³n.

Sin embargo, la felicidad no es un estado permanente y no puede ser alcanzada de manera instantĆ”nea. En tĆ©rminos de psicologĆ­a positiva descrita por el Dr. Martin Seligman en el modelo PERMA, se considera que la felicidad es un estado de bienestar subjetivo que surge de la experiencia de emociones positivas, el compromiso en actividades significativas, y el sentido de pertenencia y propĆ³sito en la vida.

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Los 5 pilares de la felicidad

A continuaciĆ³n, os resumo mi visiĆ³n de lo que el Dr. Martin Seligman ha definido como los 5 Pilares de la Felicidad y el Bienestar, que han sido respaldadas por la investigaciĆ³n en psicologĆ­a positiva para cultivar la felicidad:

  • Experiencias Positivas, o lo que yo llamo, nuestro lado mĆ”s ā€œHEDONISTAā€. Me refiero a todas aquellas experiencias que nos aportan sensaciones de placer, satisfacciĆ³n y bienestar, generalmente de forma inmediata. Estas experiencias se consideran intrĆ­nsecamente reforzantes al cerebro, ya que generan una activaciĆ³n dopaminĆ©rgica, generalmente en el Ć”rea lĆ­mbica del cerebro. Las emociones positivas incluyen esperanza, interĆ©s, alegrĆ­a, amor, compasiĆ³n, orgullo, diversiĆ³n y gratitud.Ā Como decĆ­a Les Luthiers, hablamos de todos ā€œlos placeres, desde los mĆ”s sublimes, hasta los mĆ”s perversosā€. Tanto las experiencias positivas mĆ”s bĆ”sicas como por ejemplo, comerse un trozo de chocolate, dar un abrazo, recibir o dar un regalo, fantasear con un viaje, ver tu pelĆ­cula favorita, tener relaciones sexuales, asĆ­ como el consumo de drogas, o placeres mĆ”s sofisticados y elaborados como por ejemplo, disfrutar de un buen libro, escuchar una Ć³pera o admirar una pinacoteca, son parte de nuestro hedonismo. Por supuesto, no estoy animando el consumo de drogas ni mucho menos, ni promulgar el desarrollo de hĆ”bitos adictivos que el hedonismo nos puede facilitar. Pero sĆ­, explicar que las experiencias positivas, con mesura, son una parte importante de nuestro dĆ­a a dĆ­a que generan dopamina y repercuten sobre nuestra sensaciĆ³n de felicidad.
  • Cultivar relaciones interpersonales saludables, o lo que considero bĆ”sicamente como ā€œESTAR CONECTADOā€. Durante 85 aƱos, la Universidad de Harvard (EE.UU.) ha estado realizando el estudio cientĆ­fico mĆ”s longevo de la historia sobre la felicidad. Robert Waldinger, profesor de psiquiatrĆ­a de la Universidad de Harvard y cuarto director del estudio, explicĆ³ quĆ© la calidad de nuestras relaciones es el mayor predictor de nuestra felicidad y salud a medida que envejecemos. Y recordĆ³ que nunca es tarde para "energizar" esas relaciones o construir conexiones nuevas.
  • ā€œFLOWā€, o traducido del InglĆ©s, ā€œfluirā€. Para el Dr. Mihaly Csikszentmihalyi, CatedrĆ”tico de Neurociencias de la Universidad de Stanford, investigador y uno de los fundadores de la psicologĆ­a positiva, el ā€œflowā€ es ā€œese estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfruteā€.
    ĀæAlguna vez te has sentido tan inmerso en lo que haces que no te supone ningĆŗn esfuerzo, disfrutas como un enano y el tiempo parece que se esfuma? En definitiva, ā€œfluirā€ es como entrar en trance mientras haces lo que te gusta. Para ello, la actividad que realizas debe de tener un objetivo motivante, debes de tener cierta habilidad y pericia para conseguirlo, y el hacerlo te lleva a un estado de atenciĆ³n plena en lo que haces, por lo que pierdes la nociĆ³n del tiempo. Para mĆ­, practicar mis deportes favoritos, o hacer una sesiĆ³n de fotografĆ­a en la naturaleza, son ejemplos de actividades que me ayudan a entrar en este estado de ā€œflowā€.
  • Ponerse metas alcanzables, conseguir ā€œLOGROSā€ o adquirir dominio o competencia. De acuerdo al modelo del Dr. Martin Seligman, una sensaciĆ³n de logro es el resultado de trabajar para lograr metas, dominar un esfuerzo y tener auto-motivaciĆ³n para terminar lo que se propuso hacer. Esto contribuye al bienestar porque las personas pueden mirar sus vidas con orgullo. Alcanzar objetivos intrĆ­nsecos (como el crecimiento y la conexiĆ³n) conduce a mayores ganancias en bienestar que los objetivos externos como el dinero o la fama. Los logros, claro estĆ”, deben ser calibrados. Para mĆ­, por ejemplo, serĆ­a un logro el terminar una carrera de 10k, !pero no ganarla!
  • Comprometerse en actividades significativas, que reflejen ā€œSENTIDOā€. Otra cualidad humana intrĆ­nseca es la bĆŗsqueda de significado y la necesidad de tener un sentido de valor y dignidad. Seligman define el significado como pertenecer y/o servir a algo mĆ”s grande que nosotros mismos. Significa tener un propĆ³sito vital, pero tambiĆ©n creo yo, ser consciente de tus valores esenciales, que es lo realmente importante para tĆ­, y dedicar tu tiempo y esfuerzo a honrar esos valores. BĆ”sicamente, enfocarse en lo que es realmente importante para ti, ya que ello ayuda mucho frente a un desafĆ­o o una adversidad significativos.
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Es importante recordar que la felicidad es un proceso continuo y no un estado final. Mantener la temperatura de la olla a presiĆ³n es una responsabilidad constante de cada persona. Cada uno de nosotros, considero que alberga la capacidad de aprender ā€œque puede calentar su ollaā€ (factores de estrĆ©s internos y externos), ā€œcomo su olla le seƱala que hay demasiada presiĆ³nā€ (sĆ­ntomas psicolĆ³gicos y somĆ”ticos), y ā€œque puede hacer para bajar y regular la temperatura de la ollaā€ (estrategias de regulaciĆ³n). Al practicar estas estrategias de manera consistente, puedes desarrollar una mayor resiliencia y una actitud mĆ”s positiva hacia la vida, lo que puede contribuir a un mayor nivel de felicidad y bienestar a largo plazo.

Sobre el autor

Guillermo Gabarain Beristain es PsicĆ³logo y Coach en SINEWS MTI con mĆ”s de 15 aƱos de experiencia, habilitado tanto en EspaƱa como EEUU para ejercer como psicĆ³logo, bilingĆ¼e y con experiencia internacional. Formado en metodologĆ­as cientĆ­ficamente validadas, como Terapia Cognitivo Conductual, Terapia Centrada en Soluciones, MĆ©todo Gottman de Terapia de Parejas, PrevenciĆ³n e IntervenciĆ³n en Crisis, asĆ­ como en enfoques Humanista y SistĆ©mico. Su principal actividad se centra en el trabajo con adultos y parejas, y estĆ” especializada en el tratamiento de trastornos de depresiĆ³n y ansiedad, duelos complejos, problemas de adaptaciĆ³n por migraciĆ³n, trastornos por uso de sustancias y adicciones, y problemas de pareja.

Guillermo Gabarain
Departamento PsicolĆ³gico, PsicoterapĆ©utico y Coaching
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PsicĆ³logo
Adultos y parejas
Idiomas de trabajo: EspaƱol e inglƩs
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El Poder TerapƩutico Del Grupo En Las Adicciones

El Poder TerapƩutico del Grupo en las Adicciones

Quisiera empezar este artĆ­culo desgranando en primer lugar el mismo tĆ­tulo del artĆ­culo, prestando atenciĆ³n a que significan para mĆ­ cada una de sus partes. Sin querer entrar en un debate filosĆ³fico muy sofisticado, al menos, aludir a que nos referimos con el ā€œpoder terapĆ©uticoā€, la ā€œterapia de grupoā€, y las ā€œadiccionesā€, antes de identificar los beneficios y bondades de la terapia grupal en el tratamiento de las adicciones.

Entonces, Āæa quĆ© nos referimos con poder terapĆ©utico? Considero que el poder terapĆ©utico reside o se fundamenta primordialmente en la relaciĆ³n que se establece entre los clientes y el terapeuta. Creo que esta relaciĆ³n es muy especial por varios motivos.

El Poder Terapéutico del Grupo en las Adicciones 1

En primer lugar, es una relaciĆ³n asimĆ©trica, en la que los clientes aportan mucha mĆ”s informaciĆ³n sobre sĆ­ mismos, se exponen y se expresan, evidentemente mĆ”s que yo – al fin y al cabo, el objetivo de la terapia es ayudarles a ellos. Y eso no quita que como terapeuta, yo haga aportaciones personales – aunque en este punto sĆ© que algunos colegas no estarĆ”n de acuerdo – pero siempre teniendo en cuenta las necesidades del cliente y el valor de la autorrevelaciĆ³n como estrategia.

TambiĆ©n considero que es especial porque es una relaciĆ³n, a mi parecer, sustentada en el vĆ­nculo de confianza que se establece y se forja. El vĆ­nculo de confianza se trabaja desde el principio, y como terapeuta, lo facilito cuidando el proceso de bienvenida, estando presente emocionalmente en todo momento, mostrĆ”ndome tal y como soy, intentando entender poniĆ©ndome en los zapatos de los clientes, y evitando generar juicios de valor sobre lo bueno, lo malo, el bien y el mal.

Uno de los propĆ³sitos de esta relaciĆ³n es generar una alianza, un equipo equilibrado al cual todos aportan. Mis clientes son especialistas en sĆ­ mismos, aportan su conocimiento y experiencia vital y su visiĆ³n particular sobre la vida. Como terapeuta, quizĆ” yo aporte mi conocimiento y experiencia en terapia y psicologĆ­a, pero yo nunca sabrĆ© mĆ”s de ellos de lo que ellos saben de sĆ­ mismos. La uniĆ³n de estos factores es lo que a mi parecer genera las sinergias necesarias para el cambio, y es donde reside el ā€œpoder terapĆ©uticoā€.

Con respecto a quĆ© es una ā€œterapia de grupoā€, podrĆ­amos decir muchas cosas, pero lo resumirĆ© en algunos puntos importantes. Los seres humanos tenemos una propensiĆ³n innata a congregarnos, nacemos dentro de familias, grupos y sociedades, nuestras vidas se moldean, para bien y para mal, por nuestras experiencias dentro de estos grupos. Somos, en mayor o menor medida, seres sociales por naturaleza. La terapia de grupo es una forma de psicoterapia que reĆŗne a un grupo reducido de personas (generalmente entre 6 y 12), en sesiones semanales, quincenales o mensuales de 1 a 2 horas, para compartir y trabajar sobre una cuestiĆ³n o problema comĆŗn.

El Poder Terapéutico del Grupo en las Adicciones 2

La terapia de grupo gravita sobre esta necesidad que tenemos todos de contacto y afiliaciĆ³n. Por lo tanto, la terapia de grupo aporta de base muchos beneficios intrĆ­nsecos, como por ejemplo, nos ayuda a reducir la sensaciĆ³n de aislamiento y soledad, nos permite conectar y ver el cambio (mejora) en otros, lo cual nos puede ayudar a cambiar a nosotros mismos. AdemĆ”s, los grupos puede ser una fuente de apoyo en fases complicadas de nuestra vida, y pueden ayudarnos a crecer de forma saludable y creativa.

Tipos de Grupos TerapƩuticos

Cabe decir tambiĆ©n, que existen diferentes tipos de ā€œGrupos TerapĆ©uticosā€, los cuales os nombro y describo muy sucintamente. Cada modalidad tiene sus objetivos y estrategias, los cuales no es mi propĆ³sito describir en detalle. Principalmente serĆ­an:

  • Grupos Psicoeducativos: aunque pueden ser mĆ”s o menos interactivos, estos grupos fundamentalmente enseƱan, dan clase, educan sobre algĆŗn tema.
  • Grupos de Desarrollo de Habilidades: muy similar al anterior, solo que se centra en una o varias estrategias/herramientas en particular.
  • Grupo TerapĆ©utico Cognitivo-Conductual: estos grupos se centran generalmente en restructurar patrones de pensamiento y conducta que generan dificultades.
  • Grupos de Apoyo: crean un espacio de confianza y seguridad donde los miembros pueden expresarse, apoyarse, darse feedback constructivo y motivarse para el cambio.
El Poder Terapéutico del Grupo en las Adicciones 3
  • Psicoterapia de Grupo Interpersonal o Experiencial: esencialmente, lo que se considera como ā€œTerapia de Grupoā€, estos grupos permiten revisar, recrear y modificar patrones relacionales establecidos que generan dificultades y problemas.
  • Grupos de Auto-Ayuda: como, por ejemplo, AlcohĆ³licos AnĆ³nimos, son grupos abiertos y liderados por miembros ya rehabilitados, en muchos casos sin formaciĆ³n profesional como terapeutas.

ĀæQuĆ© es una adicciĆ³n?

Por Ćŗltimo, queda por definir ā€œadicciĆ³nā€. La adicciĆ³n se podrĆ­a definir como la falta de control sobre el uso, consumo o disfrute de ā€œalgoā€ hasta el punto en que podrĆ­a ser daƱino para uno mismo. Las adicciones se asocian mĆ”s comĆŗnmente con el juego, las drogas, el alcohol y el tabaquismo, pero es posible ser adicto a casi cualquier cosa, incluidos el trabajo, el sexo, la internet, las compras, etc. Ser adicto a algo significa que no tenerlo provoca sĆ­ntomas de abstinencia o un Ā«bajĆ³nĀ». Como esto puede ser desagradable, es mĆ”s fĆ”cil seguir teniendo o haciĆ©ndolo, y asĆ­, se perpetĆŗa el ciclo.

El Poder Terapéutico del Grupo en las Adicciones 4

Sin embargo, la adicciĆ³n en sĆ­ nunca viene sola. La adicciĆ³n tiene mĆŗltiples compaƱeras de viaje, las cuales se van aproximando a medida que la adicciĆ³n se hace mĆ”s fuerte. Algunas de estas compaƱeras son (pero no son las Ćŗnicas): la depresiĆ³n, la ansiedad, la soledad, la negaciĆ³n, la vergĆ¼enza, la impulsividad, los problemas de carĆ”cter, el aislamiento social, los problemas de memoria y concentraciĆ³n.

ĀæQuĆ© beneficios tiene la Terapia de Grupo en el tratamiento de las Adicciones?

La Terapia de Grupo tiene muchas ventajas, asĆ­ como algunos riesgos. Cualquier modalidad de tratamiento (terapia de grupo, terapia individual, terapia familiar y medicaciĆ³n) puede ocasionar malos resultados si se aplica indiscriminadamente o si la administra un terapeuta no calificado o mal capacitado. Sin embargo, los posibles inconvenientes de la terapia de grupo no son mayores que los de cualquier otra forma de tratamiento. A continuaciĆ³n, destaco algunas ventajas de la Terapia de Grupo en el tratamiento de adicciones:

  1. Los grupos proporcionan un apoyo positivo entre compaƱeros, y tambiĆ©n cierta presiĆ³n para abstenerse o controlarse. La terapia de grupo, desde el principio, genera un compromiso por parte de todos los miembros del grupo a asistir, llegar a tiempo y tratar el tiempo y proceso grupal como algo especial. No hacerlo puede ser motivo de decepciĆ³n por parte del grupo, lo que reducirĆ­a su eficacia. Por lo tanto, tanto el apoyo de los compaƱeros como la presiĆ³n por la abstinencia son fuertes.
  2. Los grupos reducen la sensaciĆ³n de aislamiento que sienten la mayorĆ­a de las personas que tienen problemas de adicciĆ³n. Al mismo tiempo, los grupos favorecen que los participantes se sientan identificados y validados con otras personas que combaten con los mismos problemas. La participaciĆ³n en la terapia de grupo aumenta sus sentimientos de seguridad y mejora su capacidad para expresarse abiertamente.
  3. Los grupos permiten ver de primera mano y ser testigos de la recuperaciĆ³n de otros. Esto puede ser de gran inspiraciĆ³n, ya que muchas personas con problemas de adicciĆ³n pierden la esperanza de lograr la abstinencia.
  4. Los grupos ayudan a los miembros a aprender a lidiar con la adicciĆ³n y otros problemas al permitirles ver cĆ³mo otros afrontan problemas similares. Los grupos pueden acentuar este proceso y extenderlo para incluir cambios en la forma en que los miembros del grupo se relacionan con jefes, padres, cĆ³nyuges, hermanos, hijos y personas en general.
  5. Los grupos pueden proporcionar informaciĆ³n Ćŗtil a los clientes que son nuevos en el proceso de recuperaciĆ³n. Por ejemplo, los clientes pueden aprender cĆ³mo evitar situaciones de riesgo, la importancia de la abstinencia como prioridad y cĆ³mo establecer lĆ­mites como una persona que se estĆ” recuperando.
  6. Los grupos aportan feedback sobre los valores, fortalezas y habilidades de los miembros del grupo. Esta informaciĆ³n ayuda a los miembros a mejorar sus concepciones de sĆ­ mismos y a modificar autoconceptos negativos y distorsionados. Esta informaciĆ³n, al provenir de varias personas, la hace mucho mĆ”s eficaz a la hora de generar cambio.
El Poder Terapéutico del Grupo en las Adicciones 5
  1. Los grupos ofrecen experiencias afectivas positivas. Los grupos pueden brindar el apoyo y la atenciĆ³n que pueden haber faltado en las familias de origen de los miembros del grupo. El grupo tambiĆ©n brinda a los miembros la oportunidad de practicar formas saludables de interactuar con sus familias.
  2. Los grupos animan, apoyan y refuerzan a los miembros a que se enfrenten a situaciones difĆ­ciles o que provocan ansiedad.
  3. Los grupos generan oportunidades de aprender o volver a aprender las habilidades sociales que necesitan para hacer frente a la vida cotidiana.
  4. Los grupos pueden confrontar de manera efectiva a los miembros sobre conductas de riesgo, abuso de sustancias y otros comportamientos perjudiciales. La confrontaciĆ³n a menudo juega un papel importante en los grupos de tratamiento de adicciones porque los miembros del grupo tienden a negar sus problemas. Participar en la confrontaciĆ³n de un miembro del grupo puede ayudar a otros a reconocer y derrotar su propia negaciĆ³n.
  5. Los grupos permiten que un solo profesional de tratamiento ayude a varios clientes al mismo tiempo. Por lo tanto, puede ser una opciĆ³n mĆ”s econĆ³mica.
  6. Los grupos pueden aportar estructura y disciplina necesarias a la vida de las personas con adicciones, que a menudo entran en tratamiento con sus vidas en caos.
  7. Los grupos infunden esperanza, una sensaciĆ³n de que ā€œsi otro puede lograrlo, yo tambiĆ©nā€.
  8. Los grupos a menudo se apoyan y animan unos a otros tanto dentro como fuera del entorno del grupo. Sin embargo, en algunas terapias de grupo los contactos externos pueden no estar permitidos, segĆŗn el contrato o los acuerdos del grupo en particular.

Sobre el autor:

Guillermo Gabarain Beristain es PsicĆ³logo y Coach en SINEWS MTI con mĆ”s de 15 aƱos de experiencia, habilitado tanto en EspaƱa como EEUU para ejercer como psicĆ³logo, bilingĆ¼e y con experiencia internacional. Formado en metodologĆ­as cientĆ­ficamente validadas, como Terapia Cognitivo Conductual, Terapia Centrada en Soluciones, MĆ©todo Gottman de Terapia de Parejas, PrevenciĆ³n e IntervenciĆ³n en Crisis, asĆ­ como en enfoques Humanista y SistĆ©mico. Su principal actividad se centra en el trabajo con adultos y parejas, y estĆ” especializada en el tratamiento de trastornos de depresiĆ³n y ansiedad, duelos complejos, problemas de adaptaciĆ³n por migraciĆ³n, trastornos por uso de sustancias y adicciones, y problemas de pareja.

BibliografĆ­a:

Alonso, A., and Rutan, J.S. The experience of shame and the restoration of self-respect in group therapy. International Journal of Group Psychotherapy38(1):3ā€“27, 1988.

Yalom, I.D. The Theory and Practice of Group Psychotherapy. 4th ed. New York: Basic Books, 1995.

Wallace, J., and Blume, S., eds. Practical Approaches to Alcoholism Psychotherapy. New York: Plenum Press, 1978. pp. 19ā€“29.

Vannicelli, M. Removing the Roadblocks: Group Psychotherapy with Substance Abusers and Family Members. New York: Guilford Press, 1992.

Toseland, R.W., and Siporin, M. When to recommend group treatment: A review of the clinical and the research literature. International Journal of Group Psychotherapy36(2):171ā€“201, 1986.

Scheidlinger, S. The group psychotherapy movement at the millennium: Some historical perspectives. International Journal of Group Psychotherapy50(3):315ā€“339, 2000.

Leshner, A.I. Introduction to the special issue: The National Institute on Drug Abuse’s (NIDA’s) Drug Abuse Treatment Outcome Study (DATOS). Psychology of Addictive Behaviors11(4):211ā€“215, 1997.

Kanas, N., and Barr, M.A. Homogeneous group therapy for acutely psychotic schizophrenic inpatients. Hospital and Community Psychiatry34(3):257ā€“259, 1983.

Brown, S., and Yalom, I.D. Interactional group therapy with alcoholics. Journal of Studies on Alcohol38(3):426ā€“456, 1977.

Flores, P.J. Group Psychotherapy with Addicted Populations: An Integration of Twelve-Step and Psychodynamic Theory. 2d ed. New York: The Haworth Press, 1997.

Guillermo Gabarain
Departamento PsicolĆ³gico, PsicoterapĆ©utico y Coaching
Guillermo Gabarain
PsicĆ³logo
Adultos y parejas
Idiomas de trabajo: EspaƱol e inglƩs
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ĀæPor quĆ© dejar de abusar del Cannabis y para quĆ© usarlo?

ĀæPor quĆ© dejar de abusar del Cannabis y para quĆ© usarlo?

Antes de explicar cuĆ”les son las caracterĆ­sticas del cannabis, su incidencia, sus efectos y susodichas complicaciones, me gustarĆ­a comenzar relatando un caso real, ya que, por suerte, me he dedicado a ayudar a personas con adicciones durante mĆ”s de 10 aƱos. Si consumes cannabis en alguna de sus formas, te invito a que lo leas y me comentes lo que piensas. Y no quiero Ćŗnicamente describir al detalle las penurias y consecuencias negativas derivadas del consumo de cannabis que padeciĆ³ esta persona, sino plasmar los efectos positivos de dejar de consumirla. Como profesional, esto es lo que a fin de cuenta me motiva, e incluso todavĆ­a me sorprende: el ver el potencial real de una persona y como una droga puede oscurecerlo de tal manera.

Para este propĆ³sito os presento al Sr. C, cuyos datos e informaciĆ³n personales se omitirĆ”n por cuestiones de confidencialidad. Como cada vez mĆ”s adolescentes, el Sr. C empezĆ³ a consumir cannabis de forma precoz, a la edad de 13 aƱos. La primera vez fue en compaƱƭa de un amigo mayor, el cual le invitĆ³ a darle una calada a un canuto de hachĆ­s. La primera impresiĆ³n fue positiva, unas risas y la sensaciĆ³n de estar haciendo algo de ā€œmayoresā€. En unos cuantos meses, el consumo se hizo cada vez mĆ”s frecuente y elevado, y para cuando tenĆ­a 15 aƱos, ya estaba fumando hachĆ­s y marihuana prĆ”cticamente a diario un promedio de 2 o 3 porros al dĆ­a. Claro estĆ”, este consumo le trajo algunos problemas: conflictos con sus padres, peleas con otros jĆ³venes, algunas multas e incluso un juicio por tenencia ilĆ­cita de drogas.

El Sr. C por lo demĆ”s, pasĆ³ una adolescencia ā€œrelativamenteā€ normal. ConsiguiĆ³ terminar estudios de secundaria y bachillerato con notas medias y aunque le gustaba la historia, y de pequeƱo le gustaba mucho nadar, jugar al futbol y esquiar, pasĆ³ prĆ”cticamente toda la adolescencia sentada en el sofĆ” de su casa. De hecho, su familia se mofaba que el sofĆ” tenĆ­a la deformaciĆ³n del Sr. C.

MĆ”s o menos cuando tenĆ­a 20 aƱos, el Sr. C decidiĆ³ por su propia voluntad dejar de consumir hachĆ­s y marihuana, y pedir ayuda para ello – aquĆ­ es donde entro yo. Indudablemente, esto le costĆ³ al principio unas cuantas noches de insomnio, pasar el ā€œmonoā€ (deseos de consumo, ansiedad, nervios, etc.) y tener que dejar de salir con sus amigos, los cuales consumĆ­an prĆ”cticamente todos ya que se habĆ­a rodeado de ā€œcolegas de consumoā€.

Los cambios mĆ”s positivos y quizĆ” menos evidentes a simple vista, empezaron a desarrollarse al cabo de las semanas y los meses. El Sr. C, bien conocido por sus siestas interminables, su hambre voraz y su tranquilidad siempre pasmosa, comenzĆ³ a cambiar progresivamente. Lo que hasta entonces pareciĆ³ ser un desempeƱo aceptable, pero algo mediocre a nivel acadĆ©mico, pasĆ³ a ser un interĆ©s y motivaciĆ³n genuina por estudiar, aprender y mejorar. En unos meses, el Sr. C pasĆ³ a ser uno de los estudiantes mĆ”s destacados por su capacidad intelectual y dialĆ©ctica.

Asimismo, los intereses y nivel de actividad tambiĆ©n desplegaron cambios significativos, al mostrar el Sr. C una mayor motivaciĆ³n por el auto-cuidado, el ejercicio fĆ­sico, y una dieta mĆ”s equilibrada. Y por concluir el colofĆ³n, tras varios meses de mejoras que dejaron a sus padres boquiabiertos, el Sr. C desarrollĆ³ un interĆ©s por viajar internacionalmente, y durante una estancia prolongada en Holanda, estableciĆ³ una relaciĆ³n muy positiva.

El dejar de consumir Cannabis en definitiva le permitiĆ³ al Sr. C no solo aumentar su capacidad de desempeƱo y actividad diaria, si no quizĆ”s mĆ”s importante conocer fortalezas, aptitudes y rasgos de personalidad que estaban empaƱados por el consumo habitual de esta sustancia.

Y cabe preguntarse, ĀæcĆ³mo habrĆ­an sido las cosas, o que habrĆ­a logrado o hecho el Sr. C de no haber consumido esta sustancia durante los aƱos de adolescencia? Como todas las preguntas ā€œY siā€¦ā€, nunca lo sabremosā€¦

La pregunta nos puede llevar en primer lugar a analizar cuƔles son los efectos mƔs notables del abuso del cannabis, y sin desdeƱar el valor terapƩutico, el cual existe y tambiƩn analizaremos, entender principalmente cuales son los riesgos mƔs notables y preocupantes de su abuso.

ĀæQuĆ© es el Cannabis?

El cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis sativa con cuyas hojas, tallos, flores o resina se elaboran las drogas ilegales mƔs consumidas en EspaƱa, en Europa y en el mundo: la marihuana y el hachƭs. La planta contiene mƔs de 400 componentes quƭmicos. Los tres cannabinoides mƔs importantes, por sus efectos psicoactivos, son el delta-9-tetrahydrocannabinol (THC), el cannabidiol (CBD) y el cannabinol. Mientras que el THC es el responsable de la mayorƭa de los efectos, el cannabinol es diez veces menos activo que el THC, y el cannabidiol, tiene un perfil distinto, ya que produce efectos ansiolƭticos y sedantes.

Los efectos mĆ”s conocidos del cannabis sobre el cerebro son causados por su principio activo, el THC, que se halla en diferente proporciĆ³n en funciĆ³n de la forma y modo que se utilice. Las formas mĆ”s comunes de uso incluyen:

  • La Marihuana es la sustancia verde oscura que se consigue cuando se machacan las hojas secas, flores y pequeƱos tallos de la planta.
  • El HachĆ­s proviene de la resina acumulada en las flores de la planta hembra y suele venir en bolas u onzas, y es por ello que comĆŗnmente se le llama ā€œchocolateā€.
  • El Aceite de hachĆ­s es la resina de hachĆ­s disuelta y concentrada.
¿Por qué dejar de abusar del Cannabis y para qué usarlo?

El modo mĆ”s habitual de consumir Cannabis es fumado en un cigarrillo (porro, canuto, etc), sus efectos pueden notarse precipitadamente, y duran entre dos y tres horas. Del total de THC contenido en un cigarrillo, entre un 10-25% llega a la sangre. La cantidad final de THC absorbido en el organismo depende de la profundidad y nĆŗmero de caladas y de la potencia de los porros. TambiĆ©n se puede consumir por vĆ­a oral (aceites, pasteles, infusiones, etc) y la absorciĆ³n es mĆ”s lenta.

Desde 2008, se han detectado la multiplicaciĆ³n de ā€œcannabinoides sintĆ©ticosā€ en diferentes partes de Europa, los cuales tienen efectos muy similares. Estos compuestos sintĆ©ticos se conocen comĆŗnmente como ā€œSpiceā€, que inicialmente se distribuyeron como productos legales, pero tambiĆ©n han crecido en el mercado ilegal, dando lugar a intoxicaciones graves y mortales debido a que a menudo son mucho mĆ”s potentes que el THC.

ĀæCuĆ”les son algunos de los efectos del abuso del cannabis?

A nivel NeurolĆ³gico, el Cannabis afecta principalmente lo que llamamos el Sistema Cannabinoide EndĆ³geno en nuestro cerebro, que se encarga de regular el funcionamiento de nuestra conducta, el aprendizaje, la gratificaciĆ³n, el apetito, el dolor y las emociones, entre otros.

Uno de los efectos mĆ”s notables del abuso de cannabis por ejemplo, es lo que llamamos el ā€œSĆ­ndrome Amotivacionalā€, que se refiere a una mezcla de falta de energĆ­a y actividad generalizada, falta de motivaciĆ³n e iniciativa, tendencia a la somnolencia, alteraciĆ³n de la memoria a corto plazo, y dificultades en la concentraciĆ³n. Este SĆ­ndrome Amotivacional, el cual aparece con un consumo mĆ”s habitual y crĆ³nico, estĆ” detrĆ”s de muchos de los problemas de desempeƱo y rendimiento profesional o acadĆ©mico, y ciertas tendencias a la conflictividad.

QuizĆ” uno de los riesgos mĆ”s notables y peligrosos del consumo de cannabis, el cual todavĆ­a me sorprende lo desconocido por gran parte de la poblaciĆ³n, es la capacidad de generar sĆ­ntomas paranoides, ataques de pĆ”nico, e incluso brotes psicĆ³ticos y esquizofrenia. Claro, en estos casos, la repercusiĆ³n sobre la vida de la persona es muy grave y las consecuencias pueden lastrar de por vida o por un largo periodo. Y quiero recalcar, que para que se produzcan estos sĆ­ntomas no es necesario consumir de forma aberrante o crĆ³nica, ya que se ven casos de brotes psicĆ³ticos graves tras consumos ocasionales.

Otros datos interesantes sobre el abuso del cannabis:

  • Actualmente el cannabis es la segunda sustancia (28,4%) causante de las admisiones a tratamiento en EspaƱa, por detrĆ”s de la cocaĆ­na (44,7% del total) y seguida de la heroina (22,3%), siendo en muchas CCAA la primera sustancia.
  • Asimismo, el porcentaje de urgencias hospitalarias relacionados con el consumo de cannabis ha subido de forma continuada, pasando del 6,2% de los episodios en 1996 al 50,6% en 2019. Vaya, que cada vez mĆ”s urgencias hospitalarias estĆ”n relacionadas con el consumo de hachis o marihuana.
  • El 95,2% de todos los menores de 18 aƱos que han sido admitidos a tratamiento por consumo de drogas ilegales en 2019 en nuestro paĆ­s, lo han hecho por problemas asociados al consumo de cannabis.

ĀæPuede ser el cannabis medicinal o terapĆ©utico?

De todas formas, no todo es negativo con el cannabis. El cannabis ha sido empleado desde antiguo para muy diversos fines tales como el aprovechamiento de sus fibras para la confecciĆ³n de tejidos y cuerdas o la utilizaciĆ³n como aditivo alimentario, haciendo uso de su aceite y los caƱamones como nutriente. TambiĆ©n ha sido empleado por sus propiedades psicoactivas con fines religiosos y/o lĆŗdicos y ocasionalmente para tratar algunas enfermedades. TambiĆ©n hay pruebas que respaldan el uso mĆ©dico del THC para controlar las nĆ”useas y los vĆ³mitos, estimular el apetito y reducir el dolor. El CBD puede moderar los efectos psicoactivos del THC y tiene propiedades medicinales, por ejemplo, reduce las crisis epilĆ©pticas. Se ha autorizado la comercializaciĆ³n de varios medicamentos que contienen cannabinoides, como el Ā®Sativex, Ā®Marinol y Syndros, Ā®Cesamet y Canemes, y el Ā®Epidiolex.

Guillermo Gabarain
Departamento PsicolĆ³gico, PsicoterapĆ©utico y Coaching
Guillermo Gabarain
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